lunes, 24 de septiembre de 2018

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Nadie conoce pirámides de
Teotihuacán en Chilpancingo
Yukari Ramos Solís.--Los habitantes de Chilpancingo, capital de Guerrero, tienen una zona arqueológica con pirámides, parecida a las de Teotihucán, Estado de México, pero nadie las conoce, por falta de difusión de las autoridades de los tres niveles de gobierno desde hace 36 años, nadie conoce esa riqueza cultural.
Las pirámides “Pezuapan” pese a que se han realizado trabajos de exploración, excavación, investigación, por las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la reubicación de familias que habitaban en la zona hace 36 años que fueron descubiertas, hasta la fec
ha no se han aperturado al público, se encuentran olvidadas en su promoción.
La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, realizó una visita al sitio, en la que se pudo corroborar que a simple vista se observan esas pirámides del periodo clásico, ubicado en el año 200 de nuestra era y que, en apariencia fue construida casi en el mismo periodo que la ciudad prehispánica de Teotihuacán, Estado de México.
Se conoció que hace 36 años se fundó la colonia popular INDECO, por el entonces Instituto  Nacional para el Desarrollo Cooperativo (INDECO), ahora “Unidad Guerrerense”, se construía una calle y los constructores descubrieron al “rebanar” el cerro de que al parecer había unas ruinas arqueológicas.
Para salir de dudas, informaron a las autoridades del INAH, instancia que al final de cuentas  verificó y certificó que efectivamente en la zona en donde había unas casas habitación estaban sobre vestigios arqueológicos.
Las autoridades de los tres niveles de gobierno encargados de crear la colonia NDECO procedieron a reubicar a las familias hace 36 años, y desde entonces la zona está a cargo del INAH en la que se han invertido pocos recursos, pero se continua con la investigación, descubrimiento y a simple vista todo mundo puede verlas desde los cuatro puntos cardinales.
En ese momento los vecinos manifestaron su incertidumbre, porque no sabía que estaba sucediendo, pero fueron  reubicadas, confirmaron sus ahora ex vecinos que están cerca de la zona arqueológica semi explorada.
A la distancia de 36 años de haber sido descubiertas las pirámides “Pezuapan” en la parte alta de la colonia Indeco Chilpancingo de los Bravo aún se localizan sin difunción por los tres niveles de gobierno.
La zona se encuentra a la intemperie resguardada por una malla ciclónica,  y también se pudo verificar de la existencia de 10 árboles que dan sombra, el pasto luce limpio y fresco, la entrada del área arqueológica siempre permanece cerrada y solo una persona da mantenimiento a este patrimonio cultural.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desconoce cuándo será el día en que éste sitio podrá ser visitado por foráneos y ciudadanos de la capital, a pesar de que se localiza en condiciones para ser exhibido.
Por su parte la delegada del INAH, Blanca Jiménez Padilla, trató de entrevistarla por La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, pero prácticamente se negó a informar sobre los trabajos que se realizan en la zona.
Lo más que pudo decir la Delegada del INAH de que la reportera necesitaba elaborar un oficio dirigido al Gobierno Federal sin precisar a qué instancia o que funcionario, para obtener el permiso de tomar fotos, hacer grabaciones y conocer sobre los vestigios en donde algunas piezas arqueológicas encontradas en 1982 fueron llevadas al museo regional de Chilpancingo.
Al parecer el Gobierno federal está informado de la existencia está zona  arqueológica y la importancia que tendrá en la economía de Chilpancingo de los Bravo.
Lamentablemente Chilpancingo es más conocido por la violencia que han dañado la imagen hasta de Guerrero que por su cultura, entre ellas las zonas arqueológicas como la del INDECO y hace 205 aquí el generalísimo José María Morelos y Pavón promulgó los “Sentimientos de la Nación” un 13 de septiembre de 1843.
Por falta de difusión, muchas personas desconocen que Chilpancingo, tiene una zona arqueológica comparada con las de Teotihuacán, entre ellos los mismos choferes del servicio público de transporte, no obstante que todos los días circulan por el área de la colonia INDECO, ahora “Unidad Guerrerense”.
Aunque los trabajos  a simple vista  estarían concluidos y la delegada del INAH-Guerrero, se negó a abundar sobre el sitio, se podría concluir que ya está lista la zona para ser abierta al público  para que sea visitado por propios y extraños de la capital de Guerrero.
FALTA DE RECURSOS Y COMPROMISO GUBERNAMENTAL, DECLARO ARQUELOGO
El 6 de mayo de 2017, el arqueólogo Antonio Hermosillo Worley, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), declaró que 1980, tiempo en el que Chilpancingo continuaba en proceso de urbanización, cuando se detectaron los primeros vestigios de estructuras de piedra en Pezuapan, donde tuvo que intervenir el INAH.
Indicó en ese momento que aunque hoy y a más de 36 años de la primer exploración, la zona arqueológica se encuentra en un 50 por ciento descubierta, y de acuerdo a declaraciones de Hermosillo Worley, “lo que se ve, solo es una pequeña porción de lo que hay”.
El investigador lamentó que la falta de recursos y compromiso gubernamental, han impedido explorar otras zonas dentro de la mancha urbana de Chilpancingo, donde los vestigios continúan bajo el suelo, como en la colonia “Las Trincheras”, “Temixco II”, y al norte de la ciudad, donde se han hecho hallazgos importantes, pero “las zonas no han sido ni si quiera delimitadas por cuestiones administrativas”.
Comentó que en la construcción de la estatua monumental de Vicente Ramón Guerrero Saldaña, en la cumbre de Cerrito Rico, junto a la presa del mismo nombre sobre la cuenca del Huacapa, “por falta de compromiso” de las autoridades, no pudo intervenir el INAH para proceder al rescate de las ruinas, sobre las cuales se cimbró la figura.
Hermosillo Worley refirió: “es el único sitio en la entidad en el que se tienen detectadas estructuras tipo Talud-Tablero, que es un estilo arquitectónico mesoamericano, propio de la cultura teotihuacana”.
Explicó que se está buscando concretar un convenio con el Ayuntamiento de Chilpancingo, para descubrir y extraer los escombros de los anteriores trabajos de campo que se han realizado en el área de Pezuapan, y posiblemente abrir el sitio al público, como sucedió con la zona arqueológica de Tehuacalco.
Sin embargo, subrayó que “la última jornada de trabajo en el sitio arqueológico, fue en 2012 y únicamente por mantenimiento”.
El arqueólogo manifestó que la Capital y sus alrededores se encuentra plagada de sitios con algún tipo de vestigios, que aún siguen sin excavarse, como en el poblado de Petaquillas donde se han encontrado formaciones troncocónicas, las cuales, según reveló, “son habituales en la zona centro del Estado”, y eran utilizadas para hacer enterramientos o bodegas.

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