martes, 26 de febrero de 2019

POLICRÓNICA

Traidores…La sabiduría popular, dice “No hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver”, es lo que ha practicado en tres años y casi cuatro meses el Gobernador priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, por ello se rodea de traidores en su gabinete.

En gran parte del fracaso de la administración del gobernador Héctor Antonio  Astudillo Flores, por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), es su soberbia al no saber escuchar comentarios, sugerencias y observaciones de gente que  conoce los temas y desea que le vaya bien  al jefe del ejecutivo y al estado de Guerrero. Además está rodeado de colaboradores traidores que  le llevan las contras en todo momento, no hemos visto en estos tres años y casi cuatro meses de gestión, a los de primer nivel que realmente vayan al encuentro para solucionar los problemas, está gobernando solo. Es lamentable, pero es una realidad lo que sucede en la administración estatal Astudillista, tal vez tenga las mejores intenciones por hacer algo a favor de los tres millones 500 mil guerrerenses, pero tristemente  se ha hecho rodear de traidores, hasta los que les ha dado la confianza de toda la vida y hasta con los ojos cerrados los deja que decidan por él. Pero tristemente ellos no se tientan el corazón para darle puñaladas traperas al Gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores, para que no se enoje, le reportan “Todo bien señor Gobernador”. Uno de sus fieles colaboradores que lo ha traído en todos los cargos que ha tenido, porque cree ciegamente en su persona, pero éste se ha convertido en un traidor a esa confianza. Nos referimos a Tulio Samuel Pérez Calvo, quien entre otros cargos importantes, fue presidente municipal interino cuando su jefe político dejó la alcaldía de Chilpancingo, para buscar otra responsabilidad. Además le ha conferido todos los  “secretos” que posee Astudillo Flores, pues es familiar de primer orden de su esposa Mercedes Calvo Elizundia, por ello el mandatario cree que cuenta con todas las confianzas de ese siniestro personaje, que actúa como oveja, pero en realidad es un deshonesto. Desde que llegó a la Secretaría de Finanzas y Administración como subsecretario, y ahora como titular, se esconde a piedra y lodo, además trae camioneta blindada, ¿cuándo termine su responsabilidad traerá ese lujo? No es gratis para que Tulio Samuel Pérez Calvo se le tenga que calificar como un verdadero traidor de Héctor Antonio Astudillo Flores, puesto que le ha dado las manos, pero se las ha mordido, realmente no se está dando cuenta o acepta lo que está haciendo precisamente porque le debe conocer triquiñuelas comprometedoras. Pareciera que el Gobernador priista, Héctor Antonio Astudillo Flore, practica lo que indica la sabiduría popular “No hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver”. Eso le ha estado perjudicando a su gobierno en estos tres años y casi cuatro meses, ya que Tulio Samuel Pérez Calvo, de subsecretario subió a titular de la Secretaría de Finanzas y Administración, que dejara la vergüenza de Olinalá, Héctor Apreza Patrón, actual diputado local plurinominal y ahora su sustituto ha cobrado poder absoluto, tanto que nadie lo puede ver, ni entrevistar para nada, en todo momento se hace el huidizo, creyendo que ahí estará eternizado, cuando le faltan dos años y ocho meses, si es que no ocurre antes una catástrofe, por ahora tiene mucha influencia en las decisiones del mandatario en asignaciones presupuestales y designaciones de funcionarios de todos los niveles, como es el caso de María del Carmen López Olivares, quien al principio de la administración fue nombrada subsecretaria de ingresos  de la Secretaría de Finanzas y Administración estatal y despachó en el edificio “Juan Alvarez” de Chilpancingo y de ahí por la misma influencia de Pérez Calvo, fue removida y nombrada desde el 18 de abril del 2018, como Subsecretaria de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud, en sustitución del actual impugnado diputado local plurinominal por el Partido Verde Ecologista de México, Juan Manuel Santamaría Ramírez. Los colaboradores del primer círculo del gabinete Astudillista desde el principio se preguntaban porque le habían incorporado a la administración estatal a una zeferinista, cuando su antecedente inmediato de que había trabajado al lado del Gobierno del perredista, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, quien  la mantuvo durante los seis años como Directora de Estudios Hacendarios y coordinación