miércoles, 29 de marzo de 2017

POLICRÓNICA

Rocaconalep...Pese a las “rocaconalap” enquistadas en el Colegio de Educación Profesional Técnica del estado de Guerrero (CONALEP), las nuevas autoridades están dando bandazos, pero sacando la carga de trabajo, y para la próxima semana será emplazado a huelga, pero no escapa de la descomunal corrupción desde el 2005.

Apenas tiene escasamente siete meses en el cargo como director general del el Colegio de Educación Profesional Técnica del estado de Guerrero (CONALEP), Nabor César González Guerrero, y ha sorteado los conflictos que le heredó su antecesor Arturo Pacheco  Deloya, quien fomentó una flotilla de “aviadores” (cobran sin trabajar), superior a los 50 holgazanes, y dentro de estos, también hay otros que le están jugando al “judas”, no son nada de institucionales y otros más rateros disfrazados de trabajadores, pero son amantes a no poder. Quienes conocemos al originario de Copala, región de la Costa Chica, no tenemos ninguna duda, primero su compromiso institucional, gente agradecida, y a carta cabal, honesto, por ese perfil, difícilmente podrá tomar hasta un clic para llevárselo a sus bolsillos, porque no tiene necesidad, su formación como licenciado en economía y egresado del Instituto Politécnico Nacional, en todos los cargos que ha tenido, ha sido para mejorar y  sanear las finanzas, nunca para robar y ahora que ha llegado al CONALEP, ha puesto su mejor esfuerzo profesional para sacar del marasmo esa institución, que en verdad se la dejaron hecha pedazos. El 2 de septiembre del 2016, cuando está cumpliendo escasamente seis meses y 27 días en el cargo, no ha dejado un fin de semana estar visitando los planteles educativos formales y por cooperación conociendo su situación real, con ello sacrificando estar con la familia y sus días de descanso. Tal vez dirá “vale la pena invertir tiempo y esfuerzo por los jóvenes del futuro”, esa  es una parte importante para contribuir con el gobierno estatal que hoy en día encabeza Héctor Antonio Astudillo Flores, del Partido Revolucionario Institucional, quien le confirió esa responsabilidad, por lo tanto, le tendrá que rendir buenas cuentas, porque hasta donde se sabe, es lo que ha hecho el contachiquense proveniente de una estirpe del trabajo. Sin embargo tiene  por lo menos dos “rocaconalap”, que seguramente no los ha cambiado del cargo, por ser institucional, pero ya es  hora que ponga a gente de confianza y pueda cumplir a cabalidad sus metas. Nos referimos a los jefes de departamentos jurídica Victoria Gómez Zagal  y de recursos financieros, Adalberto Hernández Nolasco. Este dueto ha estado enquistado, por lo menos en los últimos nueve años en el cargo, y han hecho lo que les ha venido en gana, pues han pasado varios directores, entre ellos el desaparecido Víctor Fernando Pineda Menes, José Villanueva Manzanarez y Arturo Pacheco Deloya. Ahora le toca dirigir el CONALEP, Nabor César González Guerrero, quien a viento y marea trata de demostrar que como licenciado en economía, tiene una visión clara de la administración pública y educativa, por su experiencia que ha tenido como servidor público de lo que ahora se conoce como ISSSPEG y ex diputado de la LII legislatura local del periodo 1987-1990. Cuando afirmamos que tiene en su estructura a dos “rocaconalap”, porque le están jugando a las contras y así lo han hecho hasta el día de hoy, y no porque sean eficientes,  sino que gozan de padrinos políticos, que los hacen inamovibles, por lo que moral, política y administrativamente, González Guerrero, debe relevarlos del cargo, con la anuencia y respaldo del propio gobernador del estado, Astudillo Flores, porque de lo contrario de nada servirá su esfuerzo desde que llegó el 2 de septiembre del 2016. El actual Director de  Administración y Finanzas del CONALEP-Guerrero, Cirino Rivera Flores, es ignorado, y ninguneado en menos de cuatro meses que lleva en el cargo. En el caso de Victoria Gómez Zagal,  jefa del departamento jurídico, “vende” todas las demandas laborales que ha enfrentado el CONALEP, además tiene a su pareja sentimental, Edrey Gustavo Otero Escobar,  fue secretario particular de aquel  director  cuestionado Marco Antonio Morales Tejeda y posteriormente fue nombrado coordinador ejecutivo, quien sabe que sea esa cosa, pero cobrando bien y no solo eso, desde el 2005, tiene una deuda de alrededor de 300 mil  pesos por concepto de viáticos, y cuando llegó a ocupar el cargo de director del CONALEP, José Villanueva Manzanarez ordenó que se le aplicara un descuento a su salario, pero solo ocurrió cuando mucho en cuatro quincenas, nunca se supo quién ordenó que se diera marcha atrás y es la fecha que no ha pagado, entonces es necesario que el gobierno Astudillista aplique al pie de la letra su tan llevada ley de Transparencia y Anticorrupción, porque de lo contrario, ese personaje y los demás se seguirán riéndose de las autoridades, pues su pareja es la jefe del jurídico del CONALEP. Este Edrey Gustavo Otero Escobar tiene un negro historial que viene desde junio y julio del 2008 y tan poderoso que no ha sido removido, y actualmente es el encargado de Prensa de la institución, que a la fecha, no ha generado ni un boletín, bueno, ni siquiera cuando tomó posesión su actual jefe Nabor César González Guerrero. De acuerdo a nuestro equipo de investigaciones especiales, la corrupción endemoniada en el CONALEP Guerrero  se viene arrastrando desde el 2005, pero se descubrió en junio y julio del 2008 cuando estaba bajo la conducción del director general, Marco Antonio Morales Tejeda, un grupo de funcionarios del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) Guerrero, ubicados en los primeros niveles de mando, se repartieron todo: cargos inexistentes, dobles y hasta triples plazas, se autorizaron préstamos personales como “anticipos salariales”, y establecieron nuevos sistemas de captación de ingresos como la venta de credenciales a los alumnos e incluso un contrato de exclusividad con Coca Cola para la venta del refresco en los planteles educativos. El caso forma parte de un expediente abierto en la Secretaría de la Función Pública, y en la Contraloría General del estado. Con documentos oficiales, tales como recibos de pago, pólizas, nóminas e incluso el contrato con la refresquera, es posible reconstruir cómo opera el CONALEP, a cargo de uno de los hombres más cercanos del gobernador por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Carlos Zeferino Torrreblanca Galindo. Por ejemplo, Oscar Tejedo García, subcoordinador administrativo, cobró anticipos de 10 mil pesos en febrero, 27 mil en marzo, y 6 mil en septiembre de 2006; Gilberto Peláez Martínez, jefe de Proyectos de Servicios Administrativos, pidió 35 mil pesos el 21 