lunes, 6 de mayo de 2019

COLUMNA

De Frente
Miguel Ángel Mata
Los otros
Los hipócritas, conservadores, fifi´s, corruptos. Los malos. A los que habrá que combatir, si es posible, hasta su aniquilación, para llegar a un clímax de la bondad en un mundo donde los pobres son buenos y sabios y los otros son malvados.
Él. Él. Él, como denominan algunas religiones al nombre de Dios, pues pronunciarlo está prohibido. En El Talmud, La Biblia o El Corán, aparecen nombres de profetas: Moisés, Jesús o Alá, como la manifestación esotérica terrena del Dios del bien.
En algunas sectas donde se promueve la libertad, la igualdad y la fraternidad, es a un Gran Arqu
itecto al que se busca dentro de sí mismo para hallar a alguien a imagen y semejanza de uno mismo.
Los otros. Los otros son malvados. Los otros son el mal.
LOS OTROS
Etimológicamente, otro viene del castellano antiguo autro, y este de alt(e)ro, a su vez del latín alter, de al- (alius, alienus), que refleja un posible etimo protoindoeuropeo *h₂el-, y el sufijo comparativo –ter.
Es un adjetivo que significa que no es el mismo que ya se había mencionado; en particular, no el mismo pero muy semejante; que no es el mismo que enuncia el discurso.
Otro es un término técnico utilizado en la filosofía, el psicoanálisis, la sociología, la psicología y la antropología entre otras disciplinas.
El otro constitutivo (también conocido como alteridad) constituye un concepto clave de la filosofía continental. Es una idea opuesta a la identidad y se refiere, o se intenta referir, a aquello que es otro frente a la idea de ser considerado algo. El otro, considerado siempre como algo diferente, alude a otro individuo más que a uno mismo.
LA IDEA DEL OTRO
Las ciencias sociales han utilizado el concepto para comprender el proceso por el cual las sociedades y grupos excluyen a otros que no encajan en su sociedad u ocupan un lugar subordinado en ella.
La noción de otredad forma también parte integral de la comprensión de una persona, ya que es el individuo mismo el que asume un rol en relación con otros como parte de un proceso de reacción que no tiene por qué estar relacionado con la estigmatización o la condena.
La noción de otredad está muy ligada a las identidades nacionales, porque las prácticas de admisión y segregación pueden formar o mantener las fronteras y el carácter nacional.
La otredad ayuda a distinguir entre la familia y lo lejano, entre lo cierto y lo incierto. A menudo implica la demonización y deshumanización de un grupo, que intenta justificar la explotación de ese otro inferior alegando razones civilizatorias.
El filósofo alemán Hegel fue de los primeros en introducir la idea del otro como parte del Autoconocimiento al referirse al hombre que aún no es consciente; así, escribió: “Cada conciencia persigue la muerte del otro”.
Es decir, cuando se perciben diferencias entre tú y el otro, se crea un sentimiento de alienación, que se intenta resolver mediante la síntesis. La solución se encuentra reflejada en la famosa parábola de Hegel de la dialéctica del amo y el esclavo.
LA MARCHA FIFI
Todo éste rollo de otredad nos ha enseñado que, por ejemplo, la película de ciencia ficción, Alien, se refiere, según la etimología latina descrita líneas antes, a otro.
Recuerden que, en la película, Alien es otro ser muy distinto a nosotros, proveniente de otro mundo, distinto al nuestro y al que, por lo tanto, habrá que matar.
Así lo sostuvo Hegel al definir al otro: “cada conciencia persigue la muerte del otro”.
Los otros le han salido a la calle al gobierno de la Cuarta y a sus fanáticos seguidores. Alien ha llegado a su mundo maravilloso del pueblo bueno y sabio. De la sociedad sin corrupción ni nefastos políticos, aunque su nómina esté plagada de ellos.
No están solos. La marcha del domingo así lo indica.
Podrían leer a Sartre (¿Podrán leer?) y enterarse de su propuesta cuando recurre a la dialéctica en El ser y la Nada y describe cómo el mundo se ve alterado por la aparición de otra persona y parece girar en torno a ella.
Los fervientes creyentes de Él no entienden esa expresión opositora. Para ellos no existe otro mundo donde otros, distintos a ellos, puedan expresar ideas y manifestarlas. Su anhelo sería, como sentencia Hegel, matarlos.
Éste mundo raro, que es distinto al de ellos, sin embargo, es pletórico de libertades. A pesar de la destilación de odio al que han llegado de manera extrema, de calificar como racista la marcha del domingo.
Su campaña de odio, encierra, en el subconsciente de cada uno de ellos, su temor a los otros.
No teman. Los otros son opositores, inofensivos y buenos. Tal vez ellos, los seguidores de Él, debieran buscar entre los libros religiosos la definición entre bien y mal. Tal vez, solo tal vez, ellos sean los malos, y los buenos sean los otros.
A ellos, y a los otros, recordemos el dicho popular en la que fuera zona fronteriza del Duero:
Vinieron los sarracenos / y nos molieron a palos, / que Dios ayuda a los malos / cuando son más que los buenos.
TRASCENDIÓ
POR MORENA encabeza la lista Luis Walton Aburto; le siguen todos los que usted quiera ubicar en el lugar que usted guste: Félix Salgado, Nestora Salgado, Pablo Amilcar Sandoval, Adela Román y los que se sumen durante las semanas por venir.
POR el PRD Evodio Velázquez Aguirre, Carlos Reyes Torres y Alberto López Rosas. 
POR el PRI, Manuel Añorve y Mario Moreno Arcos.
¿Y Ángel Aguirre Rivero? Bueno. Alguien tiene que ser la cadena de transmisión para las alianzas.
Comentarios al autor: miguelangelmata@yahoo.com.mx

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