martes, 25 de julio de 2017

NOTA

Emprendedora joven
tiene su huarachería
Con apenas 19 años de edad, Katya Segura Santiago dirige su propia empresa. Quizá heredó el espíritu emprendedor de su padre quien se ha dedicado a la fabricación de huaraches desde hace 20 años.
El negocio de Katya es de sandalias con modelos únicos y personalizados que vende en Acapulco y Chilpancingo, en el estado de Guerrero.
Pero ¿qué motivó a esta joven a iniciar su negocio a tan temprana edad? Las ganas de salir adelante y ayudar a su familia. Pero también porque aprovechó una oportunidad que su hermano despreció.
Se trataba de una invitación por parte de INADEM para participar en una convocatoria para jóvenes emprendedores donde había que presentar un proyecto. Su hermano
no tenía tiempo de ir y Katya no dudó en acudir. Estaban en juego 50 mil pesos que la joven acapulqueña vislumbró para adquirir máquinas y producir más sandalias.
Su sorpresa fue que después de pasar por un proceso de incubación y presentar su proyecto ejecutivo, obtuvo el premio. Con ese dinero formalizó su empresa SeSan Beach, especializada en sandalias y huaraches con diseños exclusivos y novedosos. Vende sus productos a mayoreo y menudeo e innovó una forma para promocionarlos: invitó a sus amigas a ser promotoras del calzado y llegar, así, a más personas.
Katya aún estudia la carrera de Sociología de la Comunicación y Educación en la Universidad Autónoma de Guerrero. Cuenta que ha sacrificado varias cosas para lograr su objetivo, como fiestas, comida y hasta horas de sueño. “Pero vale la pena”, dice satisfecha.
Es la segunda de seis hermanos y su mayor motivación es ayudar económicamente a su familia y darle una mejor educación a su hermano más pequeño.
Tiene como meta terminar sus estudios y expandir su negocio hacia otras zonas de Guerrero y a otros estados de la República.
Y ya como joven empresaria les da algunos consejos a los jóvenes que quieran emprender: “Les diría que si tienen una idea de negocio a los 15 años empiecen a planificarla porque a los 18 ya son legales y pueden acceder a los recursos de cualquier institución.
“Que los desvelos y malpasadas valen la pena porque se siente uno realizado y genial de poder ayudar a tu familia.
“Y que si no tienen una idea de negocio piensen en una necesidad o creen la necesidad. Si tú piensas o creas la necesidad ya tienes un producto”.

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