de febrero de 2006; José Enrique Vanmeeter pidió 10 mil el 24 de marzo; Araceli Nava Salazar, coordinadora operativa del departamento de Sicopedagogía, pidió 15 mil en septiembre, y Patricia Judith Rumbo Vázquez 10 mil en febrero del mismo año y luego otros 20 mil el 26 de mayo. La Secretaría de la Función Pública registró el caso con el expediente 210028352-4, y la Contraloría del estado hizo lo mismo con el expediente CGE-DGNP-083372007, pero hasta ahora ninguna de las dos instancias ha emitido una resolución. El 2 de marzo de 2006, Morales Tejeda nombró a Miguel Angel Gómez Barbosa como coordinador del departamento de Sicopedagogía, y el 13 de marzo le asignó un “estímulo por productividad, eficiencia y calidad en el desempeño” por un monto de 4 mil pesos quincenales. De acuerdo con la nómina del plantel, Gómez Barbosa percibe un salario base de 3 mil 960 pesos quincenales, pero una “compensación garantizada” de 10 mil 372 pesos, aparte del bono de productividad. El problema, según documentos oficiales, es que el funcionario destina 56 horas a la semana en otros empleos. En el Instituto Tecnológico de Chilpancingo, con clave de empleado E3525, labora 40 horas semanales, o lo que es lo mismo, de tiempo completo; en el Colegio de Bachilleres labora otras 16 horas; pero además el cargo no fue aprobado por la Junta Directiva, que recibió la solicitud de creación de este cargo en su 17 sesión ordinaria del 16 de marzo de 2007. Edrey Gustavo Otero Escobar, con cargo de coordinador ejecutivo y número de empleado CF02105, tiene un salario base de 3 mil 573 pesos a la quincena, pero una compensación de 7 mil 502, y desde el 26 de agosto, le fue agregada otra compensación por mil 147 pesos quincenales por “gastos de remuneración (a) docentes”; Jorge Oscar Tejedo García de Alba, el coordinador administrativo, incrementó sus ingresos con una compensación de 5 mil 500 pesos quincenales. El mismo grupo de funcionarios se concedió algunas otras prerrogativas, entre ellas el poder cobrar en una sola exhibición –a diferencia del resto de trabajadores, que debe hacerlo en dos– la gratificación anual que el CONALEP otorga. Según la póliza del cheque 192 de la cuenta 4061 de Banamex, el director general, Marco Antonio Morales Tejeda, quien tiene número de empleado 0183448 y un salario de 39 mil 402 quincenales, cobró el 15 de diciembre de 2006 un monto de 94 mil 313 pesos como pago complementario de aguinaldo, segunda parte de salario base y primera y segunda parte de compensación complementaria 2006. Situación similar ocurrió con los subcoordinadores José Enrique López Vanmeeter, Edrey Gustavo Otero y Oscar Tejedo García, al menos en lo que se pudo documentar, con el cobro de las dos partes simultáneas del aguinaldo en el primer año del actual gobierno. El propio Morales Tejeda pagó –a cargo del Conalep– 2, mil 300 pesos mensuales en 2005 por la renta de habitación a Mac Bienes Raíces y Administración, SA de CV, por su domicilio particular, sito en Tepango (sic), según consta en el recibo de arrendamiento 0286 del 15 de noviembre de 2005. Pero no paró ahí la desenfrenada corrupción de Morales Tejeda, pues firmó un convenio con la empresa Coca Cola, una de las  nuevas formas de obtener ingresos adicionales en el Conalep generaron inconformidades en el plantel, mismas que fueron hechas llegar por trabajadores al entonces gobernador Carlos Zeferino Torreblanca Galindo. Una de ellas fue el convenio con la empresa Yoli de Acapulco, SA de CV, concesionaria de los productos Coca Cola, por cinco años para la compra exclusiva de ese refresco. El contrato,  fue rubricado por Morales Tejeda, establece que la empresa entregaría 400 mil pesos al plantel, 125 cubetas de pintura vinílica, 20 becas anuales de 2 mil pesos cada una, 200 cajas de refrescos para eventos del CONALEP. A cambio, la institución debería comprar mil 200 cajas mensuales de refresco o pagar la diferencia de lo que no pueda vender entre sus alumnos. Además, deberá abstenerse de celebrar contratos o convenios que impliquen venta exclusiva de otros refrescos. El convenio fue firmado el 1º de diciembre de 2005 y termina cinco años más tarde, al concluir la  administración de Carlos Zeferino Torreblanca Galindo. Como se puede constatar,  en verdad que González Guerrero está administrando un verdadero monumento a la corrupción, y lo puede destruir con voluntad política, pero siempre contando con el total respaldo del mandatario Astudillo Flores, y ahí siguen los cuestionados empleados, a quienes se les debe exigir cuentas ante las autoridades correspondientes. Está comprobado de que la corrupción galopante está a la orden del día en el CONALEP-Guerrero, y trascienden que la semana entrante a más tardar, el sindicato de este organismo emplazará a huelga, por respeto y cumplimiento al Contrato Colectivo de Trabajo y mejoras salariales. En caso de que no haya una buena negociación, serán paralizadas las actividades en el CONALEP, afectando principalmente a la juventud estudiosa. Entonces urge que el actual director y con el respaldo del mandatario pongan orden, porque de lo contrario  se tendrá una institución en el lodazal...¿Renuncia?...En las últimas horas, ha trascendido de que ni el dueño y presidente de Televisa, se salva de los cambios que han estado haciendo la empresa, pues según Emilio Azcárraga Jean podría dejar la presidencia y en su lugar entrar Ariana Azcárraga, hermana del magnate. La noticia llegó justo cuando se reportó una caída de 59 por ciento y cuando la competencia de distintas plataformas como Netflix está más fuertes que nunca. Aunque hasta ahora el tema de la salida de Jean es pura especulación, según Flor Rubio el ejecutivo ya grabó un video anunciando los cambios. En el espacio de Fórmula Espectacular se comentó que el anuncio se daría a conocer antes del primero de abril. En la lucha por mantener su posición dominante en el mercado de las telecomunicaciones, Televisa ha estado haciendo cambios drásticos desde el año pasado. A principios del 2016 se lanzó la plataforma digital Blim, que ofrece al subscriptores contenido original. También se cambió la manera de producir telenovelas, haciendo proyectos más cortos y de alta calidad como “El hotel de los secretos” y “La candidata”. En agosto del mismo año, la identidad se su cadena principal, El canal de las estrellas, cambió de imagen y de nombre, ahora conocido simplemente como Las Estrellas. En ese mismo mes se hicieron cambios en el área de noticias, dando espacio a una barra de opinión con periodistas respetados como Joaquín López-Doriga y Adela Micha además de la sátira de Victor Trujillo. Estos programas desaparecieron a final de año  no por falta de audiencia, si no por las bajas ventas que registraron.