general del SECOF de abril 2005 a marzo 2011, dependiente de la Secretaría de Finanzas y Administración. María del Carmen López Olivares, no es gente allegada, mucho menos de confianza de Astudillo Flores, sino que es recomendada directa del actual dos veces presidente municipal de Iguala de la Independencia, Antonio Jaimes Herrera, en la primera ocasión fue por el Partido de la Revolución Democrática, y como un buen traidor se fue al Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y por esa vía llegó por segunda ocasión a la alcaldía tamarindera. Ahora se sabe que el morenista Antonio Jaimes Herrera es compadre de grado de Tulio Samuel Pérez Calvo, y fue quien incorporó al gabinete Astudillista, misma que ha defendido, protegido y promovido a María del Carmen López Olivares, quien ahora despacha como flamante Subsecretaria de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud desde el 18 de abril del año pasado a la fecha, en donde está manejando  el “despreciable” presupuesto del 2019 por la cantidad de 6 mil 874 millones 380 pesos. Con esa cifra millonaria, la cuestionada funcionaria tiene todo el control que el propio titular, Carlos de la Peña Pintos, porque hace lo que le viene en gana y para que no haya duda, la señora está en casi todos los eventos que preside el doctor para estar enterada de sus movimientos y compromisos, por muy insignificantes que sean, como es la entrega de certificados  de centros de salud o apoyos para su reconstrucción. Ahora mismo trasciende que María del Carmen López Olivares, desde que llegó a la Secretaría de Salud Guerrero, creó empresas fantasmas como comercializadoras, en complicidad con su subalterno, Alejandro Solís Morales, subdirector de recursos financieros de la Secretaria de Salud en Guerrero. Ambos obtienen contratos millonarios para ofrecer servicios y suministrar consumibles para la dependencia, haciéndoles competencia desleal al grupo de proveedores que está registrado en el padrón del Gobierno estatal. Pero eso no queda ahí, sino que a la competencia les retrasan deliberadamente sus pagos con el argumento de que no hay dinero. Después de un buen tiempo que están en espera del pago, hacen que los proveedores realicen muchas vueltas, cuando ellos calculan que entran en la etapa de la desesperación, les hablan por teléfono de que ya se ha autorizado el pago y está en proceso de trámite, pero les condicionan para recibir el cheque de que  obligadamente tienen que pagar el 20 por ciento de “moche”, es decir, son unos insaciables, no conformes con lo que ya tienen, sino que quiere sacar más a costillas de las y los proveedores sin informar ese ingreso al Servicio de Administración Tributaria. Los proveedores al ver que han pasado hasta más de un año para recuperar su inversión, y perdida de su ganancia, aceptan ese tipo de componendas y no lo denuncian, porque como proveedores enlistados en el padrón del Gobierno estatal, no quieren problemas y quieren seguir trabajando para obtener ingresos para mantener sus empresas y de hacerlo les pagaría rápidamente, pero los vetaría, ya que el principal padrino de López Olivares es el Secretario de Finanzas y Administración estatal, por donde pasan todos los asuntos económicos del gobierno de Guerrero. Ese es el grado de corrupción que mantiene la dupla López Olivares- Solís Morales, quienes se han hecho millonarios en menos de un año al estar en la Secretaría de Salud en Guerrero, no obstante que vienen de Torreblanca Galindo, luego permanecieron con un cargo menor en la administración del perredista Angel Heladio Aguirre Rivero y ahora siguen en el gobierno del Astudillismo. Estos mismos traicionaron la confianza de Pérez Calvo, quien fue el responsable de integrar el presupuesto del 2019 y entregó al Congreso en donde finalmente fue modificado y aprobado el 8 de enero pasado. Ese par de traidores estuvieron participando extramuros en la revisión del presupuesto del ejercicio fiscal 2019 de manera coordinada con el zeferinista Carlos Alvarez Reyes, contratado expresamente por la fracción parlamentaria de Morena de la LXII legislatura local cuando era coordinador y presidente de la Junta de Coordinación Política, Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, ahora con permiso y actual delegado federal único en Guerrero. Los recomendados de Pérez Calvo, contribuyeron  para  modificarle su paquete fiscal enviado al Congreso local, y por supuesto afectó en gran parte en las partidas presupuestales que había contemplado Astudillo Flores para poder cumplir con su programa