miércoles, 1 de agosto de 2018

ARTÍCULO

La evaluación
de los maestros
Apolinar Castrejon Marino
Y qué chimuelo ¿Qué cuentas?
Pues me cuento los dientes, y cada año se me caen como 10, Emily.
¿Cómo que Emily? Si sabes que me llamo Emiliano.
Pues me das miedo como me hablas a veces.
¡Ya párale! Sabes que no me gustan los albures.
Uh qué delicadito. Así mejor ni hablamos, y aquí se rompió una tasa. Estoy aquí porque dijiste que me querías preguntar algo.
Ah, sí ¿Tú sabes con qué se mide la fuerza?
A ver. De acuerdo con el Sistema Internacional de unidades, la fuerza se mide en newtons: 1 newton es una aceleración de 1 metro por segundo al cuadrado, de 1 kg de masa.
¿Masa? Si no voy a hacer tortillas. Yo quiero saber cómo se mide la fuerza que hay en la cabeza.
Bueno a los bueyes se les coloca un yugo y según la fuerza con que jalan el arado…
¡No! La fuerza para pensar, y para hacer las cosas.
¿La inteligencia? A bueno. Eso hubieras dicho. La inteligencia se mide a través de una prueba llamada test, y sirve para evaluar los conocimientos, aptitudes o funciones que tenga una pers
ona. ¿Y a qué se debe tu repentino interés en estas cosas?
Pues es que tus compañeros maestros de la escuela, andan bien alborotados, y con las expectativas del nuevo gobierno de “Ya sabes quién”, aseguran que van a “tumbar” la reforma educativa.
Pues allá ellos ¿No?
Pero sus argumentos no me “laten”, porque son hasta ofensivos. Aseguran que no sabe lo mismo un maestro que trabaja en la montaña, como el que trabaja en la ciudad.
Pues ahí si llevas razón, porque “El hombre es la medida de todas las cosas”.
Eso suena muy sugestivo, a ver explícame.
Bueno el sofista griego Protágoras, se refirió a que cada persona da una valoración diferente a las cosas.
No entiendo nada.
Según Protágoras no hay nada absoluto, ni en la naturaleza, ni en los pensamientos, pues la naturaleza se rige por leyes universales y no depende del parecer de los humanos, y por cuanto hace a las gentes, su criterio de está determinado por su experiencia de vida.
Pero ¡Yo solo quiero saber si las gentes de la ciudad saben más que las del campo!
¡Pero claro, que desde luego que no! Te repito que la inteligencia se mide por medio de un test, y un test puede aplicarse a las personas aunque no sepan leer.
¿En serio?
Claro. No es un examen, ni una prueba. Puede hacerse con figuras y formas geométricas, porque esas las entiende toda la gente.
¿Hasta los niños?
Bueno una de las pocas condiciones de los test es que debe tenerse en cuenta la edad de la persona, porque el test juzga la condición evolutiva de la inteligencia.
A ver. Esta última parte no entendí.
Verás. La gente y muchos profesionales piensan, que el conocimiento es acumulativo.
¿Y no es así?
¡Claro que no! Es evolutivo, dependiendo de la edad de las personas.
Y de las condiciones de vida ¿No?
La inteligencia se basa en la agilidad de la mente, en la velocidad de los pensamientos, y en la nitidez de los sentidos.
¿Me puedes poner un ejemplo?
Bueno. El juego de dominó es un test de inteligencia que pueden jugar las personas de la ciudad y del campo, sepan leer o no. En las fichas de dominó se identifica la cantidad de puntos de las que están a la vista, y de las que faltan. Se toma en cuenta las fichas de cada jugador, y ganará quien pueda hacer una mejor apreciación.
Es cierto, hay unos vagos que son bien buenos para eso, y ni siquiera fueron a la escuela. ¿Y qué más?
También se hacen test con palabras.
¿Y cómo?
Hay un juego de los niños que consiste en decir palabras que no incluyan alguna letra.
Ah sí. Palabras de cosas que hay en un hospital, que no lleven la letra A. También palabras de coas que hay en un gimnasio.
Exacto. Hay gentes muy cultas o instruidas, que son muy lentas para asociar cosas y palabras. Y hay gentes con poca preparación académica, que son muy veloces.
Entonces ahora ¿Qué dices de los maestros que creen que las gentes del campo son diferentes de las de la ciudad?
Pues que son tontos e ignorantes.
Dedujiste eso, sin necesidad de que les apliques un test ¿Verdad?

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