jueves, 14 de noviembre de 2019

POLICRÓNICA

Pripedazos…Como no hay liderazgos en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), está expuesto a extinguirse, muchos distinguidos y viejos militantes han renunciado, otros no hacen vida política interna, además de una crisis financiera, por lo que a nivel nacional plantean despedir el 60 por ciento de trabajadores, en Guerrero su dirigente es un “fantasma”.

Desde el 1 de julio del 2018, tras la derrota estrepitosa y ante un anciano Partido Revolucionario Institucional, totalmente reumático no se observa por ningún lado de que vaya a repuntar para las elecciones intermedias del 2021, porque su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, aparte de estar metido en líos fiscales y de comprobar su riqueza, tiene prácticamente en “PRIpedazos”, porque no está haciendo trabajo interno desde que ganó la elección interna el 14 de agosto, con un millón 603,725 votos, la fórmula  también formada con Carolina Vigiano. Exactamente a tres meses de haber asumido el cargo el también llamado “Amlito” anda perdido, no sabe qué hacer para relanzar  y empujar al nonagésimo PRI, puesto que en los últimos 90 días han renunciado varios distinguidos y viejos militantes del tricolor, eso lo debilita más de lo que se podría pensar, porque se evidencian de los que se fueron y los que se quedaron, es que ya no es viable hacer política y obtener cargos. Actualmente las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en avenida Insurgentes de la Ciudad de México, donde décadas atrás los grandes dinosaurios de la política nacional decidían el futuro del país, andan en busca de un buen Babalawo cubano, pues todo parece indicar que las plegarias y ruegos de su dirigencia nacional ya no son escuchados por la corte celestial católica para resolver su difícil situación financiera. Aparte  de tener una edad de 90 años el dinosaurio tricolor, hoy en día vive sin dinero, sin poder y con poca credibilidad de su militancia, su líder Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido entre sus adversarios, mas no enemigos, como “Amlito”, tendrá que enfrentar dos grandes problemas de inmediato, los cuales pondrán a prueba su liderazgo que en tres meses nadie sabe en dónde está, en donde despacha o que está haciendo para rescatar y volver con mucha fuerza para las elecciones federales y locales del 2021. Moreno Cárdenas, el primer reto, es que ya comenzó hacer agua en el barco priista debido a que las primeras demandas laborales presentadas por decenas de trabajadores en contra del tricolor, por considerar la separación de su fuente de trabajo como un despido injustificado han golpeado sensiblemente las finanzas del Partido Revolucionario Institucional. Esta situación no tarda en agravarse, puesto que la intención de los nuevos dirigentes es despedir al 60 por ciento de su personal, bajo el pretexto de que no hay dinero. Por eso, desde el pasado 31 de octubre, se pidió eso sí, con todo respeto a los jefes de área y departamento firmar su renuncia, declinando con ello a una liquidación que por ley tenían derecho. En el mismo estado de indefensión colocaron a varios trabajadores, cuya antigüedad oscilaba entre los cinco y diez años.  La falta de recursos del otrora poderoso partido se debe al endeudamiento que tiene con bancos y proveedores, lo que lo ha sumergido en un clima de insolvencia económica que se pretende revertir con el adelgazamiento de su plantilla laboral. El segundo problema pone de manifiesto la mala suerte del PRI, ya que el Instituto Nacional Electoral dio a conocer en días pasados sanciones por más de 585.2 millones de pesos por las irregularidades detectadas en la fiscalización al gasto ordinario que realizaron los partidos políticos durante  2018 y al PRI lo multaron con 56.3 millones de pesos. De dónde saldrá tanto dinero para pagar, se preguntan los militantes del tricolor, si ya se terminaron aquellas épocas donde se pasaba la charola a distinguidos priistas o se metía mano a las arcas de la nación para salvar al PRI de la quiebra. Vamos a esperar si los cubanos, encabezados por Vladimir, quienes forman el primer círculo de “Alito”, traen a su Babalawo para que les haga un buena limpia a los priistas, quienes tienen muchas ganas de figurar en la arena política, pero sin dinero será muy difícil que consigan este objetivo, ya que no hay que olvidar, que con dinero baila el perro o mejor dicho el Dino, porque los grandes dinosaurios se extinguieron, después del enorme meterito que les cayó, al finalizar las elecciones presidenciales de julio de 