jueves, 15 de febrero de 2018

COLUMNA

DESCUBRIENDO...
Bersabeth Azabay Ortíz
Soy comerciante, me casé muy enamorada, pero con los años se ha enfriado la relación. A veces quisiera tener un novio me digo en mis ocurrencias, no es que ya no ame a mi esposo, sólo que extraño los detalles que en todo romance se dan de novios…las rosas, tarjetas, salidas…tantos detalles.
Me reconozco una esposa y madre entregada a mi familia, que hasta me olvido de mí… Yo no paseo, no descanso, pues sino estoy en el negocio estoy haciendo el aseo en casa, todos se pueden enfermar menos yo.
Pido a mi marido e hijos me apoyen, pero pareciera que es en vano, como si vivieran
en su mundo sin mí. Esto me da tristeza, y muchas veces me ha hecho preguntarme a mí misma, mientras los contemplo dormir, si vale la pena desvivirme tanto…
Los amo y esa es mi realidad, son mi todo y me enorgullezco de sus buenas notas y los talentos que cada uno posee.
No los he desatendido, pero si he puesto disciplina a que mis hijos me ayuden en casa y a darnos espacio de convivir en familia y también en pareja con mi marido, quizá no tan frecuente como cuando novios, pero si escaparnos de pronto del monótono ritmo en que vivimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.