jueves, 14 de septiembre de 2017

ARTÍCULO

La Serpiente del Maíz
Danie Sans
Entre las historias y relatos que aún pueden recogerse entre la gente de Chilapa y sus alrededores, es la de la “Cincuate”, serpiente del maíz, serpiente sorda o alicante, como es conocida en el Bajío. Uno de esos relatos, es el de que es una serpiente muy singular, incluso mágica, -cuentan algunos- pues tiene la facultad de hipnotizar a sus víctimas,  haciéndolas caer en un profundo sueño,  pues  gusta frecuentar los hogares donde las madres aún amamantan a sus hijos. Los que la han visto, dicen que por las noches se acerca sigilosamente y su cola la introduce entre los labios de la criatura, para que no llore, mientras ella, se aprovecha  del alimento de su madre.
Después se desliza por entre las sábanas, sin que nadie sospeche nada.
Durante el día, acostumbra subir a los árboles y desde ahí silbar a cuanto  caminante pase, al escuchar el sonido, la persona piensa que alguien la está llamando, al no ver a nadie, prefiere apurar el paso, pues termina completamente asustando.
La Cincoatl, fue utilizada en tiempos prehispánicos para regular las plagas de roedores que  azolaban los cultivos. No es venenosa, llega a medir poco más de 1.60 y vive principalmente en las zonas de cultivo. Es una especie endémica de nuestro país.
Cierto o no dichos relatos,  lo que sí es verdaderamente real y preocupante, es que se encuentra amenazada de acuerdo a la Secretaría CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres con la NOM-059-ECOL-1994,  esta especie al no ser venenosa, es utilizada como mascota, lo que la vuelve muy vulnerable y codiciada por los traficantes de animales.
Debemos ser conscientes que este extraordinario reptil, es parte importante de nuestra historia y  una especie que ayuda a la regulación de los ecosistemas, especialmente, para el control de las plagas en los cultivos. La ignorancia ha sido la causante de que la población de este grupo este desapareciendo y queda en nosotros, hacer conciencia de que traficar o comprar una especie protegida, es un delito que se paga con multas muy fuertes.
Si usted quiere conocer más, puede visitar la página del CITES, basica.primariatic.sep.gob.mx
Hasta la próxima

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