miércoles, 16 de agosto de 2017

POLICRÓNICA

Tigrada…Es una buena iniciativa, se ha hecho en la práctica, pero no se ha oficializado en calendario cívico, solo se lleva a cabo como un evento cualquiera, pero sin identidad y ha ido de más a menos cuando se están cumpliendo 30 años, por indiferencia de las autoridades y aunado a la imparable violencia.

En Chilapa de Alvarez, en los últimos 30 años, cada 15 de agosto, se realiza “La Tigrada”, pero no hay un trabajo organizacional e institucional que lo respalde. Quienes hemos tenido la oportunidad de vivir en  esa levítica ciudad, recordamos que no había tal actividad, pero ahora despistadamente las autoridades municipales encabezadas por Jesús Parra García del Partido Revolucionario Institucional, disque promueve el evento, pero no tiene un sustento histórico, mucho menos una iniciativa en la que tenga el antecedente de la probación en una sesión de Cabildo en la que oficialice y contemple dentro del calendario municipal de eventos que se tienen que organizar y promover. Al menos nosotros desconocíamos de la existencia de este evento colorido que tuvo su primera aparición el 15 de agosto de 1987, con motivo de la Virgen de Santa María de Asunción en Chilapa de Alvarez. Siendo respetuosos de los ciudadanos chilapenses, pero lo cuestionable es que su actual presidente municipal Jesús Parra García, no ha hecho la promoción institucional a la que está obligado para enraizar lo que ya lo manejan como “tradición” cuando apenas lleva 30 años, hasta donde entendemos el concepto, es cuando viene de abolengo, no cuando recién se ha instaurado, tal como lo hicieron un grupo de inquietos ciudadanos chilapenses y ahora se sigue haciendo “La Tigrada” lo que se conoce como los tigres u hombres tigres de Chilapa de Alvarez, van desapareciendo cada año debido a la pachorra de las autoridades municipales y complementada por violencia que ha azotado al municipio, considerado entre los cinco de Guerrero con altos niveles de criminalidad. Con ello, la tradición más importante va muriendo lentamente, luego de que el 09 de julio del 2014, este municipio vivió quizá la más sangrienta página de su historia. Un grupo de aproximadamente 20 de hombres armados y policías de la Unidad de Fuerzas Especiales (UFE) del Estado, protagonizaron en pleno centro de la ciudad un enfrentamiento que dejó poco más de 40 muertos; indican los testimonios de personas. Desde entonces Chilapa no volvió a ser el mismo. El miedo, la zozobra, inundaron los hogares. A finales de ese mes de julio del 2013 cuando, los hombres tigres tenían que salir a las calles para ser “toreados” por los niños, pero no salieron hasta el 6 de agosto. La tradición marcaba que esta festividad iniciaba desde el 22 o 23 de julio, cada año. Tanto fue el impacto que dejó la violencia, que los gobernantes municipales en turno, tienen que obligar a sus empleados a vestirse de tigres y hacer el ritual que, cuentan los ancianos de la ciudad, sirve para atraer el agua. Los habitantes cuentan sobre que anteriormente había más perros que tigres, sin embargo, desde el año 2008, gobiernos han hecho de este evento, actos políticos, lo cual también abona al desvanecimiento de la originalidad. También afirman que la historia de los tigres es incierta, pues “nadie se pone de acuerdo” para armar una versión oficial. Los pocos jóvenes que se siguen vistiendo de tigres son alentados por el amor a su tierra, aunque otros, obligados por las autoridades que aparentemente buscan preservar la tradición, pero a la vez sacar raja política. En las calles de Chilapa, decenas de tigres salen y, la gente, principalmente los niños y adolescentes les lanzan burlas para luego huir. Así transcurren los días previos a la pelea de Tigres, el 15 de Agosto y el día de ayer no fue la excepción, en el zócalo, un desfile con tintes carnavalescos alegra a la gente y marca la fiesta patronal en honor a la Virgen de la Asunción. Pero en Chilapa de Alvarez a diario hay asesinatos, levantones, secuestros y otro tipo de hechos violentos. Las escenas que día a día engordan las cifras de la desgracia, son aterradoras, desgarradoras. Ello, no sólo ha afectado el comercio artesano, el transporte, la tranquilidad de los pueblos; también, las tradiciones. Por este escenario violento, se tuvo que llevar a cabo el evento resguardados por soldados del Ejército y la Policía Municipal, el alcalde priista de Chilapa de Alvarez, Jesús Parra García junto a la diputada federal Verónica Muñoz Parra encabezaron a funcionarios y empleados del Ayuntamiento, en la marcha de la tradicional Tigrada. Lo