viernes, 19 de enero de 2018

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
“EL PAÑAÑAS”
Saludé a mi amigo Carlos Adame Flores
-¿Por qué te dicen “EL Pañañas”?
“Porque cuando era chiquito no podía hablar bien, pero le ayudaba a mi hermana a vender las empanadas.
Y en la calle yo gritaba: ‘Pañañas’, ‘Päñañas”....
Nació el 8 de diciembre de 1973.
Su papá se llamó Natividad Adame Pastor.
Su mamá es la señora Teresa Flores López.
Sus hermanos mayores, María y Eliseo, ya fallecieron.
Es originario de Chilpancingo, nació en la colonia Guerrero pero su domicilio actual está en la colonia Renacimiento. Vive con su mamá.
Terminó la Escuela Secundaria en la “Técnica 30”, y por falta de dinero no pudo seguir estudiando.
“Yo desde chamaquillo vendía empanadas, y por no decir empanadas decía yo empañañas”.
-¿A qué edad comenzaste a vender empanadas?

“A los cinco años, chamaquillo”.
-¿Te enojas porque te digan “Pañañas”?
“¡No! ¿Para qué?”
-¿Cómo fue que te aficionaste tanto al deporte?
“Lo que pasa es que a mí, antes, me gustaba mucho el futbol y aquí en Chilpancingo no había esparcimiento… no había nada.
Luego vino el equipo de Tercera División: Avispones de Chilpancingo y empecé a ir ahí y me apasioné y es que en Chilpancingo no había dónde divertirse.
A mí me gustó ser de la porra de los Avispones.
Yo nunca jugué futbol, sólo ‘cascaritas’ en la cancha de la colonia Zapata”.
-Se sabe que has acompañado a muchos equipos de futbol a varios estados…
“Sí, yo conozco varios equipos, varios estados. Conozco los equipos del Cruz Azul, del América, Veracruz y varios estadios, los conozco porque yo iba con Los Avispones.
-Pero dicen que cuando ibas con ellos tú le decías al chofer por dónde transitar, por cuáles calles entrar…
“Lo que pasa es que los jugadores y el chofer, cabrones, nunca conocían a dónde íbamos a dar y yo, gracias a Dios, le decía dale para acá y para acá y así llegamos directamente al estadio”.
-¿Y cómo le hacías en esa época para mantenerte, de qué vivías, dónde trabajabas?
“Lo que pasa es que yo la hacía en varias chambas”.
-¿Tomás, bebes mezcal, cerveza o qué tomas?
“De todo”.
-¿Tomas diariamente o…?
“No. De vez en cuando, a veces solamente cuando hay partidos de futbol”.
-Te puedo preguntar, ¿qué pasó aquella noche?
“Ah, cómo no. Acabando el juego…
-¿De los Avispones?
“Sí”.
¿Contra quién jugaron?
“Contra Iguala. Esa noche el 26 de septiembre de 2014, serían como las once de la noche, salimos del estadio, ya vendríamos por donde se entra a Huitzuco, veníamos bien tranquilos, y ya llegando al crucero de Santa Teresa nos balacearon, nos balacearon y el autobús quedó a un lado, en una zanja y salimos varios balaceados. Yo salí herido. Esa noche salió balaceado el señor Pedro Rentería Lujano, yo y otros acompañantes. Esa noche ya no quisieron balacearnos, porque se querían subir, quién sabe quién sería. Nos dijeron palabras obscenas, en ese momento de la pinche desesperación, todo el equipo éramos un equipo de futbol, Avispones de Chilpancingo. Me hirieron con un rozón de bala aquí en el brazo y luego en mi espalda. Ahí falleció el chofer Víctor Manuel Lugo y el jugador José, el Zurdito. Llegó la ayuda médica una hora después, hasta que llegó un autobús que iba para México, que nos apoyó. Mucha gente nos trasladaron a Iguala, porque estaba más cerca que Chilpancingo. Me llevaron al Hospital general de Iguala donde estuve cuatro días y mi familia fue por mí. Gracias a Dios, aquí estoy. Le agradezco a mucha gente de Chilpancingo su apoyo, y aquí estoy”.
-Y en la actualidad, ¿en qué trabajas, a qué te dedicas?
“Pues, como le digo, señor reportero, buscándole aquí y allá, trabajando”.
-¿Sigues yendo al futbol?
“Sí. Y quiero decirle a toda la afición que de aquí soy, de Avispones y vamos con todo…. Arriba Los Avispones de Chilpancingo: Atentamente: El Pañañas”.
-Gracias, “Pañañas”, muchas gracias.

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