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NOTA DE LA REDACCION:

La publicación se hizo el 29 de marzo del 2017, y después de 119 días, casi cuatro meses, el doctor Marco Antonio Morales Tejeda, solicita a La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, su derecho de réplica, junto a la archileída columna “PoliCrónica”, firmada por “Multicolor”, en la que se abordó en esa fecha el tema “Rocaconalep”, en la que se cuestiona el estado de cosas que hoy en día enfrente el CONALEP-Guerrero, pero que viene arrastrando desde administraciones atrasadas, entre ellas la de Morales Tejeda y en su tiempo el aludido fue director general, en la que se documentó de presuntas irregularidades y que hoy  26 de julio del 2017, está refutando.
A petición del aludido,  este vespertino, hace una excepción, para publicar en la edición del 29 de marzo, y de esa manera satisfacer  su derecho de réplica y será el mismo lector quien haga sus conclusiones del trabajo periodístico y de lo que trata de justificar el ahora ex director del CONALEP, Marco Antonio Morales Tejeda, en la que pone al descubierto su relaciones que tenía con el ex gobernador de Guerrero, el empresario Carlos Zeferino Torreblanca Galindo.
Atentamente
La redacción.
Chilpancingo, Gro., 26 de Julio del 2017.

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El día de hoy leí en Internet un artículo publicado por ustedes, de fecha 29 de marzo de 2017, que se haya en la ligahttp://lacronicavespertinodechilpancingo.blogspot.mx/2017/03/policronica_29.html en el que realizan una infinidad de acusaciones en contra de mi persona.

Por ello, les solicito respetuosa y amablemente coloquen el texto que elaboré como respuesta en la sección de comentarios del mismo artículo, para que quienes lean el artículo conozcan en el mismo sitio mi punto de vista. Leo que ustedes solicitan que los comentarios sean breves, pero apeló en esta ocasión a su comprensión ya que al tratarse de un artículo muy largo, en el que realizan una gran cantidad de acusaciones en mi contra, solicito se publique mi respuesta completa porque respondo una a una cada acusación.

Finalmente les pido por favor me informen en cuanto quede publicado mi comentario en la página señalada.

Quedo muy agradecido de la atención que le brinden a la siguiente petición.

