miércoles, 21 de febrero de 2018

SUMARIO DE PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Después de 5 años  encontró a
su hijo apilado en el SEMEFO
Ezequiel Flores Contreras.--La carencia de recursos para elaborar perfiles genéticos de víctimas en esta entidad obliga a las autoridades ministeriales a resguardar los cadáveres en la Unidad del Servicio Médico Forense (Semefo) hasta más de cuatro años.
Es el caso de lo que sucedió con el médico de 32 años, Hiram Avid Adame Valencia, quien fue secuestrado y asesinado el 15 de enero de 2013 en esta capital y su cuerpo
permaneció más de cuatro años en el Semefo, en calidad de desconocido.
Después de un largo peregrinar, donde enfrentó la omisión e indiferencia gubernamental frente al tema de los desaparecidos, su madre recuperó el cuerpo del médico apenas el 12 de diciembre pasado.
“Estuve buscando a mi hijo cuatro años, 10 meses y 27 días, después de que un grupo de delincuentes lo secuestró y asesinó vilmente. Después de que toqué la puerta del gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores y nunca fui escuchada”, narró en entrevista la mujer a Apro.
El cuerpo del profesionista permaneció más de cuatro años en la unidad del Servicio Médico Forense de Chilpancingo (Semefo), en calidad de desconocido porque las autoridades ministeriales dicen que no cuentan con recursos para la elaboración del perfil genético de víctimas y al gobierno “no le interesa” resolver este problema que se vive en Guerrero, reprochó la madre del médico.
Funcionarios del gobierno estatal han reconocido que a la fecha suman más de 600 cuerpos que permanecen sin identificar en las unidades del Semefo de Iguala, Chilpancingo y Acapulco ante la falta de recursos para cumplir con los protocolos de identificación y en condiciones inadecuadas.
La identificación del cuerpo del médico Hiram Avid Adame Valencia, se dio luego de que sus familiares decidieron presentar una denuncia ante instancias federales porque no confían en las autoridades estatales, indicaron en entrevista.
Fue entonces que la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), intervino a través de la División Científica de la Policía Federal (PF) y después de realizar estudios de genética forense en uno de los tantos cuerpos que están acumulados en el Semefo de Chilpancingo, identificaron al joven médico secuestrado y asesinado cuatro años antes, explicó la madre.
La mujer que apenas está viviendo el martirio del duelo después de la búsqueda infatigable de su hijo, actualmente forma parte de un colectivo nacional de familiares de personas desaparecidas que exigen a las autoridades que asuman su responsabilidad ante el drama que se vive en el país.
MÁS CUERPOS IDENTIFICADOS
Al respecto, la activista Margarita López Pérez informó que en un periodo de dos años han recuperado, a través del gobierno federal, al menos 26 cuerpos que estaban sin identificar en el Semefo de Chilpancingo y que corresponden a víctimas de esta capital, así como los municipios de Apango, Zumpango y Acapulco.
“Son cuerpos que han sido localizados por autoridades ministeriales y que han sido entregados a sus familiares dos o tres años después porque la Fiscalía estatal no tiene reactivos para realizar dictámenes de genética forense”, expresó López Pérez.
Entre estos casos, destaca la historia de Saira Hernández Chino, de 15 años de edad, quien desapareció en marzo de 2015. Nueve meses después su cadáver fue localizado junto al de otra jovencita en una fosa clandestina ubicada en las inmediaciones del poblado serreño de Amojileca, al poniente de esta capital.
En octubre de 2016, Apro documentó este caso en una nota titulada “El calvario de una madre para recuperar el cuerpo de su hija hallado en una fosa en Guerrero”, donde se indica que el dolor de la madre de Saira, Deyanira Chino Ocampo, no terminó en ese momento, pues comenzó un largo peregrinar para reclamar legalmente la entrega del cuerpo de la adolescente, identificada por los rasgos y la vestimenta.
Después de la tragedia, que hasta ahora sigue impune, la mujer ahora es víctima de la burocracia, indiferencia y corrupción gubernamental, denunciaron integrantes de un comité de personas desaparecidas en Chilpancingo, que tiene un registro de 400 casos documentados y denunciados formalmente ante autoridades ministeriales.
Destacaron que, tras confirmar la identidad de la víctima con los resultados de ADN, autoridades de la Fiscalía General del estado (FGE) fueron omisas y nunca notificaron formalmente a la madre de Saira Hernández.
La protesta de Deyanira Chino y familiares de otras personas desaparecidas en el estado llegó a la sede de la Procuraduría General de la República (PGR) para demandar la intervención de las autoridades federales ante la indiferencia del gobierno de Héctor Antonio Astudillo Flores frente al tema de los desaparecidos en Guerrero.
Luego de prolongados ayunos, marchas y bloqueos en la Ciudad de México, las autoridades atendieron a las víctimas, y el 20 de octubre de 2016, decidieron entregar a sus familiares el cuerpo de Saira Hernández, uno de los más de 500 que se encuentran en las instalaciones del Semefo en “condiciones indignas”.
No obstante, ahora, la madre de Saira busca la confirmación de la CNS para verificar que el cuerpo que le entregaron hace dos años, efectivamente corresponde al de su hija.

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