jueves, 8 de junio de 2017

NOTA

Ignorados por el gobierno
viven en la margen del río
Edgar de Jesús.TECPAN DE GALEANA, GRO.--Al no tener dónde vivir, familias se han ido asentando en los márgenes del río de Tecpan de Galeana, y buscan la manera de construir sus casas con los pocos recursos que tienen, sin importar el riesgo ante la temporada de lluvias.
El sentido de supervivencia los obligó, dicen, a buscar una zona para instalar sus casas, y aunque están temerosos por las fuertes precipitaciones pluviales que se han registrado en la parte alta de la Sierra, deben darle un hogar a los niños.
Actualmente las familias viven en casas de madera y cartón, pero hay quienes piensan ya en meter materiales más resistentes, aunque saben que año con año, la
creciente puede llegar al desbordamiento.
Todo ello a pesar de los constantes llamados de Protección Civil (PC) municipal para que desalojen las zonas al ser considerada de alto riesgo.
Pero las familias son de muy escasos recursos económicos y no cuentan con un terreno seguro para habitar, por ello edifican sus precarias viviendas ahí.
Durante un recorrido realizado por este medio informativo, se observó que las familias se encuentran instaladas en los márgenes del río y, a tan solo una cuadra del Ayuntamiento municipal.
Ellos buscan la manera subsistir tomando los pocos empleos que hay en esta zona. La señora
Elizabeth Fuentes Sotelo, es una de las amas de casa de esa zona. Dice que “por desgracia” no tiene un lugar digno para vivir, ya que la pobreza extrema que vive no le deja otra alternativa de vida.
Más allá del peligro al que se exponen principalmente durante la temporada de lluvias, dice, “desgraciadamente no tengo a donde más vivir, soy pobre y tengo muchos problemas”.
Elizabeth padece de anemia desde hace varios años, situación que complica aún más su economía familiar, pues sus únicos ingresos los obtiene por cuidar a una persona de la tercera edad y, vender chicharrones y palomitas.
Ella considera que, a pesar de que las autoridades municipales le han notificado que debe de abandonar esa zona, “me atrevo a estar aquí porque no me alcanza para pagar la renta”.
Dijo que en las veces que ha salido en busca de un trabajo formal y mejor pagado, simplemente regresa sin nada, a pesar de que ha acudido a las oficinas estatales de colocación de empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS).
Las empresas solicitan las vacantes pero los interesados deben tener estudios mínimos de secundaria o preparatoria, además de una edad de entre 18 y 35 años, pero ella tiene 43.
Su casa tiene paredes de madera con enormes huecos que son cubiertos con bolsas de plástico y sábanas; el techo, de lámina de cartón. Tardó cuatro años en tener esa estructura, su único patrimonio.
“Tengo que estar al pendiente para ver cuando la corriente eleve su nivel, para que me salga rápido”, se lamenta, porque en los cuatro años que lleva ahí, ya ha sido afectada al menos dos veces por la creciente del río. (API).

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