viernes, 2 de junio de 2017

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
NOTICIEROS RADIOFÓNICOS
(EN MEMORIA DE MI MAESTRO HERMILO CASTORENA)

EL PERIODISMO ES UNA CARRERA APASIONANTE, fascinante, encantadora y llena de satisfacciones porque se sirve a la sociedad por medio de la palabra.
De los muy antiguos “avissi”, que eran una especie de papeletas que antiguamente en la vieja Europa se pegaban en las plazas públicas avisando precisamente al público sobre diversos acontecimientos a realizarse o realizados en las épocas de los castillos medievales a lo que actualmente es el facebook o el twitter, han pasado siglos, pero lo fundamental de la noticia no ha cambiado.
Lo que ha variado es la forma de dar a conocerlas, ya
que la prensa como industria, como comercio o como negocio busca sus ingresos y los logra de manera extraordinaria, cuando puede ser de alguna manera “original” en difundir esa actividad de comunicación básica.
EN MÉXICO, FUE LA XEW, “La Voz de la América Latina desde México”, quien echó punta en esos menesteres. Al paso de los años surgieron muchas estaciones de radio y desde los 60s del siglo pasado, los noticieros se volvieron el atractivo más importante del radio, que luego saltó a la televisión, encontrando en Jacobo Sabludowsky, al pionero, al padre de ese nuevo sistema de noticias con imagen.
HOY EN DÍA, LOS NOTICIEROS RADIOFÓNICOS y televisivos son el negocio más redituable de las estaciones en todo el país. Lamentablemente en lo que concierne a Chilpancingo, “estamos” no solamente pobres, sino empobrecidos con los “periodistas” todos que transmiten esos programas dignos de mejor suerte.
LA LICENCIA DE LOCUTOR hacia los años 60, era expedida por la Dirección de Educación Audiovisual, de la Secretaría de Educación Pública.
Álvaro Galvez y Fuentes, el famoso “Bachiller”, fue su titular, y como jefe de Radiodifusión del Gobierno Federal estuvo el Vate, Ricardo López Méndez, aquél autor del “México, creo en ti”, es decir, señorones de la palabra y por tanto, para aprobar el examen escrito y oral era mediante la comprobación que se sabía no solamente leer y escribir, amén de un examen de historia del arte, historia de México, literatura, clásicos mexicanos, clásicos españoles, etcétera, sino también que se dominaba la Ley Federal de Radio y Televisión.
Era una odisea aprobar el examen, pero también un lujo. A mí me tocó presentarlo (primero el escrito y si lo aprobabas te hacían el oral, ante sinodales) con un grupo de 150 aspirantes de todo el país y solamente aprobamos tres. Guerrero, presente!
TAL VEZ POR ELLO hoy me sacude la pena ajena al escuchar a los “conductores” de los noticieros radiofónicos de mi pueblo Chilpancingo. Son en su mayoría ignorantes, pedantes, estúpidos y carecen de todo principio profesional para estar al frente de un noticiero.
Ignoro quiénes serán los “maestros” de la escuela de Ciencias de la Comunicación (o como se llame) en la UAGro, pero los alumnos egresados dejan mucho que desear como comunicadores.
Hace falta que abran los ojos y observen la triste realidad. Hay mucha estupidez y bobería en las estaciones de radio, pero esos “conductores”, por cómo se les oye, se sienten “soñados” y que ni Dios los merece.
¡Cuanta estupidez radiofónica en mi rancho!
La verdad duele, pero es la verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.