miércoles, 26 de julio de 2017

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
MANUEL S. LEYVA MARTÍNEZ, EL POETA DE TEQUICORRAL
Y SU “HOMENAJE”
¡Salve Poeta!
 
A don Manuel S. Leyva Martínez lo conocí cuando él frisaba los 33 años de edad.
16 años antes había sido, junto con los jóvenes Félix J. López Romero y Rogerio César Armenta Ramírez, los reporteros fundadores del periódico que en agosto, el día 7, de 1947.echó a andar en Chilpancingo don Humberto Ochoa Campos, patrocinado por el gobernador de la época, don Baltazar R. Leyva Mancilla, su tío.
Era la época en la que don Roberto Catalán Mancilla, el famoso “Güero Sol”, personaje irrepetible de Chilpancingo, pasaba gritando frente al palacio de gobierno: “Por desgracia soy Mancilla, por orgullo Catalán”.
La profesora Lucía Luna, su hermana, en entrevista nos platicó que eso expresaba el “Güero Sol” porque en su tiempo, el gobernador don Rafael Catalán Calvo le auxiliaba económicamente, pero, al arribar al poder en 1946, aproximadamente don Baltazar, don Roberto dejó de gozar de ese apoyo económico que entonces todavía no se llamaba “chayote” y el resentimiento lo hacía expresarse de esa manera.
Ya establecido en el gobierno del estado como mandatario, don Raymundo Abarca Alarcón quien dicen que no soñaba siquiera con ser gobernador pero que fue impuesto –eso dicen- por el secretario del presidente Adolfo López Mateos, el político chilapense don Donato Miranda Fonseca, fue cuando Manuel S. Leyva Martínez hace su reaparición por su tierra Chilpancingo (se dice que nació en Tequicorral) subiendo y bajando por los comederos políticos y trabajando tal vez para algunas publicaciones nacionales o estatales.
Nadie de los periodistas supo en ese entonces por qué él y Rogerio Armenta se liaron a golpes en la vieja oficina de Prensa, que se localizaba exactamente en la casa donde nació el actor Domingo Soler, en la avenida Vicente Guerrero, casa adjunta al domicilio del cuñado del gobernador Abarca Alarcón, don Bulmaro Tapia Terán. Un resentimiento tal vez nacido tres lustros antes, cuando ellos y don Félix J. López Romero eran reporteros del
primer diario que hubo en el estado de Guerrero. Quién sabe.
Por allí, con frecuencia, se veía a don Manuel S. Leyva, siempre bien vestido, chaparrito, con recia personalidad, buen carácter y amable, atento, saludador.
Para la época ya llevaba sobre las sien varios lauros al haber ganado en diversos certámenes de poesía, tanto internacionales como estatales y locales, y era famoso su hermoso poema “La Matagente”, pero más hermoso aún su “Canto íntimo a Chilpancingo” que tuvimos la fortuna de grabar en nuestro disco “Qué Bonito es Chilpancingo”.
En este poema citó don Manuel al bardo insigne Lamberto Alarcón, autor del “Canto al Laurel del Templo de Chilpancingo”.
Por esa mención que hizo del inspirado autor, iniciamos una ardua investigación que duró años, hasta que conseguimos toda la información posible de la vida y la obra de don Lamberto, quien está sepultado en Ciudad Acuña, Coahuila: “Yo que vine de la Mesopotamia de las costas de Guerrero a sembrar mis raíces en Ciudad Acuña, Coahuila”.
Ingenuamente pretendimos iniciar la gestión del traslado de sus restos mortales a la Rotonda de los Hombres Ilustres de Guerrero. El poeta Lamberto Alarcón, “El Poeta Olvidado”, nació en Chichihulaco y es Gloria de Guerrero y Orgullo de esa población, pero nunca obtuvimos atención de autoridad algún para rendirle siquiera un homenaje y menos publicar su obra. Ahí está, arrumbada como otras, lamentablemente.
Y es que en Guerrero hay mucha desidia por lo que se aproxime a la cultura o sea cultura.
Por eso nos extraña, y mucho, el “homenaje” que los días 27 y 28 de julio del año en curso se pretende hacerse a favor del poeta Manuel S. Leyva Martínez.
A lo mejor lo organizaron (como suele suceder) solamente los vecinos de Tequicorral y en “las invitaciones”, quienes se paran la nalga o el cuello son los de siempre, quienes que jamás hacen algo a favor de la cultura. Todo es posible en una tierra sin ley y sin sospecha de lo que es cultura.
Si ese “homenaje” lo “organizó” actividades cívicas del gobierno del estado, los directivos de la porquería esa que se llama “actividades cívicas” sigue fallando con errores cada día más insultantes. En justicia esa cosa debería ser “actividades cínicas”.
Sus invitaciones impresas en papel de lo más corriente, llenas de sellos o logotipos para “quedar bien” quién sabe con quién. Un “programa general” hecho con las patas, todo amontonado, ridículamente diseñado y la fotografía de portada de un anciano que más que “laureado” parece ser el anuncio de un cubil para senectos.
No hay respeto, y lo que es peor, ni siquiera idea de a quién están “homenajendo”, si es que el término es también admitido con calzador y como gazapo por la Real Academia de la Lengua Española.
La Biblia dicta: “No hay profeta en su tierra”.
Pobre Manuel. Después de ser ovacionado en certámenes mundiales, colocándole Laureles de oro en la sien, lauros que ha paseado con orgullo por los cinco continentes y particularmente por toda la franja fronteriza México-EEUU, donde radica vendiendo barbacoa y pozole, regresa a su tierra donde “actividades cínicas” del gobierno del estado lo hará caminar, a sus casi noventa años de edad, desde el centro de la ciudad hasta “la plazuela” de su barrio (que por cierto geográficamente está fuera de)… Ya ve usted: ¡No hay respeto aquí, para nadie!
Pero, ¿qué hacer si así son estos “homenajes”, así son estos “organizadores” y estas cosas de la “cultura” “guerrerense”?
Más brutalidad, no se puede esperar.
¡Salve Poeta tequicorraleño!
(NOTA DEL REDACTOR: La fotografía donde se observa a Manuel S. Leyva Martínez con uniforme, corresponde a cuando fue el primer comandante de la agrupación de Auxilio Turístico, conocida como “Los Ángeles Verdes” que fundó en Guerrero el gobernador Raúl Caballero Aburto, de quien Manuel S. Leyva Martínez fue cercano colaborador y muy amigo del popular artista, compositor y poeta don Ezequiel “El Cheque” Cisneros).

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