jueves, 14 de diciembre de 2017

ARTÍCULO

Cronos, Dios Del Tiempo
Apolinar Castrejón Marino
¿Y qué tal con el frío? Hay noticias de que esta noche buena será la más  fría de muchos años. El clima es un factor de la naturaleza que no ha podido ser dominado. Y como decía Don Teofilito “Ni lo será”.
Los políticos, que aseguran que resolverán los problemas de nuestro país, son completamente inútiles por cuanto hace al frío, la lluvia, los temblores de tierra, el calor, y otros fenómenos de gran magnitud. Dicen que los científicos ya pueden provocar lluvia artificial, pero no la hemos visto.
Es de reconocer la inteligencia y constancia con que la humanidad ha dominado otros grandes prodigios de la existencia como el tiempo, el cual pudo
reglamentar…hace mucho tiempo.
Según la mitología griega, el Dios del tiempo se llama Cronos, y lo representa como un viejecito que tiene un reloj de arena en la mano; más o menos como por estas fechas se representa al “Año Viejo”.
En los primeros siglos de la humanidad, los hombres solo sabían que había una etapa de luz del sol, y otra sin luz. Con el paso del tiempo, llamó día, al período de luz; y noche al de oscuridad.
Las grandes sociedades como la romana, hicieron los primeros intentos por tener un sistema que denominara el tiempo que veían transcurrir y con este propósito, empezó a probar a contar las horas desde el amanecer de cada día.
A la alborada, le llamaron hora prima, a la que seguía le llamaban hora secunda, a la siguiente hora tertia, etc. A la del mediodía, le llamaban hora sexta. A esa hora los gobernantes, y la clase acomodada, tomaban un descanso, a la cual le llamaban siesta.
A partir de esa hora, se iniciaba la cuenta regresiva hacia el anochecer. Es necesario precisar que esas que llamaban horas, tenían una duración distinta a las que conocemos ahora, de 60 minutos. 
En la noche la cuestión era completamente diferente: se dividía en cuatro partes denominadas vigilia, y tomaban su nombre de acuerdo a los turnos de vigilancia de los campamentos militares: prima vigilia, secunda vigilia, etc.
Las leyes astronómicas, que son inalterables, establecen dos días en que las horas de luz y de oscuridad son iguales, y son las únicas que constan de 60 minutos exactos; esto es durante el equinoccio del 21 de Marzo y el 21 Septiembre.
La observación empírica nos indica que los días tienen una diferencia según las horas de luz y oscuridad: mientras más se acerca el verano, se van alargando, y mientras más se acerca el invierno, van acortándose.
Durante los solsticios, en el hemisferio norte, es invierno, y el día es más corto; y en verano, son más largos.
Si colocáramos los 365 días del año en un círculo, como si fuesen las horas de un reloj, en la parte superior, tendríamos la fecha de 24 de diciembre, y en la parte de abajo, estaría la fecha de 21 de junio.
Ambas fechas son diametralmente opuestas: el 24 de diciembre, es la noche más larga, y en consecuencia, el día más corto. Y el día 21 de junio, es el día más largo, y la noche más corta.
Con el paso del tiempo, los antiguos utilizaban aprendieron a medir las horas utilizando relojes de sol (horologium), y relojes de agua (clepsydra).
Otra cuestión es la de los meses, pues para los romanos solo había 10, hasta que el emperador Julio César pensó que era un gran personaje,  que debía distinguirse de los demás, y entonces pensó que un mes del año debería llevar su nombre, y entonces ordenó a los sacerdotes-astrónomos, agregar otro mes con el nombre de, Julius.
Después vino el emperador Augusto, y por no quedarse atrás, ordenó incluir otro mes con su propio nombre, el mes de Agosto. Y de ahí todo el orden se desconfiguró:
El mes de septiembre, como su nombre lo indica, era el séptimo mes, y con el agregado de los 2 meses, pasó a ser el noveno; octubre, que antes era el mes octavo, pasó a ser el décimo; noviembre, era noveno, y se convirtió en el undécimo; y diciembre, era el décimo, y pasó a ser el mes número doce.
Cuestión más sorprendente es que, debido a la inclinación de 23,5º de inclinación del eje terrestre, se originan de las estaciones del año. La diferencia de la situación climática es más acusada cuanto más lejos sea del ecuador: en los polos se llegan a tener 6 meses de luz y 6 meses de oscuridad.
Y para acabar de hacernos bolas, mientras en el hemisferio norte (México, Estados Unidos y Canadá), el 22 de diciembre inicia el invierno, en el hemisferio sur (Argentina, Chile, y Uruguay), inicia el verano ¿Cómo será una navidad a 38 grados?.

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