viernes, 24 de agosto de 2018

ARTÍCULO

Nueva modalidad
de la educación
Apolinar Castrejón Marino
Ésele mi profe ¿Ya se está preparando mentalmente para el regreso a clases?
¿Mentalmente? Dirás realmente. El otro día, vi un meme en mi feis, que me hizo reír. Una niña haciendo pucheros por que se acabaron las vacaciones y tiene que regresar a la escuela, y luego una maestra con cara de angustia, por tener que regresar a trabajar, y tener que aguantar un grupo de fieras. Y por último, una madre, bien contenta, porque ya no iba a tener que soportar todo el día en la casa a sus energúmenos.
Ja, ja. Yo también lo vi y me dio mucha risa.
Sí, mucha risa, pero en la realidad, es una chinga ser maestro.
Pero que, las clases realmente empiezan siempre después del desfile del 16 de septiem
bre.
¡Qué te pasa! Este año nos tenemos que presentar desde el día 20 de agosto.
Si, pero van a inscribir, a formar y repartirse sus grupos, a preparar el desfile de la independencia, y luego a ver qué grilla se les ocurre.
Es cierto. Para empezar, tuvimos una semana de cursos.
Y no asistieron todos ¿verdad?
Claro que no, como siempre. Yo solo fui el primer día, y el último. Pero yo no tuve la culpa. El director se tuvo que ir a México, como se anda jubilando. Y me dejó a cargo.
Pero si usted no sabe nada.
Aunque, ya todo viene en el programa. El segundo día luego nos dedicamos a formar los clubes.
Como que clubes, si es la escuela, no reuniones sociales.
Es que ahora, con la independencia curricular, los niños se van a distribuidor de acuerdo a sus competencias.
¿Competencias, qué competencias? Si solo saben estar en el celular o en la tablet, con sus juegos y vídeos.
Pues sí, pero tenemos que formar clubes de música, de danza, de dibujo, y de lo que podamos.
Ajá ¿y quién les va a enseñar esas cosas?
Pues va a haber maestros para eso.
Ahí está el detalle. El gobierno tendrá el pretexto para dar más trabajo de maestro a los egresados normalistas, y luego va a decir que está creando empleos.
Eso es bueno, porque la reforma educativa garantiza que la educación pública sea laica, gratuita y obligatoria y propone fortalecer la educación para reducir las desigualdades sociales, destinando más recursos a las zonas más pobres del país.
¿Garantiza? Nadie puede garantizar la educación, mientras 60 millones de mexicanos vivan en la pobreza.  ¿Obligatoria? ¿Para quien es la obligación? ¿Para el estado, para los padres de los niños, o para los mismos niños?
Mire profe, yo le voy a decir la verdad monda y lironda: la educación debe combatir la ignorancia, el prejuicio y la superstición.
Eso decía el artículo 3o de la constitución, promulgada por Lázaro Cárdenas. Y era una educación socialista.
¿Y qué? Dígame. ¿Cuál es el objetivo de la educación, sin importar la tendencia política? Debe superar la ignorancia, desde luego.
Así es.
En el discurso actual hablan de enseñar a los niños a pensar y razonar, en lugar de memorizar.
De acuerdo. Pues eso es pensar correctamente, superar el prejuicio, no pre-juzgar.
¿Y qué hay de la superstición?
Pues nuestra sociedad aún está saturada de mitos, y atavismos que interfieren con nuestras facultades mentales de pensar, juzgar y razonar.
¿Y eso, con que se puede superar?
Con la ciencia. La escuela debe impartir ciencia, enseñar a los niños, que es falso, que cuando los perros ladran, va a morir alguien.
¿Y qué más debe hacer la educación?
Solo eso.
¿Nada más?
Sí. Están muy pendejos quienes pretenden que la educación resuelva la desigualdad, y la delincuencia, y la corrupción.
Pero, ese es el propósito de la educación.
Claro que no ¿Recuerda usted qué significa la presunción de inocencia? Los niños que van a la escuela, no son delincuentes, ni corruptos. Van a la escuela a aprender, a jugar, a socializarse.
¿Y las competencias de cada niño?
Eso es la mayor falsedad. En la escuela, los niños adquieren habilidades intelectuales y manuales, guiados por los maestros. Pueden adquirir habilidades para las matemáticas, o para la escritura, o para la investigación científica. Esas son las competencias.
Oye, pues en muchos puntos tienes razón
¿Y cómo es que sabes tantas cosas?
Ah, pues es que yo he tenido los mejores maestros.
¿Como quiénes?
Pues como usted. Por eso le digo “Mi Profe”.
Es cierto, ya me había olvidado que fuiste mi alumno. Y luego como ni me respetas.

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