martes, 7 de mayo de 2019

ARTÍCULO

La maldad y
la violencia
Apolinar Castrejón Marino
El ser humano es autoritario, machista y homófobo. Es irremediablemente racista, clasista, y elitista, entonces ¿Por qué hay tantos discursos de pacifismo, equidad  y respeto?
Pues seguramente por que suenan bien, aunque sean irrealizables. El hombre hace, provoca, y dirige, la guerra. Produce armas, y obtiene grandes beneficios, aunque no participe directamente como soldado. En el contexto de la guerra, los hombres matan, violan, y roban, teniéndose esto como natural.
Aunque en el momento actual, hay una ridícula imbricación de la violencia con la cobardía, como el conflicto en Venezuela. Guaidog convoca a la guerra tomando las calles, y en sus declaraciones a la prensa, esgrime una fortaleza basada en que “…han hablado con él, comandantes y generales del ejército”.
En su retórica vacía, pretende engañar a los venezolanos haciéndolos creer que por ser presidente de la Asa
mblea Nacional de Venezuela, todo lo que haga, está dentro de la ley. Aunque en México, tenemos la certeza de que los ministros de justicia, son los principales corruptos del sistema político mexicano.
Mientras tanto, en el Palacio de Miraflores, Maduro minimiza las declaraciones y las protestas callejeras. Y solo falta que los llame “ternuritas” como lo hace el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Es inocultable que a lo largo de la historia los países ricos han exterminado y eliminado sistemáticamente, grupos sociales por motivos de nacionalidad, etnia, raza o religión. Las invasiones, conquistas, descubrimientos y colonizaciones han provocado migraciones, destrucción, muerte, y esclavitud.
¿Ejemplos? las guerras por la colonización del oeste americano, y la conquista de México. La guerra por la posesión del desierto de la Patagonia, el Holocausto japonés, el genocidio armenio, y de selk’nam en Tierra del Fuego, el exterminio camboyano, el gitano, y guatemalteco. El genocidio en Bosnia, y Tasmania.
Tal actitud, echa por tierra la frase “El hombre es bueno por naturaleza” del escritor de la Ilustración Europea Jean-Jacques Rousseau, que plasmó en su novela “Emilio” o de la educación, publicada en 1762.
En esta novela, Rousseau expuso sus teorías acerca de la educación. Según él, el ser humano está orientado naturalmente hacia el bien, pues nace bueno y libre, aunque luego la educación, la vida social y cultural, con sus males y sus vicios, lo pervierten, y acaban por corromperlo.
El pensador inglés fundador de la teoría de absolutismo político, Tomás Hobbes, parece más realista pues en su obra “El Leviatán” escribió que el hombre es un depredador, que vive en continua lucha y competencia por conseguir lo que necesita: víveres, casa, y ropa.
Proponía que la única forma de salir de este estado de fuerzas primitivas, es la construcción de un Estado de corte absolutista, con poder político centralizado.
¿Entonces? Por eso no funciona la vida, en la época actual. Por más leyes de protección a las mujeres, en contra de la discriminación, y las infracciones a los derechos humanos, las víctimas y los muertos son más que en la Segunda guerra mundial.
En los discursos abunda el humanismo y la democracia, pero en la práctica, el terrorismo es usado por partidos políticos, sean de derecha o de izquierda, y también por grupos religiosos, conservadores, y ecologistas. 
Igual que con otras usanzas de la humanidad, la violencia es natural, el orden es artificial. O como en la escala animal, las leonas siempre cazarán a las cebras para alimentarse, y los tiburones se darán un banquete con las focas.

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