miércoles, 11 de octubre de 2017

NOTA

La boda del fiscal Olea, sus
amigos, su suite y su fiesta

María Mercedes del Palmar.ACAPULCO, GRO.--Pues bien, mi amiguita Cristina sí fue invitada a la fiesta, yo como no me muevo entre lo popis guerrerense, pues no. El caso es que al final, la perrucha de la Cristi me vino con todo el reporte. Sucede que ese súper ruquito llamado fiscal Xavier Olea, se casó este pasado fin de semana con Rosa Elena Huerta fue toda una mega boda, quizá más de un millón de pesucos el puro banquete servido por el negocio de Susana Palazuelos, chef y también consejera nacional y delegada estatal de la Cruz Roja.
La boda, a la que asistió toda la clase política priísta de todos los tiempos y edades, se realizó en Casa del Mar, en Barra Vieja, un negocio de doña Susana, una cocinera que ha servido siempre a la rancia clase política local. Allí estuvieron desde el gobernador Astudillo y su esposa, hasta el último gato del actual gobierno priísta de Guerrero. Autos lujosos por aquí y por allá, dice la Cristi, montones de guaruras, por eso no hay nadie quien cuide a los
ciudadanos porque todos los ocupan los funcionarios para su seguridad y las de sus mujeres y casas. Pero montones de guarros al servicio de funcionaros priistas, dijo fascinada la mensa.
 Cuando la Cristi me vino con este cuento, yo le dije que eso qué tenía de maravilloso. Puedo reconocer que sí, quizá es raro que un megaruquito se case con una morra un poco más young, ¿pero qué? Eso es ya muy común en todos lados, más cuando se tiene poder y dinero. Ambas cosas prestadas. Bueno, quizá se nota más friki en el ague Olea porque ya tiene como setenta, pero si fuera una década más joven quizá no se viera tan friki, le dije.
La Cristi es bien fijona y prejuiciosa, y eso me molesta, por eso le dije que si su arguende no tenía algo realmente periodístico que mejor se fuera. Pero sí, resulta que mensa, mensa, no es. Como es bien amiguera, me dijo que se metió al baño con una amiga, esposa de uno de los compinches del alcalde de Acapulco Evodio Velázquez, que le dijo, que los padrinos del ague Olea, unos seis o siete, se fueron a hospedar al Banyan Tree Cabo Marqués, todo facturado a la Fiscalía de Guerrero. Pues allí el ruquito Olea y su séquito hicieron y deshicieron, bebidas y todas esas cosas hubo en abundancia.
Entonces le dije que eso también es muy común en esa clase política parásita. Y que el vetusto Olea como ha sido abogado de muchos ratas y delincuentes, así hizo su varo. Pero la Cristi, dijo que no. Que no están tontos para gastarse su varo si tienen modo de sacarlo del presupuesto público. A ver, le dije, ¿qué más sabes?
Entonces la perrucha se soltó. Me dijo que para empezar, como recién había llovido, la arena de la playa estaba muy fea, sucia y desordenada. La novia del fiscal no quería verla así, porque sus invitados no iban a caminar sobre arena sucia. Entonces pidió que la aplanaran y la barrieran, pero por hacer eso doña Susana le cobraba un poco más de 50 mil pesos.
 Entonces, según la Cristi, al ver que Rosaelena estaba neuras con eso de la arena, Conchita Murillo, amiga y dama de la novia, y mujer del sinvergüenza Iván Velázquez, hermano del  también sinvergüenza alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, le ofreció los servicios gratuitos del gobierno de su cuñado, para aplanar y barrer la arena.
Así que rauda, la Conchita Murillo, le llamó a Iván y este le llamó al de las Brigadas Hércules de los Servicios Públicos municipales, para darle la orden de ir a barrer y limpiar la playa de Susana Palazuelos donde se casaría el arcaico fiscal. Ahí estuvieron todo un día varios trabajadores del ayuntamiento limpiando la arena.
Pero la intervención de Conchita tampoco paró allí. Sucede que como ahora viven y se codean con lo más nice de la corrupción de Guerrero. Después de comprar en 14 millones de robados pesos un departamento en el conjunto Costa Victoria, se hicieron conocidos de Pedro Fernández quien también tiene ahí un departamento.
Así que la Conchita Murillo, mujer del hermano de Evodio, le recomendó a la novia que fuera Pedro Fernández el que cantara en su boda, porque Pedro es mi amigo y es un gran artista, le dijo. ¿Y qué creen? Pues que así fue. El Peter Fernández cantó y cantó, y luego, al final, emitió su facturota con cargo a la Fiscalía de Guerrero. Ahí está, en Finanzas de esa ultrajada dependencia del gobierno estatal la factura de Pedro, claro, no a nombre de Pedro, faltaba más…
Ah, pero como dicen los reporteros clichés, cabe recordar, que la novia y sus damas de compañía, entre ellas, una amiga de la metiche Cristi, se fueron a arreglar a la nueva casa del antediluviano leguleyo. Aquí es donde la Cristi se pone eufórica. ‘Neta Marimar, me dice, qué caserón’. Bueno, en realidad no es una casa, pero como la Cristi es de barrio, no distingue entre una suite y una casa.
En realidad se trata de una suite que recién adquirió el señor Fiscal, en lo más exclusivo de La Cima, apenas el año pasado, en modestos 30 millones de pesos. El dinero para esa compra, eso nadie sabe de dónde salió. Pero para eso está la Contraloría del estado. Ese es el lugar donde pasará unos ratos agradables luego de que regrese de su viaje de bodas a donde le acompañan dos o tres parejas de amigos, entre ellas: Conchita Murillo y su marido, Iván, el hermano trácala de Evodio. (bajopalabra.com.mx).

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