viernes, 25 de enero de 2019

COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
DR. RAYMUNDO ABARCA ALARCÓN
-8 de febrero, 48 aniversario de su fallecimiento-

Médico cirujano y político. Nació el 4 de marzo de 1906 en Chilpancingo; murió en la misma ciudad el 9 de febrero de 1970 a causa de un infarto agudo y masivo al miocardio. Sus padres fueron Antonio Abarca y Genoveva Alarcón. Cursó la primaria en la Escuela Vicente Guerrero; estudió también en el Colegio del Estado. En octubre de 1934 se graduó en la Escuela Médico Militar con la tesis Contribución al estudio de los grupos sanguíneos; ejerció como médico en el III y VI regimientos militares. Durante 1937 prestó sus servicios en la región de Tierra Caliente, bajo las órdenes del general José Aguilar Tamayo; más tarde, quedó adscrito a la 27 Zona Militar en Acapulco, donde alcanzó el grado de teniente coronel médico. Poco después obtuvo licencia para separarse del servicio militar y establecerse en Iguala.
En el ejercicio de la medicina fue un profesional reconocido. En 1950 fundó en Iguala uno de los establecimientos médicos particulares más prestigiados de la época: el Sanatorio y Maternidad Abarca. En esa misma ciudad inauguró la delegación de la Benemérita Cruz Roja. También practicó su profesión en instituciones públicas. En Iguala, además de la atenció
n directa a pacientes, se desempeñó como director del Hospital del Centro de Salud.
Fue miembro de la Sociedad de Salud Pública y de la Federación Médica, ambas en el estado de Guerrero; de la segunda llegó a ser secretario general en dos ocasiones.
Fue dirigente local del PRI y dos veces presidente municipal de Iguala (1949–1950 y 1952–1953). Apoyado por quien fuera secretario de la Presidencia de la República, licenciado Donato Miranda Fonseca, el 25 de octubre de 1962 protestó como candidato al gobierno del estado, y el 1 de abril del siguiente año tomó posesión como gobernador constitucional, sustituyendo en el cargo al licenciado Arturo Martínez Adame.
Durante su gestión se destacan los siguientes logros: a través de los programas Bipartita Ordinario, Bipartita Extraordinario y de Cooperación Tripartita se construyeron, conservaron, administraron y/o vigilaron 469 km de carreteras y de caminos vecinales; la electrificación benefició a 259 pueblos con el levantamiento de otras tantas redes de distribución; se hizo un amplio trabajo de fomento ejidal; se estableció el Programa de Alimentación Complementaria Rural en beneficio de 75 localidades que no tenían centro de salud; se inmunizó contra tétanos, viruela, tuberculosis y otros padecimientos a más de 132 000 personas; se construyeron 25 unidades sanitarias en diferentes lugares de la entidad y se crearon centros de salud en las localidades siguientes: Arcelia, Atlixtac, Zitlala, San Miguel Totolapan, Xochihuehuetlán, Puerto Marqués, Pie de la Cuesta, Tres Palos y Llano Largo.
También se amplió la infraestructura educativa; por ejemplo, en educación preescolar aumentó el número de jardines de niños de 62 a 109, y en educación primaria creció el número de escuelas de 668 a 828, con el consiguiente incremento de plazas docentes, administrativas y de intendencia; en el ámbito de la educación física se integraron la Unión Deportiva Estatal con 53 uniones deportivas municipales, se reorganizó la Dirección de Educación Física, se construyeron 69 canchas deportivas de basquetbol y de volibol, y el estado participó en 30 eventos deportivos nacionales.
Con el propósito de fomentar en diversos aspectos la cultura de la entidad, se creó la Casa de la Cultura de Guerrero, antecedente directo del hoy Instituto Guerrerense de la Cultura. En el caso específico de la capital del estado se inició la construcción del Palacio de Gobierno (hoy Palacio de Cultura Ignacio Manuel Altamirano), se edificaron los recintos para el Tribunal Superior de Justicia y para el H. Congreso del estado (que actualmente ocupa el Poder Judicial), se construyó la Casa de la Juventud, se mejoraron los sistemas vial, de agua potable y de drenaje, y se ampliaron algunas arterias del primer cuadro.
En julio de 1963 tomó protesta a Alfredo López Cisneros como presidente de la Unión de Colonos del municipio de Acapulco. El 14 de febrero de 1966 viajó a Oaxaca acompañado de un numeroso grupo de guerrerenses que asistió a la develación de la estatua del general Vicente Guerrero Saldaña en Cuilapan –réplica de la que está en Tixtla–, la cual se levantó en el sitio donde la tradición oral afirma que fue fusilado; el licenciado Juan Pablo Leyva y Córdoba pronunció el discurso alusivo.
Durante su régimen, el doctor Abarca Alarcón otorgó becas a estudiantes que realizaban estudios profesionales fuera de la entidad; se donó a la Universidad Autónoma de Guerrero el predio de la exhacienda de San Juan Bautista en Taxco y otro terreno en la ciudad capital a la Sociedad Médica de Chilpancingo. En el puerto de Acapulco inauguró el mercado central el 22 de noviembre de 1968.
Ha sido el único médico que ha llegado a la gubernatura estatal de Guerrero. Cumplió todo el periodo de su sexenio. El 1 de abril de 1969 entregó el poder al profesor Caritino Maldonado Pérez.
Al concluir su administración, regresó a laborar en los Servicios Coordinados de Salud y asumió nuevamente el cargo de director del Hospital de Iguala.
El ameritado periodista Reemberto Valdez Ortega, con quien tuvo un trato cercano, escribió una semblanza muy amplia (casi un ensayo) del doctor Abarca que apareció publicada en el número 161 del periódico mural Así somos… Lo describe como un “hombre de carácter”, un médico cuyo prestigio lo hacía muy solicitado; dice que “fue un gobernador sui géneris”, carismático, de una sencillez a toda prueba, humanista, práctico, que actuaba casi como un simple ciudadano y lo hacía con absoluto respeto al pueblo.(Información tomada de la Enciclopedia Guerrerense).

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