lunes, 1 de octubre de 2018

FOTOS DE NOTA

El movimiento, dice Rafael Aréstegui, puso en tela de juicio la “honradez” y la buena intención del Gobierno de buscar la conciliación y suspender la violencia. Gustavo Díaz Ordaz, entonces Presidente de México, de manera teatral tendió su mano y en respuesta, el movimiento le pidió hacerse la prueba de la parafina. (Foto: Archivo).
Los estudiantes y gente del pueblo portaban cárteles en la Marcha del Silencio en los que se reclamaba: “Libertad a la verdad ¡diálogo!”, “El pueblo nos sostiene, por el pueblo es que luchamos”, “Líder honesto igual a preso político”, “Luchamos por los derechos del pueblo mexicano”, “¡Tierra para todos!”.(Foto: Fundación UNAM).
El movimiento estudiantil, apoyado por padres y trabajadores en general, fue reprimido brutal y continuamente por el Gobierno de México. Y con el fin de terminarlo, el 2 de octubre de 1968 perpetró la “matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco”, logrando disolver el movimiento en diciembre de ese año. (Foto: Archivo UNAM).

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