miércoles, 15 de marzo de 2017

PRINCIPAL DE NOTA ROJA

 Asolan grupos criminales
Ahuihuiyuco y Tepozcuautla

Alejandro Ortiz.--En el abandono institucional, asolados por la violencia y prácticamente incomunicados es como sobreviven los pobladores de Ahuihuiyuco y Tepozcuautla, comunidades del municipio de Chilapa de Alvarez, que poco a poco van quedando vacíos por las disputas de grupos criminales y desapariciones forzadas.

Además de no tener servicios básicos, los pobladores también deben enfrentar la falta de víveres y productos, pues las empresas repartidoras ya no llegan a esa zona por la inseguridad.
El poblado de Ahuihuiyuco, ubicado a 30 minutos de terracería en Chilapa de Alvarez, cuenta con una población de poco más de mil personas, y en 2015 hombres armados asesinaron a seis personas, entre ellos una menor de siete años y un bebé de 12 meses, todos familiares de un desaparecido en el municipio.
Desde ese momento, la vida en las comunidades que se vieron involucradas -Ahuihuiyuco, Tepozcuatla y Tetitlán de las Limas- cambió drásticamente por la presencia de bandas criminales que tienen prácticamente sometido a Chilapa de Alvarez.
El recrudecimiento de la violencia en la región provocó desde inicios de este año que el servicio de transporte público este detenido en Ahuihuiyuco y Tepozcuautla.
“Hace dos meses ya no suben los carros de sabritas, galletas, cerveza y refrescos. No sabemos por qué pero al parecer había mucho robo en esos pueblos. Lo malo es que ahora la gente tiene que bajar a Chilapa para comprar sus cosas y pues tienen miedo de que pase lo del 2014”, relató a Bajo Palabra un maestro, quien diariamente se traslada al lugar.
Pobladores e incluso autoridades, quienes pidieron el anonimato por temor, detallaron que los tres niveles de gobierno tienen abandonados estas comunidades, sometidas por la delincuencia.
De hecho, afirman que desde 2014 uno de los grupos criminales de Chilapa, y que tenía mayor presencia en la cabecera municipal- comenzó una “cacería” en contra de habitantes de localidades en donde existen bandas rivales.
Fueron las comunidades de Ayahualulco y San Ángel algunas de las más azotadas por la violencia, pues pobladores que viajaban a la cabecera municipal de Chilapa eran perseguidos, extorsionados y asesinados.
Esos hechos que detonaron en la suspensión del transporte a algunos pueblos, y el retiro total de Ayahualulco en el tianguis de Chilapa.
“Cuando voy a la escuela y hay gente del pueblo en Chilapa yo los llevo, y cuando bajo y hay quien quiere ir pues igual los apoyamos porque no hay nadie más”, contó uno de los afectados.
Autoridades locales consultadas por Bajo Palabra confirmaron que el servicio público dejó de operar y que “a lo mucho” suben dos camionetas al día para apoyar a la gente de los pueblos.
“Sí, ya nos habían comentado esa situación pero no podemos obligar a los chóferes si ellos sienten que su vida está en riesgo. Actualmente son dos camionetas que suben a Ahuihuiyuco y Tepozcuautla. Desde las seis de la tarde ya no hay nadie que quiera ir para allá”, manifestó a Bajo Palabra una autoridad local, quien ante los hechos ha pedido guardar su identidad.
La petición de guardar la identidad por parte de autoridades de Chilapa no es nuevo.
En 2016 durante la exhumación de fosas en un fraccionamiento -al norte de la ciudad-, personal de seguridad que resguardaba el área se acercó con los medios de comunicación, y pidieron aguardar a que no hubiera policías ni patrullas para poder tomar imágenes de la zona.
“Es que ustedes no saben cómo están las cosas aquí, compa”. “Imagínese usted si los mismos policías temen, qué no pasará por la cabeza de los pobladores que tienen que vivir sin protección e incomunicados o de nosotros mismos que no tenemos cómo defendernos”, señaló la fuente local.
Los pobladores de Ahuihuiyuco y Tepozcuautla, a cinco minutos de distancia entre ellas, tuvieron que cambiar el ritmo de vida, y decidieron, hasta el momento, no desplazarse al no tener condiciones, opciones, ni recursos. (bajopalabra.com.mx).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.