siguiente, es una crónica, escrita, por Luis Daniel Damián, corresponsal del diario “El Sur”, quien reflejó en su periódico en la edición de hoy miércoles, y se comprueba de lo que estamos escribiendo y peor ahora se tuvo que recurrir hasta la seguridad de militares, eso  ya no es una fiesta popular, sino totalmente acotada por la delincuencia. “Desde el primero de agosto los trabajadores denunciaron que fueron obligados a vestirse y marchar, ante la falta de ciudadanos que se reusaron a hacerlo debido a la violencia que provoca la lucha de los grupos criminales Los Rojos y Los Ardillos. La participación ciudadana ha sido poca en comparación de años anteriores, y el gobierno municipal obligó a sus trabajadores a disfrazarse para La Tigrada. Hombres, mujeres y niños vestidos de tigres salieron a recorrer y a rugir en las calles de Chilapa en esta colorida tradición de vestirse de tigres, recorrer las calles arrastrando cadenas y concentrarse en el centro de la ciudad. Frente a la catedral de Chilapa. Ayer familias enteras salieron a las calles vestidas de tigres o a observar la tradición que data de 1987, cuando un grupo de jóvenes católicos se apropió de un tradicional y desconocido acto que consistía en que personas vestidas de tigres (como llamaron los europeos a los jaguares) y perros recorrían las calles empedradas y lluviosas de la población. Dos de las manadas de tigres iniciadoras de esta tradición, la del barrio de La Villa y la de la familia Silva que muestra las máscaras artesanales más antiguas, hicieron un recorrido independiente al convocado por el gobierno municipal. El alcalde y el baile de la iguana. En la marcha oficial, vestidos de tigre y con la cobertura de medios de comunicación de todo el estado, el alcalde bailó el son de La Iguana por una de las calles ante la mirada de los vecinos.A convocatoria del Ayuntamiento desfilaron también contingentes de escuelas allegadas al presidente municipal, grupos de danza, representaciones del pueblo de Acatlán y de los municipios de Ayutla de los Libres, Olinalá, Tixtla, Ahuacuotzingo, Mártir de Cuilapan, Chilpancingo, Cuajinicuilapa, San Jerónimo de Juárez y Teloloapan. La celebración oficial concluyó con un acto de alabanzas y agradecimientos al alcalde en la plaza cívica y un fandango en el kiosco de la ciudad amenizado por los grupos Laguneros, Sones de Artesana, Alacrán son, Xiltonsin y Tradición fandanguera. Antes, en la mañana, el obispo Salvador Rangel Mendoza encabezó La Confirmación, un juramento a la Iglesia Católica después del Bautismo, de más de 100 niños, y al mediodía una misa en una catedral repleta de feligreses en torno a la imagen de la virgen que fue ofrendada con muchas manzanas. Las calles del centro de la ciudad lucieron llenas de familias, invitados, visitantes, fotógrafos, comerciantes de manzanas, garnachas, antojitos, tacos, artesanías, chacharas y juegos mecánicos, así como de militares, en una de las dos principales fiestas patronales del pueblo”. En esas condiciones se llevó a cabo la festividad, que le ha quitado el verdadero colorido, gracias a la indiferencia del actual alcalde del PRI y completado por la violencia imparable.…Procesado…A dos meses de la masacre en San Pedro Cacahuatepec, municipio de Acapulco, donde hombres armados de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), habrían matado a siete personas, entre ellas dos menores de edad, la Fiscalía General del Estado (FGE) vinculó a proceso a uno de los presuntos implicados.El pasado 10 de junio del 2017, hombres armados de la organización que dirige Bruno Plácido Valerio, mataron a siete personas, a quienes acusaron de extorsionadores y de atacarlos con armas de fuego, a pesar de que las pruebas para saber si habían disparado un arma, de acuerdo con la FGE, resultaron negativas en el caso de las víctimas. A finales del mes de julio, la Fiscalía General del Estado (FGE), habría detenido a tres miembros de la UPOEG, entre ellos un menor de edad, por los hechos en San Pedro Cacahuatepec, y hoy, a más de dos semanas, se vinculó a proceso. “La Fiscalía General del Estado logró la vinculación a proceso de Virginio como presunto responsable de homicidio calificado en agravio de Amalia y otros, hechos ocurridos en San Pedro Cacahuatepec, municipio de Acapulco, el pasado mes de junio”, informó la Fiscalía a través de un comunicado. A partir de esta fecha, se tendrá un plazo de cinco meses para el cierre de la investigación y se determine la culpabilidad de un miembro de la UOPEG, del grupo de implicados en la masacre.

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