lunes, 21 de mayo de 2018

ARTÍCULO

Debate y post debate
Efraín Flores Maldonado*
“No es el debate el que impide la acción, sino el hecho de no ser instruido por el debate antes de que llegue la hora de la acción”. Tucídides.
Como bien los dice Leo Zuckermann… es la hora de opinar sobre el segundo debate presidencial. Más allá de la clarividencia que pudiera adelantar a un candidato triunfador, los primeros datos sobre el ganador, transitan entre José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya Cortés. El Universal y el blog de análisis “El Político”, aseguran que la percepción más justa, es en el sentido de que el candidato del tricolor se alzó con el triunfo ante la opinión pública; Forbes y la encuestadora Mass
ive Caller aseguran por el contrario que Anaya Cortés fue el triunfador. En este tránsito de encuestologos y opinologos, lo que deseo destacar es que, el candidato del PRI se ubica claramente en un segundo lugar respecto del puntero, en virtud de sus respuestas y del significativo golpe de timón que realizo en sus estrategias de campaña y, sobre todo, por el ímpetu que está inyectando el experto y hábil dirigente del PRI, René Juárez Cisneros. Meade Kuribreña domina la temática general de este segundo debate, sobre las relaciones exteriores de México, con énfasis especial en la relación con Estados Unidos. Meade Kuribreña se desarrolló en el escenario con una elegante naturalidad, mostrando su experimentado conocimiento del tema y exponiendo propuestas y proyectos relacionados con una racional política de Estado, que asegure enfrentar con sutil diplomacia, los temas vitales relacionados con el gobierno norteamericano y los graduales avances en la conclusión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La actitud de Meade Kuribreña fue una especie de punta de diamante en un bastión que conjuga y acumula la rica experiencia histórica del gobierno mexicano en materia de relaciones exteriores. Meade Kuribreña se defendió sin ofender al repetidor de condenas contra la mafia del poder, contra la corrupción de todos sus opositores, ofreciendo trabajo para todos y dinero regalado para los que no trabajan. En el post debate es de resaltar la intervención televisiva de René Juárez Cisneros. Sus palabras en defensa de Meade Kuribreña, reflejaron su fino oficio político, su formación como excelente economista y sobre todo su mano izquierda para torear ganado bravo y bronco. Dijo René Juárez Cisneros, que ofrecer salarios elevados es demagógico e irresponsable, porque los empresarios trasladarían dicho desembolso al precio de los productos y servicios, provocando de inmediato incontrolable inflación. La única receta, dijo el economista, es fortalecer la productividad y elevar la producción que permita con sus ganancias, elevar los salarios. También dijo, que declarar un triunfador por encuestas, es francamente infantil, toda vez que la única encuesta decisiva es contar los sufragios el día de la elección. Tiene razón Juárez Cisneros, porque, los indecisos y abstencionistas tradicionales, pueden decidir en los últimos días y horas de la jornada electoral el sentido de su voto y es posible que lo hagan por Meade Kuribreña, ya que como dijo el economista… no se trata de una elección cualquiera, de elegir a un candidato, sino a un presidente y por ello, los electores votaran por el más preparado, experimentado para resolver problemas. Porque como bien lo dijo Francis Fukuyama en su excelente texto, Los orígenes del Orden Político, publicado en abril del 2011, “las instituciones políticas son necesarias. Una economía de mercado con elevados índices de riqueza, no surgen de manera mágica”. *Doctor en Investigación en Ciencia Política.

1 comentario:

  1. Un priísta haciendo análisis de otro priísta... muy objetivo.

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