viernes, 15 de diciembre de 2017

ARTÍCULO

La Noche Buena
Apolinar Castrejón Marino
¿Ya está preparado para tener una noche buena? Recuerde que es una noche especial, para disfrutarla y pasar momentos muy agradables con nuestros seres más queridos.
Cuando no tenemos idea clara de que va a pasar durante la velada, e improvisamos cosas imprescindibles como la colocación de lugares suficientes en la mesa, o los ingredientes de la cena, o la hora en que se servirá la cena, todo saldrá mal.
Al menor descuido, la noche buena se puede convertir en una borrachera, o pueden surgir rencores familiares que se conviertan en una guerra familiar. Si no establecemos un buen
control se originará un ambiente tenso que arruinará la integración familiar.
Cuando no tenemos control sobre los comensales, y revolvemos niños con adultos; cuando no establecemos control sobre el tiempo en que se realizará cada etapa de la velada; y cuando nos distaremos de los requerimientos de los asistentes, no tendremos una noche buena.
Aquí les ofrecemos unas ideas para que su cena y fiesta de noche buena sea un gran éxito. Es importante hacer una lista de invitados y fijar el número de asistentes según la capacidad del sitio donde pensamos celebrar y según nuestro presupuesto.
Caben dos posibilidades, invitar a todos nuestros familiares a la cena, o invitar solo a los más directos. Recomendamos hacer invitaciones impresas o por escrito. Pueden ser tarjetitas de las que se consiguen en las papelerías, a condición de que especifiquen el horario y lugar.
Con el detalle de enviar invitaciones, ponemos de manifiesto que podrán acudir solo quienes la hayan recibido. Debemos enviarlas con anticipación y pedir que nos confirmen su asistencia, lo cual nos permitirá realizar con tiempo las compras necesarias, y diseñar un menú adecuado a los invitados.
Para el platillo principal podemos recurrir a recetas tradicionales de la familia, o recetas regionales. Debemos tener cuidado de no centrarnos en recetas vegetarianas, o recetas que estén de moda en la televisión o en internet. 
Si tenemos invitados que no comen carne, debemos prepararles algo para ellos, pero a los demás no podemos obligarlos a comer algo que no les agrade, sin importar si es sano o no, o si es prescrito por un médico. Igualmente, los platillos para quienes padecen enfermedades como la diabetes, que son generalmente insípidos, sin sal, sin grasa, y sin condimentos, no pueden imponerse a quienes gustan de platillos “normales”.
Puede reducir las tareas de preparar por ejemplo una ensalada, comprando bolsas de verduras e ingredientes ya lavados. Los aperitivos pueden ser pre elaborados, como jamón, quesos y frutas deshidratadas. Pero son de mal gusto las latas, de cacahuates surtidos y las bolsas “jumbo” de papas fritas, sobre todo cuando son de las más “corrientes”. Y es ridículo hacer ostentación de dinero ofreciendo caviar, o salmón o  bacalao, a personas que nunca han comido.
Es importante tomar en cuenta a los niños, organizar alguna actividad en la que se entretengan: juegos preparados por algún adulto que tenga habilidades de “animador infantil”, ofrecerles una función de teatro guiñol, o cuentacuentos. También puede organizar competencias o ver películas y videos.
Será necesario adelantarles algunos bocadillos para que no se desesperen por la cena, y hasta algunas golosinas. Solo tome en cuenta que si les da de comer dulces, se tornarán inquietos. Es importante tener presente que estas celebraciones navideñas son mágicas para ellos y que si los hacemos protagonistas principales tendremos una fiesta alegre y familiar.
Para la preparación del ambiente les recomendamos elegir la música. Seleccione sus CDs, e inclusive, puede grabar un disco especial para la ocasión. No olvide que los dispositivos de almacenamiento masivo (memorias) son poco prácticas a la hora de seleccionar una carpeta, un disco o una melodía.
Conectar música de internet tampoco es recomendable, debido a las frecuentes  “caídas” de la red, sobre todo en esa temporada en que se satura la navegación. En muchas casa acostumbran “acostar al niño” lo cual tiene un encanto y significado intrínseco, pero en los hogares donde no se realiza, podemos encargar a un adulto que goce de respeto entre la familia, que les cuente algún relato de navidad, o cante con ellos algunos villancicos.
No pierda de vista lo horroroso que es ponerse a mirar el futbol esa noche. Le recomendamos poner tres mesas para la cena: una mesa principal para todos los invitados, una mesa bajita con sillas pequeñas, para los niños, y una mesa adicional un poco apartada o en el jardín.
A la hora que todos estén a la mesa, pase con una canastita o una cajita a recoger todos los teléfonos celulares, y aquél que se niegue a entregarlo, de buena manera envíelo a la mesa apartada. Ya sabe lo molesto que son las gentes que parecen estar en otro mundo, sin apartar la vista del celular. Como es una verdadera grosería, debemos juntarlo con otros igual de groseros.

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