lunes, 21 de enero de 2019

POLICRÓNICA

Tlahuelilpan…Cuando estaba cumpliendo 49 días del Gobierno de la Cuarta Transformación, comenzó a caminar entre los muertos, no es casual que las tragedias se desaten en lugares impronunciables o inéditos para el resto de los citadinos: Ayotzinapa, Tlatlaya o ahora Tlahuelilpan.

En los primeros  49 días de gestión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), tras haber asumido y tomado las riendas en sus manos el 1 de diciembre, está  pasando por un momento trágico, suficiente para que sus detractores pretendan avasallarlo y culparlo, de haber iniciado  una guerra contra los impronunciables Huachicoleros, que en este corto tiempo ya va siendo parte del lenguaje de los mexicanos. También cuando se estaba a punto de cumplir un mes de que inició su guerra frontal de combate  al Huachicoleo, se registra  la tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo. En Gobiernos anteriores se registraron tragedias en lugares impronunciables o inéditos para el resto de los citadinos: Ayotzinapa,  con el asesinato y  desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, que en estos días ya se cumplirán 52 meses, en que los padres siguen su lucha; Tlatlaya, Estado de México, en donde 22 civiles fueron fusilados como presuntos delincuentes por militares y ahora Tlahuelilpan, en donde el reporte  todavía preliminar, aunque después de 36 horas de la tragedia, terminaron los peritajes indica que van 79 muertos y 81 heridos por explosión, además desde ayer domingo comenzaron los funerales de las personas reconocidas. Ahora Tlahuelilpan, se convertirá  en nombre familiar por las razones más siniestras, a golpe de muertos. Y tampoco es casual que sean nombres indígenas; los desastres suelen presentarse allá donde el hambre es mayor, donde los poderes reinantes son más salvajes y la vida de los personas es más vulnerable ante las fuerzas naturales o de las otras que los vapulean. Así como las grandes epidemias, las hambrunas o los genocidios tienen lugar en los sótanos del planeta, en las zonas atrasadas de África o de Medio Oriente, en nuestro país México se ceba sobre nuestro tercer mundo local. Más 79  muertos y contando 81 heridos, es el saldo que ha dejado la explosión en Tlahuelilpan (y sí, apréndase este nombre porque desde ahora formará parte, junto huachicol o Ayotzinapa, del léxico rojo con el que intentamos nombrar lo innombrable). Las tragedias suelen atribuirse a muchos padres, dependiendo del lugar en donde estemos parados. Algunos aprovecharán el dolor y la indignación para cargarlo a la factura política del promotor de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, insistiendo en que esto no se habría presentado si el Gobierno hubiera encarado de otra manera la batalla contra las mafias que trafican con el hidrocarburo. Otros apuntarán el dedo flamígero contra el Ejército por no haber impedido que la gente convirtiera en una romería la fuga de gasolina. Otros responsabilizarán, en primera instancia, a la propia población que mire por donde se mire estaba cometiendo un acto de rapiña en contra de las órdenes de la autoridad. Y algún exigente, incluso, podrá argumentar que tampoco esto se habría presentado si los gobernadores de la región Centro Occidente no hubieran exigido tan categóricamente la reactivación de los ductos, a pesar de que el Gobierno federal no había terminado el operativo de revisión de fugas y blindaje de seguridad. Todos estos no son más que seudoargumentos. No nos engañemos, el responsable es el crimen organizado y la guerra que ha desatado aparentemente en contra del Gobierno federal, pero en realidad en contra de la sociedad en su conjunto. Los huachicoleros no sólo sabotean los ductos para provocar desabasto en las ciudades y desencadenar la indignación de los habitantes en contra de la campaña que el Gobierno ha puesto en marcha; además usan a la población literalmente como carne de cañón para encarecer los saldos de esta guerra. Lo de Tlahuelilpan es un ejemplo típico de esta estrategia. Una perforación con la consiguiente fuga y una convocatoria a la población para que acuda a la rapiña. Un crimen tan astuto como cobarde. Buscar ahora otros responsables no hace sino seguirle el juego a este perverso montaje.El crimen organizado es resultado de la impunidad que se ha instalado en la vida pública en México; la ausencia de Estado de Derecho y la corrupción de las policías han prohijado el surgimiento de poderosos sindicatos dedicados a la delincuencia. Pero en el huachicoleo existe un factor adicional: la extendida cultura de rapiña entre la población. No sólo a que acudan a recolectar combustible en una fuga para apropiarse de un bien público o el saqueo y descarrilamiento cada vez más frecuente de vagones de trenes con cereales, camiones con vacas o televisores de una tienda de cristales rotos. Robos en los que participan comunidades completas y recuerdan las escenas