lunes, 15 de mayo de 2017

ARTÍCULO

Castigo ejemplar
a la misoginia
Wendy Alanis
El machismo, la violencia de género o misogínia aún no está reconocida como delito y se niega a desaparecer de la cultura a nivel mundial a pesar de que este tipo de actitudes o de conductas, muchas de las veces conllevan a cometer un asesinato y es la madre de todo tipo de violencia y actos de terrorismo.
Moisés Ocampo Román, profesional de la pluma, recientemente hizo alusión, no solo en sus redes sociales sino también en su programa de radio a que una regidora de la ciudad de Iguala de la Independencia en Guerrero, se prostituye para conseguir trabajo, insinuación que es un insulto a la capacidad e inteligencia de la cual no carecemos las mujeres, además de contribuir a la falta de oportunidades hacia el género femenino.
Peyorativo que por demás solo nos hace ver como objetos sexuales y aumenta el acoso laboral del cual han sido presas centenares de mujeres no
solo en México, también alrededor del mundo. Y siendo este tipo de expresiones un desahogo del verdadero odio que siente hacia la mujer pero sobre todo de lo que realmente piensa de una mujer, para Moisés Ocampo Román; las mujeres somos prostitutas y nada más. Por fortuna en esta ocasión se hizo justicia y Ocampo Román recibió una sanción que sentó un precedente histórico para la erradicación de la violencia de género.
Otro ejemplo de brutal machismo, es el ex secretario general del gobierno municipal de Chilpancingo, Gustavo Adolfo Morlet Berdejo a quien le parece gracioso que le den una golpiza a una mujer, supuestamente por “metiche” y aun así declara haberlo realizado desde un aspecto personal y no como funcionario público, ¿es que acaso hay dos personas dentro de Gustavo Morlet?  ¿O qué le hizo pensar que con una declaración como esta podría obtener el beneficio del perdón? ¿Se le olvida que primero recibió educación y después un puesto como empleado del ayuntamiento? Y esa fue la educación que recibió realmente, la de golpear a las mujeres. Y esos son los funcionarios de alto nivel que nos administrar, misóginos y asesinos de mujeres porque después de la golpiza viene el brutal asesinato por el simple hecho de ser mujeres.
Y no conforme con fomentar la violencia hacia las mujeres, Gustavo Adolfo Morlet Berdejo, descalifica el cuestionameinto social de prevenir y erradicar la violencia de género, llamándolo “chisme” e insistiendo que la publicación no es ofensiva, una prueba más de los valores éticos de dicho ciudadano pues como él mismo lo dijo; “desde un aspecto personal” , frase que significa: es correcto incitar a la violencia, sobre todo si es para castigar a la mujer.
Otro aspecto igualmente asqueroso de la violencia machista, son las vejaciones que se cometen en contra de una mujer en estado de vulnerabilidad, como la de recortar el salario a una jefa de familia por no acceder a las proposiciones de acoso sexual de su jefe, hechos de los cuales está siendo hoy acusado otro ex funcionario municipal de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, donde se está pidiendo la declaratoria de “Alerta de Género”, Nicolás Juárez Hernández; encargado del Programa Jornadas Comunitarias del Ayuntamiento que preside el priista Marco Antonio Leyva Mena.
¿Podremos entendemos ahora por qué es tan difícil la “Alerta de Género”? con funcionarios y hombres como los antes mencionados, Guerrero seguirá siendo un estado productor de violencia de Género.
La violencia de género debe ser tipificada como delito grave y perseguida de oficio, no solo por querella porque como lo vuelvo a repetir el machismo es “La madre de todas las violencias”, solo así habrá una sana convivencia entre hombres y mujeres y un correcto desarrollo de la sociedad, evitando con ello llegar a las temibles y terribles guerras que tanto como el machismo solo causan dolor y devastación.

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