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Violencia y la inseguridad
obligó cerrar la Ford aquí

Javier Francisco Reyes.—En los últimos cinco años, se han ido de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero al menos tres empresas distribuidoras de carros, la última  la Ford,  porque han sido víctimas de la inseguridad pública, ahora las oficinas lucen totalmente vacías.
La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, realizó un recorrido por las instalaciones de la distribuidora Ford que se encontraba en la lateral norte sur del boulevard “Vicente Guerrero”, se consta

tó que están totalmente desmanteladas.
Las empresas que han abandonado la capital del estado de Guerrero, primero fue la agencia de automóviles la Volkswagen y la siguió Volvo, ahora la Ford, los representantes coinciden en señalar que el cierre es la violencia e inseguridad ocasionaron el desplome de sus ventas.
Se pudo conocer que la agencia distribuidora de vehículos Ford en la capital, comenzó desde hace un mes a desmantelar sus oficinas, debido a que la violencia e inseguridad ocasionaron el desplome de sus ventas.
Trascendió que a los concesionarios de la Ford les estaban cobrando 20 mil pesos mensuales, pero después la delincuencia les aumentó la cuota y prefirieron cerrar e irse de Chilpancingo.
El gerente de la Ford se quejó de que las ventas bajaron considerablemente por la violencia de los últimos meses y que, también, “ya los andaban rondando y amenazando”, por lo que mejor decidieron cerrar e irse.
En tanto se conoció y antes de que cerraran las oficinas de Volvo en Chilpancingo, habría revelado que los delincuentes los estaban extorsionando, que pagaban una cuota mensual de 20 mil pesos y que pretendían aumentársela a 50  mil pesos,  después no era solo un grupo delincuencial, sino que pretendían extorsionarlos dos más.
En su momento el recién nombrado presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Pioquinto Damián Huato, declaró que hay una gran depresión económica en Chilpancingo, como consecuencia de las acciones del crimen.
El dirigente de la Canaco, planteó la necesidad de que el Congreso local apruebe una reforma al Código Penal de Guerrero que contemple una pena de hasta 40 años de prisión a los que incurran en el delito de extorsión o cobro de piso.
Hace unas semanas, la legisladora local de Morena Mariana García Guillén propuso en el Congreso esta reforma que establece como delito grave la extorsión, pero con una pena corporal de 16 años de prisión.
“Hay que endurecer las penas contra los extorsionadores y que cobran derecho de piso”, opinó Damián Huato.
El empresario, quien desde 2013 goza de medidas cautelares por parte del gobierno porque recibió amenazas de muerte por parte de la delincuencia organizada, afirmó que él como líder de la Canaco, ya hasta perdió la cuenta del número de negocios o empresas que han cerrado en Chilpancingo por la inseguridad en este año.
Aseveró “Son muchas los negocios que ya no están, muchos empresarios se fueron porque ya no soportaron el cobro de piso”.
Indicó que se ha llegado al grado de que algunos empresarios sufrían extorsiones por parte de dos organizaciones criminales que operan en Chilpancingo.
“O sea pagaban doble, y pues mejor optaron por irse, cerrar definitivamente”, concluyó diciendo el polémico empresario.