viernes, 15 de junio de 2018

ARTÍCULO

La escuela nueva hoy
Efraín Flores Maldonado
“Es vital la participación y opinión de los alumnos para que los adultos programen su aprendizaje”. John Dewey.
La escuela nueva es una corriente pedagógica surgida a fines del siglo XIX y principios del XX, por los avances de la ciencia en general y muy especialmente en materia filosófica, psicológica y propiamente en la educación. Vertientes empiristas, positivistas y pragmáticas fueron contribuyendo a la crítica de la enseñanza tradicional. fue John Dewey el más destacado expositor de esta doctrina, específicamente al publicar en 1916 su texto titulado “Democracia y educación”, señalan
do que debe estar en el centro del proceso educativo especialmente el alumno, para desarrollar sus capacidades de aprendizaje, dejándose influir por el proceso social circundante. Advertir las capacidades congénitas del interior del alumno y propiciar su desarrollo hacia el mundo que lo rodea. Dotar de información al educando y propiciar que observe, proponga y critique; que experimente, escudriñe y compruebe resultados de las acciones que realice. Sostiene Dewey que el proceso educativo tiene un fuerte contenido social e individual y que también deben formar parte del mismo las vivencias del niño en su familia. Que los aprendizajes deben tener una enseñanza para la vida y que debe de estar fundamentado en el interés directo del estudiante. Un aspecto central que propone Dewey es que el educando debe aprender haciendo, pero fundamentalmente ser motivado y acompañado para “aprender a aprender”, frase maravillosa que hoy forma parte destacada del nuevo modelo educativo que está poniendo en marcha la SEP. En 1973 la biblioteca Salvat público un texto con valiosas ideas del pedagogo francés Gaston Mialaret, maestro normalista, doctor en pedagogía y profesor de la Sorbona de París. En dicho texto el autor señala que la pedagogía no puede ser “la simple trasmisión de conocimiento”; que debe ser activa para influir en la formación de cultura y contribuir a la transformación del ser humano. Reconoce que la nueva escuela debe ser crítica para poder intentar un equilibrio entre la teoría y su práctica. Desde su punto de vista la pedagogía como teoría es fundamental y frente a la realidad, debe estar sujeta a revisión. La escuela nueva debe considerar siempre las cambiantes exigencias sociales de la modernidad. No debe ser un culto si no un cultivo crítico. Sostiene que la educación debe desarrollar facultadas congénitas para crear adaptaciones y nuevas conductas ante la vida. Que debe existir interacción entre familia, alumno, escuela y sociedad. Una educación critica ligada a los problemas sociales y culturales de cada época; una educación científica, en un tránsito de coeducación, donde el maestro no sea un dictador dueño de la verdad si no el facilitador de los procesos de aprendizaje, en programas educativos flexibles en los que figuren significativamente los intereses manifestados libremente por los niños, induciéndolos a la cooperación, la sociabilidad y la creatividad que vayan pincelando la existencia de una educación y sociedad democráticas. Eso y más dice la escuela nueva. *Doctor en ciencias de la educación.

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