miércoles, 18 de julio de 2018

NOTA

VRC:Sentencia a militares
violadores, evitará abusos
El pasado 1 de julio, la jueza de Control, Iliana Fabricia Contreras, emitió una sentencia a favor de Valentina Rosendo Cantú, acto histórico que no solamente condena el actuar de dos agentes militares, sino que también sirve de precedente para otras mujeres víctimas de abusos por parte del Ejérc
ito Mexicano.
Organizaciones sociales y de defensa de derechos humanos, nacionales e internacionales, celebraron la sentencia histórica en contra de dos militares por el abuso en contra de la indígena Mephaa, Valentina Rosendo Cantú en el año 2002.
En conferencia de prensa en Chilpancingo, representantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, el Centro por la Justicia y Derechos Internacionales (CEJIL), el Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” Centro Prodh y otras organizaciones sociales, se pronunciaron por la sentencia a favor de la mujer indígena de Guerrero.
En el año 2002, en el municipio de Acatepec entre la zona de la Montaña y la Costa Chica de Guerrero, Valentina Rosendo fue violada por dos militares y luego de 16 años de lucha, al fin logró justicia por parte de las autoridades de justicia “que muchas veces me negaron atención”.
Celebran por castigo a militares que violaron a Valentina Rosendo “Hemos caminado casi 16 años para esta sentencia, que salió gracias a la fuerza de todos”.
Añadió la reivindicada por la justicia mexicana, tras presiones de organismos internacionales, “Yo esperaba muchos más años pero solamente les dieron 19 años de cárcel a mis agresores”.
Manifestó la víctima, quien era menor de edad cuando fue ultrajada por los militares, Valentina salió de su pueblo, aprendió a hablar español y se encontró con constantes trabas por parte de las autoridades estatales y federales, al grado de solicitar apoyo en otros países para atender su caso.
De acuerdo con la indígena Mephaa, la sentencia de la juez no sólo la beneficia a ella, si no que “logra otra base de esperanza para compañeras que han sufrido violaciones en su contra”.
“El gobierno me hizo caminar muchos años, nunca me escuchó, me tacharon de mentirosa, y me humillaron, decían que yo mentía y que no querían a mi comunidad porque nosotros –dicen- que sembrábamos amapola”.
Al concluir expuso que en México no se castigan ni los abusos ni violaciones de militares, así como tampoco a quienes cometen violaciones contra mujeres y adelantó que aunque su caso está ya cerrado, continuará en apoyo de las organizaciones que buscan justicia.

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