que sólo habían sido vistas en películas apocalípticas o en emergencias límite provocadas por un desastre natural. Por lo general tales escenas, en las películas de ficción, sobrevienen cuando el orden social se colapsa y las instituciones del Estado dejan de operar, trátese de una invasión de zombis, de alienígenas o un sismo catastrófico.Por desgracia en México la rapiña comunitaria, por así decirlo, es una imagen cada vez más frecuente en los noticieros y en las redes sociales. Podríamos pensar que es el reflejo de un colapso en las instituciones, pero por desgracia va mucho más allá de eso. La gente roba los bienes públicos (y los privados cuando puede hacerlo impunemente) no solo porque no hay un orden legítimo que se los impida, sino porque asume que los de arriba, los ricos, los políticos, los empresarios, hacen lo mismo. El hombre que llena su bidón de los charcos que rodean a una fuga asume que tiene tanto o más derecho que el funcionario de Pemex que los escamotea a gran escala o que el empresario gasolinero que vende litros recortados. ¿Cómo desandar la costumbre de esta rapiña generalizada? No será fácil. Pero si existe un camino ese comienza por arriba y en eso coincidimos con López Obrador. Los recursos públicos son de todos y los funcionarios son los primeros que tendrían que cuidarlos. Puede resultar ridículo ver al Presidente hacer cola en un avión de línea para hacer sus giras pero ese, como muchas otros similares, es un acto de un profundo simbolismo para cambiar el descompuesto sistema de valores en el que chapotea la vida pública en México. Después de los hechos trágicos, solo queda la crónica en la que el actual Gobierno federal, comienza un camino entre muertos: muertos a los que sobreviven huesos –el cráneo sujeto al tórax y éste a las extremidades– porque el fuego consumió la carne tras la explosión de la toma clandestina y sólo dejó estos restos de lo que horas antes fueron humanos. El olor a gasolina anida en los poros, mientas gases se disuaden en el aire, en la oscuridad de la madrugada. La gente camina sobre el pastizal, entre maleza, con la mano sobre la nariz para aguantar la respiración y que el crudo no penetre los pulmones ni limite la andanza. A las tres de la mañana del sábado 19 de enero –ocho horas después de que explotara el ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) que cruza la localidad de San Primitivo, en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo–, decenas de personas ingresaron al predio que era resguardado por el Ejército para identificar de los huesos quemados y los trozos de piel que quedaron adheridos a lo que fue cuerpo, a familiares no localizados, que no estaban en las listas de internos en hospitales ni de muertos reconocidos. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no pudo impedir que los padres, madres, hermanos o hijos que buscaban a desaparecidos traspasaran el sitio acordonado para tratar de reconocer pedazos de calzado y de ropa quemada, de cadáveres que estaban tendidos sobre el terreno, en el que aún se encontraban garrafas con las que la gente extraía combustible de la “ordeña”. “Vamos a entrar porque vamos a entrar, ustedes no nos pueden impedir. Vamos a buscar a nuestros familiares”, reclamaban a militares y elementos de la Policía Federal (PF) que abrieron paso tras la insistencia de las personas, que llevaban horas apostados sobre la carretera Tlaxcopan-Tlahuelilpan, pidiendo información porque en los hospitales Regional de Tula y de Cinta Larga, en Mixquiahuala –saturados de pacientes con quemaduras que fueron trasladados de emergencia– no se encontraban los suyos. “¡Camínenle, camínenle!”, gritaban; sin embargo, conforme se adentraban a sitio, y, específicamente, al “punto caliente”, junto a la canaleta en la que está el túnel de Pemex por el cual primero corría gasolina Premium y luego componente MTB, los sollozos y alaridos aumentaron hasta convertir el aire en una jauría de sonidos en la que no era posible distinguir las voces.¡Dios¡, quizás, fue el clamor más concurrido, mientras mujeres que llevaban cobijas sobre la espalda se doblegaban ante los huesos quemados. Entraron antes que los peritos de la Procuraduría de Justicia de Hidalgo y se situaron al lado del cuerpo que reclamaban, porque algo en él habían visto suyo. Los cráneos primero, después las demás piezas se iluminaban con las linternas de los celulares. Había cachos de ropa y objetos dispersos. Para evitar más desgracias en el futuro, por por lo pronto, el nuevo  Fiscal General Alejandro Gertz Manero aseguró que se protegerá a la población que decida denunciar a los huachicoleros. En su momento el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se estará informando y orientando a la población sobre el peligro que significa el robo de combustible, durante una gira que comenzará mañana martes por los poblados donde pasan los ductos. Para hacer conciencia entre todos los habitantes