Su servidor

Dr. Marco Antonio Morales Tejeda

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Buenas tardes, mi nombre es Marco Antonio Morales Tejeda. En vista de que he sido en múltiples ocasiones mencionado en este artículo, que no lleva firma de reportero alguno, en el que se menciona que la “desenfrenada corrupción” existente en el Conalep Guerrero cuando fui Director General tiene a la institución actualmente en la quiebra, solicito la amabilidad de la Dirección General de este blog, página o portal de Internet, periódico digital y/o escrito, o como se deba denominar, con el fin de presentar esta aclaración a lo publicado sobre mi persona y el trabajo que desempeñé en esa institución educativa, lo cual agradezco de antemano. Lo solicito no sólo en función de los requerimiento legales vigentes por la alusión directa que puede ir en menoscabo de mi honor y prestigio personal y profesional, sino en primer término por lo expuesto bajo la firma de la “Dirección General” de este medio, publicado como aviso en esta misma página, y que dice “que la seriedad en nuestros trabajos periodísticos es uno de nuestros compromisos”.

Me ceñiré estrictamente por cuestiones de espacio, porque lo hecho por un servidor en el Conalep Guerrero durante casi cinco años es largo y tendido, sólo a contestar puntualmente lo publicado en esta página de Internet. Quien tenga el interés de conocer cualquier tipo de aclaración a detalle, o de solicitar documento en mi poder, acerca de mi actuación frente al contexto que me tocó en su momento y los logros o fracasos que pudimos tener en el desempeño de la encomienda como Director General de Conalep del estado de Guerrero puede consultarme directamente (en Facebook me encuentran con suma facilidad).

1.- En este largo escrito --que viene acompañado con una genial interpretación de la Orquesta Filarmónica de Acapulco a un cuadro musical guerrerense, por lo que felicito al diseñador de la página-- la primera vez que se me menciona es a la mitad del mismo calificando a mi persona como la de “aquel director cuestionado”, aunque sin especificar quién o quiénes son aquellos que me cuestionan, en el contexto de llamar “Rocaconalap”, que desconozco qué signifique, a Adalberto Hernández Nolasco porque “ignora” y “ningunea” a su jefe, el director de administración y finanzas y a Victoria Gómez Zagal, responsable del departamento jurídico, de quien dice “vende” las demandas laborales. Aquí debo señalar que al contador Hernández no lo contrató un servidor, ya estaba en ese departamento a mi llegada y que corresponde a sus superiores tomar las medidas pertinentes para que dejen de ignorarlos y ningunearlos, de ser ese el caso, y de la abogada Gómez para manifestar que yo la contraté y sigue laborando ahí. Del asunto de esas supuestas “ventas” de demandas debe decirse que el  departamento, del que es integrante la mencionada abogada, no puede vender unilateralmente ningún juicio porque legalmente corresponde sólo al Director General la firma del respectivo convenio a que se llegue entre las partes, por lo que es el responsable directo de todo lo que se haya acordado y firmado ante las autoridades del ramo.
2.- Si el licenciado Edrey Gustavo Otero Escobar, que fue mi secretario particular, y se mantiene ahí en otro puesto, con el cual desde mi salida de la institución no mantengo ninguna relación personal o profesional, tiene adeudos con el Conalep corresponde a su persona hacer las aclaraciones pertinentes, y si no trabaja, es obligación de sus jefes hacerlo trabajar o proceder como lo marca la normatividad.

3.- Desconozco por completo las relaciones sentimentales que se publican en esta página y que pudieran mantener los antes mencionados y me parece un exceso que se mencionen situaciones de personas que tienen familia y compromisos matrimoniales.

4. Luego de lo anterior, el escrito se centra en mi persona y se publica que “la corrupción endemoniada en el CONALEP Guerrero se viene arrastrando desde el 2005 [año en que tomé posesión del cargo], pero se descubrió en junio y julio del 2008 cuando estaba bajo la conducción del director general, Marco Antonio Morales Tejeda”. Efectivamente, durante junio y julio de ese año en el periódico La Jornada Guerrero, bajo la firma de Roberto Ramírez Bravo, se publicaron artículos, cuyo contenido en su momento ningún otro medio reprodujo o abordó, y que un servidor desmintió con pruebas en esas misma fechas también, los que resultan la fuente única de lo publicado en esta página de Internet por “nuestro equipo de investigaciones especiales”, dice este medio digital.

5.- Las afirmaciones retomadas de la campaña personal de ese reportero contra un servidor, dice este artículo de Internet, están sustentadas “Con documentos oficiales, tales como recibos de pago, pólizas, nóminas e incluso el contrato con la refresquera”, sin embargo desde su publicación original se demostró que dichos documentos, en su gran mayoría, no corresponden a las supuestas irregularidades señaladas ni les dan sustento alguno, salvo en el caso de mi salario como director y el contrato con la  refresquera Yoli de Acapulco, concesionaria de la Coca Cola, que detallaré aquí mismo más adelante.

6.- Las supuestas irregularidades inician con los “préstamos personales” y “cobros anticipados” hechos a los empleados, los cuales son una prestación especificada en el Manual de Prestaciones de los Trabajadores de Conalep Nacional, que consiste en el otorgamiento de préstamos de nómina calculados de acuerdo a una tabla de porcentaje dependiendo del salario de cada trabajador y que se descuenta quincena tras quincena, pagándose en un año. Tratándose de una prestación laboral yo no podía negarlos por lo que se entregaron a cada trabajador que lo solicitó siendo pagados en su momento.

