viernes, 9 de junio de 2017

ARTÍCULO

La Casada Infiel
Apolinar Castrejón Marino
Y yo que me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
….pero tenía marido.
Para los jóvenes y los niños, estos versos no significan nada, pero los no tan jóvenes, y quienes se han cultivado un poco, de inmediato identifican la hermosa poesía del escritor y dramaturgo español Federico García Lorca, “La Casada Infiel”.
Gran talento debió tener García Lorca, pues sin caer en la vulgaridad pudo describir en 4 líneas una de las escenas más eróticas de la literatura:
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Ciertamente son versos sencillos, sin demasiadas pretensiones, pero lo verdaderamente sorprendente es que García Lorca era un reconocido homosexual, y entonces ¿cómo podía describir roles masculinos, que rayaban en el machismo? Los bohemios, han hecho una adaptación musicalizada, a la cual pusieron por título “Nayla”.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas 
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Federico García Lorca nació el 15 de junio de 1899 en Granada, España. Es considerado como el poeta de mayor influencia y popularidad en la literatura española del siglo XX.
A la edad de 39 años, durante la guerra civil española, sin el beneficio de un juicio previo, fue asesinado por ser Republicano y por ser homosexual, lo cual era considerado por los monarquistas de Francisco Franco como algo imperdonable, y para lo cual sólo había una pena: la muerte.
Se ignora el paradero de sus restos, porque sus ejecutores ni siquiera tuvieron la dignidad de entregarles el cuerpo a sus familiares, enterrándolos en una fosa clandestina. Hasta la fecha se ignora el paradero de su cuerpo.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
 Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver.
Ella sus cuatro corpiños.
 Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
 Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
“La Casada Infiel” está incluido en el Romancero Gitano, publicado en 1928, pero García Lorca tiene muchísimos poemas más, como por ejemplo, Preciosa y El Aire, Romance Sonámbulo, y Romance de la pena negra.
Sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.

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