jueves, 4 de abril de 2019

COLUMNA

DH-1-07-18
Tino  Gatica
Más acerca del famoso #me too en México: cuenta de Twitter @MeTooMúsicos.
El suicidio del artista roquero así como fundador del grupo musical “Botellita de Jerez”, Armando Vega Gil; ha generado una ola de comentarios a favor y en contra, sobre todo porque el acoso sexual, agresiones y otras manifestaciones de violencia en contra de las mujeres no había tenido tanta exposición luego de este irreparable acto en contra del bien más preciado que se tiene: la vida. Y es que este movimiento que empezó con actrices en contra de productores de cine, así como artis
tas que a su vez acosaron a jóvenes, y otros más que cometieron violaciones en contra de menores de edad, fue tomando una fuerza que hasta el momento no se ha detenido. Insisto que en México, el suicidio del artista roquero Vega Gil puso en la agenda mediática, en la opinión pública al igual que en servidoras y servidores públicos que tienen poder e inciden en  la toma de decisiones en los diversas estructuras institucionales o sistemas, según se entienda esta forma de violencia. También es cierto que en nuestra hipocrecía individual y colectiva, o doble  moral, los primeros datos sobre este suicidio desorientaron a quienes manejan las instituciones, con especial énfasis en que en esta  novata administración con un longevo presidente, siempre esperan que la gente reaccione para ver cómo comportarse. Sin embargo, el punto central de este suicidio del roquero que conmocionó a nuestra sociedad mexicana, por una denuncia de acoso sexual en ese movimiento #me too, es que ocurrió, si hubiera sido así cuando la presunta mujer denunciante tenía 13 años de edad. Es decir existe un enorme distanciamiento en el tiempo que  permite considerar que pudieron haber tenido otros factores, pero la sensibilidad del artista pudo más que su deseo por vivir por lo que ocurrió lo que ahora es de dominio público. Y celebro, si es que se puede considerar así, que ahora este movimiento que empezó fuera de México pueda agarrar más forma, porque las mujeres intervengan en este punto neurálgico para que las instituciones con esta administración se aboquen a trabajar en verdad, y se pueda hacer un reforzamiento de las políticas públicas a favor de las mujeres, pero también que se reconozca el exceso de anonimato de esta clase de redes y que los artistas puedan incidir también en revalorar la importancia de sus acciones o de sus actos, ahora con esta etapa de nuestra vida moderna, esperando que el suicidio del roquero de “Botellita de jerez” adquiera una dimensión benéfica para nuestra sufrida sociedad. En tanto que otro efecto que no ha tenido mucha repercusión en todo este tema, es que se disuelve el grupo de rock conformado por el finado Armando Vega Gil, bajista eléctrico; Sergio Arau, guitarra; Francisco Barrios, batería; Benjamín Alarcón, instrumento de teclado; Santiago Ojeda, guitarra ; y, Rafael González, conga. Y se sabe que llegaron a un acuerdo de conclusión de que cada uno de ellos seguirá con su proyectos personales, quizá hagan cosas juntos pero nunca más como Botellita de Jerez, que es el mensaje de su mánager Paola González. Insisto: Penoso, lamentable, doloroso y esto consideró tendrá otras repercusiones. (Comentarios: dacnificados@outlook.es).

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