viernes, 15 de septiembre de 2017

SEGUNDA PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

ABH:Sin atenderse en 4 años
2500 familias de La Montaña
Luis Jijón León.--A cuatro años de las afectaciones por el huracán “Ingrid” y la tormenta “Manuel”, en la región de la Montaña, las familias damnificadas, siguen incomunicadas, en el abandono, y hasta el momento no han sido atendidas dos mil 500 viviendas entre daños parciales y totales.
Además de la construcción de escuelas, puentes, y centros de salud, denunció el presidente del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.
Para el defensor de los derechos humanos el Plan Nuevo Guerrero,
programa del gobierno federal en el que se invirtieron millones de pesos para la reconstrucción, se convirtió en un negoció entre funcionarios y las empresas constructoras, quienes en medio de la desgracia vieron un negocio.
“En la región de la Montaña siguen abandonadas las obras, todo quedó inconcluso, simplemente fueron llamaradas de petate, todo quedó en noticia, pero la gente sigue abandonada. A cuatro años estamos en una situación deplorable, crítica, las pocas casas que se hicieron son de mala calidad, se filtra el agua”, dijo.
Dentro de las obras que no se realizaron, de acuerdo a un censo el Consejo de Comunidades Damnificadas, se encuentran 2 mil 500 viviendas que registran daños parciales y totales en la región que no fueron atendidas, pese a que la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) junto a los damnificados realizaron el levantamiento de los daños, y “simplemente argumentan que no hay recursos”.
Tampoco han sido construidos por lo menos 20 escuelas, ni 10 centros de salud los cuales resultaron con afectaciones, y quedaron pendientes de repararse. Además de puentes y caminos. Uno de los puentes que hasta el momento no ha sido construido es el de la comunidad Valle Hermoso, el cual une a Metlatónoc con la Costa Chica, “hasta la fecha sigue la gente incomunicada en esa zona”.
Tlacoapa  es otro de los municipios en el que la reconstrucción fue un engaño, pese a que durante las afectaciones la entonces secretaria de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga los visitó y les prometió que la imagen del municipio cambiaría con las obras que se ejecutarían como las escuelas, el hospital, y las viviendas, “pero todo quedó inconcluso, simplemente fueron llamaradas de petate”.
En algunos de las zonas afectadas sólo fueron a tirar camiones de grava y arena para simular que iniciarían con la reconstrucción, pero al final terminó en un negocio entre funcionarios que tienen relación con las empresas constructoras, quienes con la desgracia vieron un negocio, recriminó Barrera Hernández.
“Hay todo un negocio entre empresas y funcionarios públicos, este tipo de siniestros les viene bien a esta clases política que  ha encontrado el negocio, quienes ganan son los que tienen relación entre empresas constructoras  y funcionarios públicos”.
“Las comunidades más abandonadas son las que más han sufrido los estragos de políticas que solamente anuncian inversiones millonarias pero a cuatro años la gente sigue viviendo a la intemperie, sigue sufriendo los estragos del hambre, y siguen en una situación de olvido y discriminación, por eso no queda otra que salir a protesta, salir a mostrar el coraje, la impotencia de una población que no tiene forma de que se le tome en cuenta”. (bajopalabra.com.mx).

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