ARTÍCULO CON FOTO

Día de los muertos

Apolinar Castrejón Marino
Muy orgullosos nos mostramos los mexicanos de “El Culto a los muertos”, y del manifiesto “desprecio por la vida”, y de las manifestaciones artísticas como las “Catrinas”.
De paso también hacen presencia muchos compatriotas chauvinistas que pronuncian buenos discursos en contra del Halloween, porque aseguran que es una costumbre “gringa”.
Nosotros, para no seguir viviendo en el error, optamos por buscar la opinión de los estudiosos en el tema de la muerte, y encontramos algunos detalles inesperados:
Los “Amantes de la naturaleza”, y los que están preocupados por la contaminación del medio ambiente, han hecho profundos análisis científicos, encontrando que los entierros que se realizan en nuestros pueblos, depositan en el suelo cada año 827.060 galon

es de líquidos que se utilizan para el embalsamamiento: formaldehído, metanol y etanol, ácido clorhídrico, y gran cantidad de dioxinas.
Para seguir “documentando nuestro optimismo” realizamos algunos sondeos, para preguntar a nuestros compatriotas si tienen conocimiento de otras formas de deshacerse de los cadáveres, o si podrían sugerir un procedimiento diferente; pero no encontramos ideas prácticas ni realizables.
Entonces, vamos a revelarles que la empresa sueca Promessa, tiene un procedimiento novedoso, económico, y eficiente: seca el cuerpo por congelación en nitrógeno líquido, lo pulveriza mediante vibraciones de alta frecuencia, y coloca el polvo resultante –completamente neutro– en un pequeño ataúd de almidón de maíz. Este entierro “ecológico” se desintegra totalmente en 6 meses, sin ningún daño al planeta.
Por otra parte, las ciencias forenses, nos aportan conocimientos que nos relacionados con el fin de la existencia, y la degradación del cuerpo humano:
En 1907 un doctor de Massachusetts llevó a cabo un experimento con una persona que se encontraba en agonía. La colocó en una cama especialmente adaptada, la pesó minuciosamente, y cuando murió, la volvió a pesar, encontrando una diferencia de 21 gramos. Esto dio pie a considerar que el alma pesaba 21 gramos, y estos se perdían cuando morimos.
Los cadáveres de mediados del siglo pasado, se degradaban más rápidamente, y los cadáveres en la actualidad llevan mayor tiempo en descomponerse, debido a los conservadores que contienen los alimentos que comemos hoy en día.
La degradación del cuerpo se realiza debido a que las enzimas que servían para digerir la comida, empiezan a digerir el mismo cuerpo. Las células que van muriendo se convierten en alimento para las bacterias que viven en los intestinos.
Pero para no saturarlos de tantos detalles necrófilos, vamos a mencionarle otras acciones realizadas cuando las personas queridas, se van:
Cuando murió el inventor Thomas Alva Edison en 1931, el empresario Henry Ford capturó su último suspiro en una botella.
Para evitar el término muerte o morir, tenemos una gran variedad de expresiones como: “Colgar los tenis”, “petatearse”, “cafetear”, y “estirar la pata”. En el idioma ingles también tienen varios eufemismos, pero confesamos que no logramos entenderlos: “Sleep with the Tribbles” (Dormir con los tribbles) y “To be in Abraham’s bosom”, (Estar en el seno de Abraham).
El filósofo Inglés Francis Bacon, fundador del método científico, murió de neumonía en 1626, después de comer un pollo que habían rellenado con nieve, para ver si el frío lo conservaba.
Desde el año 1951, ningún norteamericano ha muerto de vejez. Esto es debido que el gobierno eliminó esa clasificación, en los certificados de defunción.
El trabajador de una compañía japonesa, llamado Kenji Urada, es oficialmente la primera víctima mortal ocasionada por un robot. Esto sucedió en Julio de 1981, en una fábrica de coches.
Por último, encontramos a algunas personas que se dedican a hacer “calaveras” en verso. Pero nos reservamos cualquier opinión, porque luego hay personas muy susceptibles, de como las vemos las demás gentes. By