7.- “Venta de credenciales a los estudiantes”. Esto se trató de un cobro de 50 pesos que se fijó para la entrega de una segunda credencial en caso de que el estudiante perdiera la primera que se entregaba de manera gratuita, lo que era muy común porque algunos estudiantes las vendían a su vez para diferentes propósitos, medida con lo que la solicitud de segundas credenciales disminuyó notablemente.

8.- “Plazas dobles o triples”, esto es imposible en Conalep ya que las plazas administrativas vienen fijadas por normatividad del Conalep Nacional, por lo que es la Federación la que envía lo correspondiente a los salarios.

9.- Sobre la supuesta irregularidad: “Según la póliza del cheque 192 de la cuenta 4061 de Banamex, el director general, Marco Antonio Morales Tejeda, quien tiene número de empleado 0183448 y un salario de 39 mil 402 quincenales, cobró el 15 de diciembre de 2006 un monto de 94 mil 313 pesos como pago complementario de aguinaldo, segunda parte de salario base y primera y segunda parte de compensación complementaria 2006”, debo señalar que se trata de algo completamente verdadero. Esa cantidad quincenal correspondía al salario que recibía por mi trabajo, así como la cantidad que cobraba de aguinaldo. El monto de los salarios o prestaciones no lo fijé yo, ya estaba antes de mi llegada y continúa hasta la fecha siendo determinado por el Conalep Nacional, por lo que es el mismo salario y las prestaciones, pagado por la Federación, que cobran todos los directores generales de Conalep en los estados de la república.  

10.- “Convenio con Yoli de Acapulco, concesionaria de la Coca Cola”. Éste convenio fue firmado por mi persona en 2006, una vez que venció el convenio que se encontraba vigente en las cooperativas de la institución a mi llegada con la refresquera Pepsi Cola, y que no obligaba a la compañía a entregar ningún beneficio o materiales a las escuelas y los estudiantes, por lo que se deduce que el arreglo fue en beneficio personal de quien lo firmó y los que lo ratificaron por años en su momento. Como se señala en este mismo artículo el convenio que firmé con la Coca Cola entregaba por parte de la compañía becas en efectivo y uniformes deportivos a los estudiantes, computadoras, impresoras y pintura a las escuelas, pago de anuncios de radio para la promoción de inscripción a la institución y rejas de producto de manera gratuita para los festejos como los del día del estudiante, la madre trabajadora o del profesor, entre otros. El convenio está disponible para quien desee revisarlo.

En ese tiempo todavía no se discutía, y menos se había aprobado, la ley que prohíbe la venta de refrescos en las escuelas, que me parece muy conveniente y que a pesar de estar vigente en la actualidad no se respeta.

11.- Dos últimas aclaraciones, los expedientes citados en este artículo, “Secretaría de la Función Pública registró el caso con el expediente 210028352-4, y la Contraloría del Estado hizo lo mismo con el expediente CGE-DGNP-083372007, pero hasta ahora ninguna de las dos instancias ha emitido una resolución”, corresponden el primero a unas solventaciones (aclaraciones) que la Federación le pedía no a Conalep Guerrero sino al IEEJAG, organismo alfabetizador estatal con el que Conalep compartía la ministración federal (recursos federales) conocida como FAETA, Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos. Supongo, aunque lo desconozco, que el IEEJAG habrá solventado en su momento las observaciones o aclaraciones correspondientes y el segundo expediente, el de la Contraloría del Estado, no correspondía a ninguna de las supuestas irregularidades publicadas en esta página de Internet, sino a la compra de unas aulas prefabricadas que se adquirieron de manera provisional en lo que terminábamos de construir el edificio del Plantel Montaña, ubicado en Tlapa, Guerrero. Uno de los logros más complicados y que mayores satisfacciones personales me brindó.
El asunto quedó debidamente cerrado, aunque ahí se diga que sigue abierto por tratarse de una nota vieja y sin sustento, cuando se demostró y quedó asentado en la Contraloría que no se sobrepasaron los montos especificados para licitaciones que requieren la cotización de más de tres empresas, ya que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) no se suma al total, por lo que la instancia fiscalizadora desechó el caso declarándolo improcedente. Ofrezco a quien le interese copia completa del expediente y de su resolución final.

El otro asunto que quiero aclarar es respecto a la quiebra actual de la institución. En su momento, luego de recibir el Conalep con un déficit de 24 millones de pesos, lo que fue ampliamente difundido por aquellas fechas, entregamos al concluir el encargo un superávit de 8 millones de pesos, más 12 millones de ingresos propios por los programas de cursos de capacitación para el trabajo y certificación de capacidades laborales que reactivamos. Esto está documentado en el acta de Entrega-Recepción respectiva firmada por quien entregó, quien recibió y el representante de la Contraloría General del Estado.
Así mismo gestioné la firma del convenio con la SHCP, que se puede consultar en la liga: http://dof.gob.mx/nota_detalle_popup.php?codigo=4942019 que finalizó el adeudo que se tenía con esa secretaría y se pagó totalmente el adeudo con el ISSSTE de seis millones de pesos, por lo que no se le quitó el servicio médico y de seguridad social a los trabajadores, como estaba programado por la institución federal por la fecha de mi llegada.