de trabajo del presente año. Personas serias, tal vez no son sus amigos ni de confianza de Astudillo Flores, le informaron en tiempo y forma de los riesgos de darle poder a la zeferinista María del Carmen López Olivares, y de que estaban tras bambalinas participando en la revisión del presupuesto estatal del 2019, pero simplemente los ignoró, y ahora el mandatario estatal pagará las consecuencias de los traidores por no hacer caso a los sanos y constructivos comentarios. Ahora que trasciende de los pingues negocios de la protegida de su supuesto incondicional de Pérez Calvo, el gobernador está totalmente molesto, seguramente en breve conoceremos el destino que les depara al par de corruptos López Olivares- Solís Morales y por supuesto, Pérez Calvo, irá perdiendo confianza y poder, claro, si es que entiende el testarudo mandatario guerrerense para bien de su Gobierno y su futuro político.…Desatendidos…El pasado domingo, se cumplió la primera semana de haberse instalado en plantón afuera de Palacio Nacional, los desplazados de los municipios de Leonardo Bravo y Zitlala, Guerrero, no han recibido respuesta a su petición de audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde noviembre, 1600 personas de ocho comunidades de Leonardo Bravo y 78 pobladores de la comunidad náhuatl de Tlaltempanaca, en Zitlala, tuvieron que dejar sus casas ante la llegada de grupos armados que se hacen llamar policía comunitaria, pero que el mismo gobierno del estado de Guerrero ya ha reconocido como brazos armados de carteles en disputa por controlar territorios. Los desplazados han señalado que solicitaron audiencia con el gobernador, priista Héctor Astudillo, para plantear sus demandas, y no obtuvieron respuesta. Los de Leonardo Bravo piden el repliegue y desarme de los grupos armados que actúan en el corredor Filo de Caballos – Casa Verde, la puerta de entrada a la sierra de Guerrero. Y los de Zitlala piden la reubicación, por el temor de ser asesinados si regresan a sus comunidades. Como se sabe, por la inacción de las autoridades del estado de Guerrero,  los desplazados decidieron trasladarse a la Ciudad de México, el 17 de febrero, para instalarse en plantón afuera de Palacio Nacional hasta tener audiencia con el presidente López Obrador. Los más que han logrado, el lunes 18 de febrero un grupo de desplazados se reunió con Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), pero lo único que obtuvieron fue la promesa de gestionar la audiencia con López Obrador, lo que no ha ocurrido. “Solo a eso se comprometió. En cuanto a lo que había dicho sobre que estaban preparando una estrategia para asegurar el regreso de la gente a sus comunidades, nos dijo que aún no había nada. Supuestamente ya tenía algo preparado, pero cuando empezó a escuchar a los desplazados dijo que le diéramos tiempo, pese a que nosotros ya hemos tenido pláticas con su equipo desde hace meses, por ejemplo con Félix Santana, director general de Estrategias para la Atención a los Derechos Humanos de la SEGOB. El martes, un grupo de desplazados se acercó a Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en Palacio Nacional. Relatan que Durazo les pidió que formaran una pequeña comisión, a la que él personalmente recibiría en cuanto acabara la reunión del gabinete de seguridad. Pero pasaron las horas y solo llegó una persona de su equipo a decirnos que Durazo había tenido que irse con el presidente a su gira por Coahuila, y que nos iba a recibir una de sus colaboradoras. “Le dijimos que sí ella tenía capacidad de decisión para resolver las demandas de los desplazados, adelante con la reunión. Ya no volvieron a llamarnos”. Con las únicas autoridades con las que los pobladores han tenido comunicación en los últimos días es con la Secretaría de Gobierno de CDMX, que les ha ofrecido trasladarlos a un albergue a unas cuantas cuadras del Zócalo. “Dicen que les preocupan las mujeres y los niños que estos días lloverá, y que allá estarán bajo techo, y tendrán comida, un lugar donde bañarse y camas para dormir. Y que los tanques de gas que tenemos aquí son un riesgo. Pero la gente no se quiere mover de Palacio Nacional porque temen que ya no los dejen volver a instalarse en este espacio donde su presencia y sus demandas son más visibles. Ellos lo que quieren es que los reciba el presidente”. Por lo que se observa, va para largo lograr la audiencia con el mandatario nacional, no obstante que todas las mañanas ofrece una conferencia de prensa ante los medios de información.

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