viernes, 12 de enero de 2018

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
Conjunto de Cuerdas de la Universidad Autónoma de Guerrero
Se tienen noticias en el sentido que el Conjunto de Cuerdas que dirigió el Maestro Moisés Guevara Villalva se creó a iniciativa del gobernador del estado Baltasar R. Leyva Mancilla.
Con cierta periodicidad el mandatario organizaba veladas en el famoso “Salón de Recepciones del Palacio de Gobierno” donde se daban cita la crema y nata de los políticos que conformaban el gobierno del estado y la clase social media y alta de Chilpancingo.
No se sabe qué pasó con el Conjunto de Cuerdas luego que terminó el gobierno de Leyva Mancilla, lo cierto es que al poco tiempo de nacer la Universidad Autónoma de Guerrero, en 1961, aparece dando audiciones en varios lugares el entonces llamado Conjunto de Cuerdas de la Universidad
Autónoma de Guerrero, bajo la dirección del maestro Moisés Guevara Villalva.
Abercio Cortés Ramírez, quien formó parte del Conjunto de Cuerdas en esa su segunda etapa, cuando ya perteneció a la Universidad Autónoma de Guerrero, nos hizo algunos comentarios de su participación en el nuevo grupo y algunas citas sobre el Maestro Moisés Guevara Villalva.
-Abercio: el hecho de que hayas pertenecido a la Banda de Música y de que hayas formado parte importante del Conjunto de Cuerdas de la Universidad Autónoma de Guerrero te acercó a quienes le han dado historia musical al estado de Guerrero. Por un lado el maestro José Ocampo, y por el otro el maestro Moisés Guevara Villalva…
“Así es. Primeramente con el maestro Ocampo tuvimos la suerte de estar una temporada con él, cosa que recordamos con mucho afecto, y después con el maestro Moisés Guevara, en el Conjunto de Cuerdas donde estuve un poquito de más tiempo. Estaba mi compadre José García, el maestro Antonio I. Delgado, que fue uno de los hombres que más me apreció y, sin mentir ni ir más allá de las cosas. Un hombre que se fijó en mi trayectoria musical y que llegó al grado, cosa que yo no se lo tomé a mal, de estudiarme. De ver si yo podía hacer un arreglo de un día para otro. Fue una vez a pedírmelo para su himno a Cuauhtémoc, en la tardecita, como cuatro o cinco de la tarde. Me pidió: Abercio, mira, para mañana hay un programa; quiero que se cante este himno; mi esposa ya lo empezó a enseñar; por favor, hazle un arreglo. Ni modo de decirle que no. Yo le dije: Voy a tratar de hacerle unos guiones, no un arreglo en forma. Pero después me arrepentí, dije: No. Voy a escribir un arreglito, y sí lo hice. Me preparé una ollita de café, una caja de cigarros, en aquél entonces yo fumaba, y empecé, después de cenar. Como a eso de las dos y media de la mañana ya había terminado el score. Ya después empecé a vaciar papel por papel y cité a mis compañeros de la Orquesta de Educación a estudiarlo, a eso de medio día. Y a las cuatro de la tarde ya estábamos acompañando ese himno en la Escuela Fray Bartolomé de las Casas”.
-Como grande de la música, te tocó convivir con los grandes. Por ahí estaba el maestro Luis Hernández, estaba la señora Aurorita Olea...
“Sí, también la tratamos, nos vimos como compañeros. Era un grupito de compañeros músicos que nos apreciamos; unos tocando tal instrumento, pero todos nos apreciábamos, nos llevábamos bien, cosa que recordamos con cariño”.
-¿Quién los convocó para integrar el Conjunto de Cuerdas?
“Llegamos al Conjunto de Cuerdas a través del maestro Moisés Guevara. El nos llamaba cuando necesitaba. Me preguntó en cierta ocasión si podía estar ahí como segundo violín. Le dije: con todo gusto, y así fue como llegué ahí. Creo que en esa misma forma es como llegó ahí mi compadre José García, la señora Olea de Montaño, el compañero Pedro Andrade, el compañero Guzmán Concha que llegó después como bajista. Yo lo conocí a él en la ciudad de México”.
-¿Qué tiempo duró la vida del Conjunto de Cuerdas de la Universidad?
“Yo más o menos trabajé en ese grupo como tres años o poquito más, yo tuve que retirarme a la ciudad de México y posteriormente me fui a trabajar a Monterrey. Para mi el Conjunto duró otros años más, tan es así que yo de Monterrey le rogué a mi padre que fuera con el maestro Moisés Guevara ha comprarle un violín, porque él tenía dos violines, y sí, me lo vendió, se lo vendió a mi padre quien me lo llevó a Monterrey, por eso digo que el Conjunto de Cuerdas, después de que yo salí, duró varios años mas”.

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