Dejamos construidos edificios escolares nuevos en Tlapa y Chilpancingo y le dimos permanentemente mantenimiento y obras parciales a todos los demás planteles, a los que dotamos de aulas con pizarrón electrónico, computadora y proyector, llamadas Aulas Tipo y entregamos consolidados, congresos académicos internacionales y encuentros estatales académicos, culturales y deportivos para los estudiantes, quienes eran nuestra principal preocupación.

El Conalep regresó a la quiebra con la llegada a la Dirección General de Fernando Pineda Ménez, mi sucesor, coludido con los dirigentes del sindicato de profesores, a quienes en mi administración siempre mantuve a raya por su desmedido interés para intentar aprovecharse de la representación de los docentes exigiendo fuera de normatividad cuantiosos recursos económicos.

De esa administración de Pineda Ménez, y la de los cuatro directores generales posteriores a la fecha, no puedo asumir responsabilidad alguna.

Lo que me queda claro,dada la preocupación manifestada en este artículo por la quiebra que recibe el nuevo Director General, es que si un servidor transformó el déficit en superávit, quien está ahora al frente también puede hacerlo.

Finalmente en lo que respecta a “personaje cercano al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo”, que se menciona de mi persona, señaló: Yo conocí a Zeferino Torreblanca siendo un servidor muy joven y siempre le acompañé con trabajo no remunerado, ya que toda mi vida adulta he sido profesor y en un tiempo periodista, en cada una de sus campañas electorales para alcalde de Acapulco y gobernador de Guerrero. Fui un colaborador eficiente y reconocido en sus campañas electorales y miembro del Frente Cívico de Acapulco. Zeferino Torreblanca gobernó el estado de Guerrero de un modo muy diferente al que nos habíamos propuesto cuando dimos la lucha, varias veces arriesgando la integridad física, por el ideal de un cambio profundo en beneficio del pueblo de Guerrero. 

Es obvio que Zeferino Torreblanca no cumplió con ese anhelo y le falló a los cientos de miles de guerrerenses que votaron para que fuera su gobernador. Precisamente por haber sido sólo un colaborador, pero nunca un personaje cercano al contador Torreblanca, fue que éste ignoró todas las veces que le manifesté personalmente siendo gobernador que rectificara sobre su forma de gobernar y la de sus principales colaboradores, idéntica a los priistas que habíamos sacado del poder, en especial mi supuesto jefe el secretario de Educación que es el mismo que repite ahora, razón por la que el gobernador se enojó conmigo y me retiró la amistad, lo que nunca hizo un servidor que conoce de lealtades sinceras, así como la confianza por lo que me solicitó la renuncia.

Le agradezco a la Dirección General de este medio la publicación de estas aclaraciones. 

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Buenas tardes, mi nombre es Marco Antonio Morales Tejeda. En vista de que he sido en múltiples ocasiones mencionado en este artículo, que no lleva firma de reportero alguno, en el que se menciona que la “desenfrenada corrupción” existente en el Conalep Guerrero cuando fui Director General tiene a la institución actualmente en la quiebra, solicito la amabilidad de la Dirección General de este blog, página o portal de Internet, periódico digital y/o escrito, o como se deba denominar, con el fin de presentar esta aclaración a lo publicado sobre mi persona y el trabajo que desempeñé en esa institución educativa, lo cual agradezco de antemano. Lo solicito no sólo en función de los requerimiento legales vigentes por la alusión directa que puede ir en menoscabo de mi honor y prestigio personal y profesional, sino en primer término por lo expuesto bajo la firma de la “Dirección General” de este medio, publicado como aviso en esta misma página, y que dice “que la seriedad en nuestros trabajos periodísticos es uno de nuestros compromisos”.


Me ceñiré estrictamente por cuestiones de espacio, porque lo hecho por un servidor en el Conalep Guerrero durante casi cinco años es largo y tendido, sólo a contestar puntualmente lo publicado en esta página de Internet. Quien tenga el interés de conocer cualquier tipo de aclaración a detalle, o de solicitar documento en mi poder, acerca de mi actuación frente al contexto que me tocó en su momento y los logros o fracasos que pudimos tener en el desempeño de la encomienda como Director General de Conalep del estado de Guerrero puede consultarme directamente (en Facebook me encuentran con suma facilidad).


1.- En este largo escrito --que viene acompañado con una genial interpretación de la Orquesta Filarmónica de Acapulco a un cuadro musical guerrerense, por lo que felicito al diseñador de la página-- la primera vez que se me menciona es a la mitad del mismo calificando a mi persona como la de “aquel director cuestionado”, aunque sin especificar quién o quiénes son aquellos que me cuestionan, en el contexto de llamar “Rocaconalap”, que desconozco qué signifique, a Adalberto Hernández Nolasco porque “ignora” y “ningunea” a su jefe, el director de administración y finanzas y a Victoria Gómez Zagal, responsable del departamento jurídico, de quien dice “vende” las demandas laborales. Aquí debo señalar que al contador Hernández no lo contrató un servidor, ya estaba en ese departamento a mi llegada y que corresponde a sus superiores tomar las medidas pertinentes para que dejen de ignorarlos y ningunearlos, de ser ese el caso, y de la abogada Gómez para manifestar que yo la contraté y sigue laborando ahí. Del asunto de esas supuestas “ventas” de demandas debe decirse que el  departamento, del que es integrante la mencionada abogada, no puede vender unilateralmente ningún juicio porque legalmente corresponde sólo al Director General la firma del respectivo convenio a que se llegue entre las partes, por lo que es el responsable directo de todo lo que se haya acordado y firmado ante las autoridades del ramo.

