viernes, 13 de julio de 2018

ARTÍCULO

Fraude cuando se pierde,
democracia cuando gana
César González Guerrero
Expreso mi mejor deseo para que el voto mayoritario manifestado  en las urnas convierta en realidad las aspiraciones de los electores. Si bien es cierto “ahora sí” no hubo fraude electoral, también es cierto que la ciudadanía espera no ser defraudada con el incumplimiento de las promesas de campaña.
Los mexicanos y los guerrerenses en lo particular han demostrado estar preparados para disfrutar de las ventajas de la democracia. El resultado electoral del pasado 1 de Julio del 2018 así lo h
a demostrado. No sucedió lo que muchos auguraban. La violencia poselectoral y el desorden se evitó gracias a que la ciudadanía aceptó con mucha responsabilidad el mandato mayoritario.
Los contendientes perdedores con mayor aceptación popular, de inmediato aceptaron el triunfo de uno de ellos y se iba a respetar. Nadie, salvo algunas excepciones en Puebla, Yucatán y Chiapas, objetó el proceso electoral. Este acontecimiento es digno de reconocer porque a pesar de las intensas campañas políticas electorales, los ataques y las acusaciones no pasó a mayores.
Tal parece que se ha llegado a un buen nivel de educación política o madurez, a grado tal que la actitud de los perdedores fue de humildad y sensatez. Demostraron que es tiempo de Unidad y de trabajo por el bien de todos. Al menos hasta el momento así se observa.
La antigua historia de las acusaciones de fraude electoral ha sido superada. Actualmente y eso se debe reconocer nadie protestó y al contrario se expresaron frases de reconocimiento y solidaridad con los triunfadores. Eso es una buena muestra de que en México y en Guerrero las actitudes son favorables y positivas. Esa es la ruta que se debe seguir a partir de ahora. Esperando que en las próximas elecciones los perdedores asuman esta misma actitud. Sin duda es un buen ejemplo para los siguientes procesos electorales.
Antes del proceso de este año, existía la incertidumbre de lo que podría suceder el día 2 de julio después de conocer los resultados. La mayoría de la población tenía dudas acerca  del comportamiento ciudadano. Muchos esperaban enfrentamientos y actos de vandalismo. Qué bueno que no sucedió así y mucho mejor que no se vaya a presentar en futuras elecciones. Por lo menos la mayoría de los mexicanos y guerrerenses aplauden y valoran la actitud de los líderes políticos que aceptaron los resultados sin caer en las confrontaciones que solo dividen a la mayoría de las familias.
Más allá de quiénes son los que triunfaron, ahora se debe hacer valer la decisión mayoritaria de la gente que espera se cumplan las promesas de campaña. Sería muy lamentable que se defraudara ese voto de confianza. Entonces podría revertirse la exigencia de democracia y respeto a la voluntad popular en una actitud de rechazo a los triunfadores. El desánimo y la desesperación podría entonces sí causar acciones violentas por haber sido engañados. Esperamos no suceda y al contrario se esperan acciones concretas y oportunas para que la gente continúe con esa actitud responsable y de respeto a los resultados electorales. Que este resultado electoral y esta actitud de respeto y madurez política sea para bien de todos. Esta deberá ser la nueva cultura política. A partir de ahora debe terminar esa vieja cultura política de argumentar: Fraude cuando se pierde y Democracia cuando se gana. Las nuevas generaciones lo agradecerán. Ya veremos.

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