viernes, 19 de mayo de 2017

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA

Vientos que vienen del SUSPEG…
¡¡¡Muera El Rey… Viva El Rey!!!
LA HISTORIA EN EL SINDICATO ÚNICO DE SERVIDORES PÚBLICOS DEL ESTADO DE GUERRERO, SUSPEG, en tratándose de cambio de dirigente, no puede ser diferente a ningún gobierno o entidad sindical que se precie de tal categoría, al fin humanos, al fin debilidades, al fin poder…
MUCHOS SON LOS PERSONAJES que han pasado por la ocupación del cargo más importante de esa institución sindical que ha crecido como pocos lo pudieron imaginar en 1945, cundo inició ya con broncas por la ambición del poder hasta que quedó Benjamín Mora Chino, como su dirigente.
UNO TRAS OTRO, quienes han sido líderes sindicales han tenido en sus manos la oportunidad de trabajar para mejorar las condiciones de vida del gremio que se multiplicó desde que “aglutinó” (palabreja de uso común en el SUSPEG) a profesores y burócratas y se hizo protector de ellos.
CHE LUPE, VALENZO MIRANDA Y OTROS NO MENOS IMPORTANTES dejaron registrado su nombre con letras de oro en los anales sindicalistas de Guerrero porque las cicunstancias así se los exigieron. A Gildardo Valenzo le tocó dirigir en los años 60, cuando la huelga a Che Lupe, después.
EN SUS OFICINAS EL GOBERNADOR Nogueda Otero preguntó al dirigente sindical: ¿Cuántos son ustedes en la dirigencia? ¡Doce!, contestó José Guadalupe Solís Galena. Pues que les den doce millones. Y Che Lupe como de rayo, le contestó: ¡Estás bien pendejo! Y le tiró un botellazo.
ERA LA ÉPOCA DE LOS DIRIGENTE BRAVOS, inquietos, no vendían huelgas ni se dejan intimidar, como aquella señora de Acapulco que era la secretaria general y manejando su carro de Acapulco a Chilpancingo, le aparecían a su lado otros vehículos que pretendían sacarla de la carretera.
LOS TIEMPO CAMBIARON, Gustavo de la Cruz, José Luis Peralta Lobato, el mismísimo Ernesto Ramírez Chávez, todo dio un vuelco y comenzó otro perfil político hasta llegar a la época de David y luego de Adolfo quien para subir al liderazgo lo hizo limpio, sin boruca ni alteraciones gremiales.
HOY, ADOLFO CALEDERON NAVA está a punto de entregar los bártulos y las riendas a otro David para que se siga enfrentando al Goliat que ahora –paradógicamente- ya no actúa como patrón sino como aliado de sus trabajadores y hay buen tono en el diálogo obrero-patronal.
SUPONEMOS QUE NO SE HA QUERIDO MOVER EL AGUA sindical del cambio por un motivo muy humano, muy entendible en las debilidades gremiales, porque cuando se anuncia que ya hay nuevo “rey” o jerarca, al que va de salida, dejan de darle importancia, mengua su poder …
Y TODOS A UNO PROCLAMAN: “¡Muera el rey, viva el rey!”, cosas de las dinastías y de los castillos medievales, pero no hay más cera que la que arde ni más leche que la Nido, y así tiene que ser, Adolfo ya se va y David es es quien lo sustituye en las responsabilidades.
AQUÍ ENTRA EN JUEGO OBVIO EL ACUERDO QUE EL SUSPEG TENGA con el gobierno porque a estas alturas, al gobierno estatal tampoco le conviene que la poca pólvora que queda arda en infiernos, si se lleva la fiesta en paz, tranquildad habrá de esta parte en Casa Guerrero.
ADOLFO CALDERON NAVA dese hace cinco años en que venía venir la oportunidad hizo un trabajo mesurado y limpio en la responsabilidad que le correspondió en el área del SUSPEG. Mesurado sí, pero efectivo en su política sindical y cosechó amistades benéficas de propio y extraños.
HA CONDUCIDO DURANTE CUATRO AÑOS al SUSPEG de manera apasionada, de entrega total con honestidad y pulcritud al grado que el gobernador, ante la clase laboral, le invitó a a ser miembro de su gobierno, y ahora que salga, lo veremos tal vez en otra posición distinguida. Lo merece.
HOMBRE SENCILLO, MODESTO EN Y PULCRO EN SU PERSONA PERO RECIO, FUERTE E IMPLACABLE en el desempeño de su delicado oficio como dirigente sindical, con destreza supo mover sus piezas y se sobrepuso con creces aún ante aquella quema de sus oficinas hechas por vándalos.
OTRO ASPECTO DEL CAMBIO entre los dirigentes sindicales es que sin ser brujos se advierte que los poderes de los gremios quedarán todos entre hijos de la ciudad de Iguala a la que ya le toca respirar de otro modo porque está mucho muy abandonado, y a loemjor con ellos levnta cara.
OJALPA QUE EL TIEMPO que resta se use en cada sección sindical para reconocer la tarea esforzada y efectiva a favor del gremio de un hombre íntegro que se llama Adolfo Calderón Nava, profesionista guerrerense de reconocidos méritos y por ello mismo, ejemplar.

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