de este país, el Gobierno de México lanzó un spot para llamar a la población a no ponerse en riesgo al participar en el robo de combustible; así una línea telefónica para recibir las denuncias contra los huachicoleros. “El robo de combustible no sólo es un delito es una actividad peligrosa. No te pongas en riesgo, evita acercarte a las fugas y a las tomas clandestinas”, se escucha en el video. Y llama: “Reporta a los huachicoleros al teléfono 01 800 228 96 60. Tu denuncia es anónima”. En la grabación exhorta a no comprar ni vender combustible ilegal. “El Gobierno ofrece oportunidades de trabajo, becas y estudio para ti y tu familia. Nada es más valioso que tu seguridad y tu vida”, finaliza el spot y aparece el logo de Petróleos Mexicanos. Ojalá haya conciencia entre los mexicanos de lo que deja  la irresponsabilidad.…Maricela…Por ahora nada oficial, únicamente en redes sociales se conoce que Maricela Reyes Reyes, ex consejera presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), asumirá la titularidad de la Dirección General Adjunta de Relaciones Internacionales de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM). Solo es trascendido, aunque hasta el momento se desconoce el cargo que ocuparía. La CONAVIM es un órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) que se encarga de diseñar políticas públicas para promover la cultura de respeto a los derechos de las mujeres. Actualmente, la comisionada es Ángela Quiroga Quiroga, de acuerdo al sitio oficial. Si se confirmara en breve, será el primer cargo que asumirá por primera vez Reyes Reyes, después que haber renunciado como presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana el12 de septiembre de 2017. Su salida del órgano electoral, como se sabe, estuvo plagada de señalamientos directos por haber incurrido en actos de nepotismo al interior del instituto, el propio Instituto Nacional Electoral (INE) abrió un expediente para investigar presuntas responsabilidad administrativas. En este caso, la ex presidenta del órgano electoral, es una más de los personajes que se sumarán a la estructura administrativa del nuevo gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador.En días pasados, se hizo público que dos militantes del partido Movimiento Ciudadano (MC), como es el caso de Héctor Manuel Popoca Boone y Ricardo Mejía Berdeja, habían sido llamados para colaborar con el gobierno federal. En el caso de Popoca Boone, este fue nombrado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) como coordinador del Programa Nacional de Fertilizante Gratuito en el Estado de Guerrero. En tanto que de Mejía Berdeja, solo se tiene conocimiento que colabora con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Los tres no son originarios del estado de Guerrero, han radicado por muchos años y han ocupado diversos cargos, Reyes Reyes, es de la Ciudad de México, Mejía Berdeja, es de Durango y Popoca Boone,  del estado de Morelos. Por lo tanto no habría guerrerenses en el gabinete de la Cuarta Transformación hasta el día de hoy, por lo tanto tampoco podrían arengar “es un honor trabajar con López Obrador”.…Trump…Está cumpliendo dos años como presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha venido de mal en peor, por sus berrinches con la que ha gobernado, ahora está confrontado con una de las cámaras y también lleva un mes de paralisis en Gobierno. Por este problema, ahora  Trump, en el marco de sus dos años de pésima gestión,  ahora trata de chantajear a legisladores, a cambio de extender un trienio más la estancia legal de cerca de 740 mil dreamers, el presidente estadunidense propuso a los demócratas un nuevo acuerdo migratorio, a cambio de cinco mil 700 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo. Trump lanzó esta propuesta al cumplirse casi un mes del tercer cierre parcial de gobierno, desde el 22 de diciembre. El más prolongado en lo que va de su gobierno. En reiteradas ocasiones los demócratas han expresado su rechazo ante la construcción del muro, una de las principales promesas durante la campaña de Trump. Nancy Pelosi, presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, anticipó su negativa a los plantemientos de Trump en los siguientes términos:“Desafortunadamente, su propuesta es una compilación de varias iniciativas rechazadas anteriormente, cada una de las cuales es inaceptable y, en total, no representa un esfuerzo de buena fe para restaurar la certeza en la vida de las personas. Es poco probable que alguna de estas disposiciones, por sí sola, sea aprobada por la Cámara de Representantes y, en conjunto, no se inicie. Por un lado, esta propuesta no incluye la solución permanente para los dreamers que nuestro país necesita y respalda””, expuso Pelosi en un comunicado. Con muchos desaciertos que aciertos ha gobernado Donald Trump, por lo que no hay avances de desarrollo en ese país del norte.

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