2.- Si el licenciado Edrey Gustavo Otero Escobar, que fue mi secretario particular, y se mantiene ahí en otro puesto, con el cual desde mi salida de la institución no mantengo ninguna relación personal o profesional, tiene adeudos con el Conalep corresponde a su persona hacer las aclaraciones pertinentes, y si no trabaja, es obligación de sus jefes hacerlo trabajar o proceder como lo marca la normatividad.


3.- Desconozco por completo las relaciones sentimentales que se publican en esta página y que pudieran mantener los antes mencionados y me parece un exceso que se mencionen situaciones de personas que tienen familia y compromisos matrimoniales.


4. Luego de lo anterior, el escrito se centra en mi persona y se publica que “la corrupción endemoniada en el CONALEP Guerrero se viene arrastrando desde el 2005 [año en que tomé posesión del cargo], pero se descubrió en junio y julio del 2008 cuando estaba bajo la conducción del director general, Marco Antonio Morales Tejeda”. Efectivamente, durante junio y julio de ese año en el periódico La Jornada Guerrero, bajo la firma de Roberto Ramírez Bravo, se publicaron artículos, cuyo contenido en su momento ningún otro medio reprodujo o abordó, y que un servidor desmintió con pruebas en esas misma fechas también, los que resultan la fuente única de lo publicado en esta página de Internet por “nuestro equipo de investigaciones especiales”, dice este medio digital.


5.- Las afirmaciones retomadas de la campaña personal de ese reportero contra un servidor, dice este artículo de Internet, están sustentadas “Con documentos oficiales, tales como recibos de pago, pólizas, nóminas e incluso el contrato con la refresquera”, sin embargo desde su publicación original se demostró que dichos documentos, en su gran mayoría, no corresponden a las supuestas irregularidades señaladas ni les dan sustento alguno, salvo en el caso de mi salario como director y el contrato con la  refresquera Yoli de Acapulco, concesionaria de la Coca Cola, que detallaré aquí mismo más adelante.


6.- Las supuestas irregularidades inician con los “préstamos personales” y “cobros anticipados” hechos a los empleados, los cuales son una prestación especificada en el Manual de Prestaciones de los Trabajadores de Conalep Nacional, que consiste en el otorgamiento de préstamos de nómina calculados de acuerdo a una tabla de porcentaje dependiendo del salario de cada trabajador y que se descuenta quincena tras quincena, pagándose en un año. Tratándose de una prestación laboral yo no podía negarlos por lo que se entregaron a cada trabajador que lo solicitó siendo pagados en su momento.


7.- “Venta de credenciales a los estudiantes”. Esto se trató de un cobro de 50 pesos que se fijó para la entrega de una segunda credencial en caso de que el estudiante perdiera la primera que se entregaba de manera gratuita, lo que era muy común porque algunos estudiantes las vendían a su vez para diferentes propósitos, medida con lo que la solicitud de segundas credenciales disminuyó notablemente.


8.- “Plazas dobles o triples”, esto es imposible en Conalep ya que las plazas administrativas vienen fijadas por normatividad del Conalep Nacional, por lo que es la Federación la que envía lo correspondiente a los salarios.


9.- Sobre la supuesta irregularidad: “Según la póliza del cheque 192 de la cuenta 4061 de Banamex, el director general, Marco Antonio Morales Tejeda, quien tiene número de empleado 0183448 y un salario de 39 mil 402 quincenales, cobró el 15 de diciembre de 2006 un monto de 94 mil 313 pesos como pago complementario de aguinaldo, segunda parte de salario base y primera y segunda parte de compensación complementaria 2006”, debo señalar que se trata de algo completamente verdadero. Esa cantidad quincenal correspondía al salario que recibía por mi trabajo, así como la cantidad que cobraba de aguinaldo. El monto de los salarios o prestaciones no lo fijé yo, ya estaba antes de mi llegada y continúa hasta la fecha siendo determinado por el Conalep Nacional, por lo que es el mismo salario y las prestaciones, pagado por la Federación, que cobran todos los directores generales de Conalep en los estados de la república.  


10.- “Convenio con Yoli de Acapulco, concesionaria de la Coca Cola”. Éste convenio fue firmado por mi persona en 2006, una vez que venció el convenio que se encontraba vigente en las cooperativas de la institución a mi llegada con la refresquera Pepsi Cola, y que no obligaba a la compañía a entregar ningún beneficio o materiales a las escuelas y los estudiantes, por lo que se deduce que el arreglo fue en beneficio personal de quien lo firmó y los que lo ratificaron por años en su momento. Como se señala en este mismo artículo el convenio que firmé con la Coca Cola entregaba por parte de la compañía becas en efectivo y uniformes deportivos a los estudiantes, computadoras, impresoras y pintura a las escuelas, pago de anuncios de radio para la promoción de inscripción a la institución y rejas de producto de manera gratuita para los festejos como los del día del estudiante, la madre trabajadora o del profesor, entre otros. El convenio está disponible para quien desee revisarlo.


En ese tiempo todavía no se discutía, y menos se había aprobado, la ley que prohíbe la venta de refrescos en las escuelas, que me parece muy conveniente y que a pesar de estar vigente en la actualidad no se respeta.


11.- Dos últimas aclaraciones, los expedientes citados en este artículo, “Secretaría de la Función Pública registró el caso con el expediente 210028352-4, y la Contraloría del Estado hizo lo mismo con el expediente CGE-DGNP-083372007, pero hasta ahora ninguna de las dos instancias ha emitido una resolución”, corresponden el primero a unas solventaciones (aclaraciones) que la Federación le pedía no a Conalep Guerrero sino al IEEJAG, organismo alfabetizador estatal con el que Conalep compartía la ministración federal (recursos federales) conocida como FAETA, Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos. Supongo, aunque lo desconozco, que el IEEJAG habrá solventado en su momento las observaciones o aclaraciones correspondientes y el segundo expediente, el de la Contraloría del Estado, no correspondía a ninguna de las supuestas irregularidades publicadas en esta página de Internet, sino a la compra de unas aulas prefabricadas que se adquirieron de manera provisional en lo que terminábamos de construir el edificio del Plantel Montaña, ubicado en Tlapa, Guerrero. Uno de los logros más complicados y que mayores satisfacciones personales me brindó.
El asunto quedó debidamente cerrado, aunque ahí se diga que sigue abierto por tratarse de una nota vieja y sin sustento, cuando se demostró y quedó asentado en la Contraloría que no se sobrepasaron los montos especificados para licitaciones que requieren la cotización de más de tres empresas, ya que el Impuesto al Valor Agragado (IVA) no se suma al total, por lo que la instancia fiscalizadora desechó el caso declarándolo improcedente. Ofrezco a quien le interese copia completa del expediente y de su resolución final.


El otro asunto que quiero aclarar es respecto a la quiebra actual de la institución. En su momento, luego de recibir el Conalep con un déficit de 24 millones de pesos, lo que fue ampliamente difundido por aquellas fechas, entregamos al concluir el encargo un superávit de 8 millones de pesos, más 12 millones de ingresos propios por los programas de cursos de capacitación para el trabajo y certificación de capacidades laborales que reactivamos. Esto está documentado en el acta de Entrega-Recepción respectiva firmada por quien entregó, quien recibió y el representante de la Contraloría General del Estado.
Así mismo gestioné la firma del convenio con la SHCP, que se puede consultar en la liga: http://dof.gob.mx/nota_detalle_popup.php?codigo=4942019 que finalizó el adeudo que se tenía con esa secretaría y se pagó totalmente el adeudo con el ISSSTE de seis millones de pesos, por lo que no se le quitó el servicio médico y de seguridad social a los trabajadores, como estaba programado por la institución federal por la fecha de mi llegada.


Dejamos construidos edificios escolares nuevos en Tlapa y Chilpancingo y le dimos permanentemente mantenimiento y obras parciales a todos los demás planteles, a los que dotamos de aulas con pizarrón electrónico, computadora y proyector, llamadas Aulas Tipo y entregamos consolidados, congresos académicos internacionales y encuentros estatales académicos, culturales y deportivos para los estudiantes, quienes eran nuestra principal preocupación.


El Conalep regresó a la quiebra con la llegada a la Dirección General de Fernando Pineda Ménez, mi sucesor, coludido con los dirigentes del sindicato de profesores, a quienes en mi administración siempre mantuve a raya por su desmedido interés para intentar aprovecharse de la representación de los docentes exigiendo fuera de normatividad cuantiosos recursos económicos.


De esa administración de Pineda Ménez, y la de los cuatro directores generales posteriores a la fecha, no puedo asumir responsabilidad alguna.


Lo que me queda claro,dada la preocupación manifestada en este artículo por la quiebra que recibe el nuevo Director General, es que si un servidor transformó el déficit en superávit, quien está ahora al frente también puede hacerlo.


Finalmente en lo que respecta a “personaje cercano al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo”, que se menciona de mi persona, señaló: Yo conocí a Zeferino Torreblanca siendo un servidor muy joven y siempre le acompañé con trabajo no remunerado, ya que toda mi vida adulta he sido profesor y en un tiempo periodista, en cada una de sus campañas electorales para alcalde de Acapulco y gobernador de Guerrero. Fui un colaborador eficiente y reconocido en sus campañas electorales y miembro del Frente Cívico de Acapulco. Zeferino Torreblanca gobernó el estado de Guerrero de un modo muy diferente al que nos habíamos propuesto cuando dimos la lucha, varias veces arriesgando la integridad física, por el ideal de un cambio profundo en beneficio del pueblo de Guerrero. 


Es obvio que Zeferino Torreblanca no cumplió con ese anhelo y le falló a los cientos de miles de guerrerenses que votaron para que fuera su gobernador. Precisamente por haber sido sólo un colaborador, pero nunca un personaje cercano al contador Torreblanca, fue que éste ignoró todas las veces que le manifesté personalmente siendo gobernador que rectificara sobre su forma de gobernar y la de sus principales colaboradores, idéntica a los priistas que habíamos sacado del poder, en especial mi supuesto jefe el secretario de Educación que es el mismo que repite ahora, razón por la que el gobernador se enojó conmigo y me retiró la amistad, lo que nunca hizo un servidor que conoce de lealtades sinceras, así como la confianza por lo que me solicitó la renuncia.


Le agradezco a la Dirección General de este medio la publicación de estas aclaraciones.

1 comentario:

  1. Liga del desmentido del Dr. Marco Antonio Morales Tejeda a La Jornada Guerrero: http://morateje.blogspot.mx

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