2018. En esas condiciones está el PRI en México, por consecuencia, en Guerrero, no anda tan librado, en donde los militantes tampoco saben en dónde anda su dirigente estatal, Esteban Albarrán Mendoza, quien tampoco está haciéndole frente a los conflictos internos. Por el momento habido  militantes que han dejado sus filas, sin hacer ruido, eso de alguna manera lo beneficia porque no le hacen olas, para seguir con “tranquilidad” y creyendo que no pasa nada. Tampoco ha trascendido si hay demandas laborales, seguramente no se conocen, porque los ha resuelto, gracias al apoyo del primer priista de Guerrero—Héctor Antonio Astudillo Flores—quien extraoficial manda recursos para para nómina, servicios y gastos de operación del PRI. Esa partida presupuestal es “secreta” que ningún guerrerense la conoce, pero se sabe que cada mes llega el apoyo, porque si no fuera asía, ya hubiera renunciado a la presidencia el igualteco. Por el momento hay distinguidos militantes y ex dirigentes que han cuestionado el trabajo gris de Albarrán Mendoza. Entre los  críticos y que no renuncian ni lo harán, está el ex  presidente municipal de Chilpancingo, el priista Efrén Leyva Acevedo, quien describió al Partido Revolucionario Institucional (PRI), como un “fantasma” por inactivo e inexistente, además lo exhortó a lograr la alianza con el PRD, de lo contrario advirtió que corren el riesgo de quedar en último lugar e incluso de perder su registro en el proceso electoral del 2021. Aclaró el polémico político, que jamás ha renunciado a las filas del PRI, además de que tampoco lo han obligado y menos se lo han pedido en ninguno de los tres niveles del tricolor, pero que además no lo haría. Dijo que si no participa en las actividades que últimamente ha realizado el PRI, es porque no cree en el tricolor actual y en el que de manera cotidiana ha trabajado durante muchos años de su vida y su trayectoria. Sin embargo no cree en un PRI que suele estar más activo y más cercano a la gente, pero que además está capacitando a sus cuadros para hacer frente al proceso electoral del 2021. Por ello calificó al PRI de ser un partido que se encuentra inactivo, inexistente y que no aparece en ningún lado, motivo por el cual se ha mantenido alejado de las “actividades” que realizan en la actualidad. Sobre la disminución del cincuenta por ciento a las prerrogativas de los partidos políticos, dijo que esta muy de acuerdo y que incluso siempre ha dicho que los institutos políticos deben financiarse por si solos y no con el recurso público de la gente. Sobre la alianza entre el PRI y el PRD, dijo estar muy de acuerdo, de lo contrario dijo que por separado a ninguno le va a alcanzar para poder ganar la gubernatura en el proceso electoral del 2021. Insistió en que la alianza con el PRD, debe de ser tomada con seriedad por el PRI, porque de lo contrario pueden mandar hasta el último lugar al tricolor y hasta con el riesgo de poder desaparecer. Explicó que pese a que siempre han sido rivales el PRI y el PRD en Guerrero en cada proceso electoral, no tienen ideologías extremas como si las tienen con el PAN que es de extrema derecha. …Exiliados…México, como país, siempre abierto al mundo, siempre solidario, siempre no a la intervención a otras naciones. Esto ha quedado demostrado, pues el último prócer que recibió en exilio, está el  ex presidente de Bolivia, quien el domingo renunció al cargo.Tras su renuncia a la presidencia de Bolivia, Evo Morales  Ayma llegó a México aceptando la oferta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de concederle asilo político. Así Morales Ayma es el último que se suma a una larga lista de asilados y refugiados en ese país que incluye a un ideólogo soviético, una activista de derechos humanos, ex presidentes de Centro y Sudamérica y exiliados republicanos españoles. Durante casi todo el siglo pasado, México tuvo una activa política de asilo. La tradición, sin embargo, pareció perderse a partir de los años 90, cuando se modificó la forma de mediar en los asuntos de la región.  El inesperado protagonismo de México en la crisis de Bolivia al conceder asilo a Evo Morales. La controversia que llega a México con el asilo a Evo Morales Ayma. De acuerdo a la historia, y para ilustrar esto, hay algunos de los personajes que llegaron a México buscando asilo o refugio político. José Martí:Entre los primeros que llegaron, aprovechando un acuerdo que se firmó en 1853 con el gobierno de Colombia para no extraditar a perseguidos políticos, fueron varios cubanos que lucharon por la independencia de su país en el siglo XIX.El más notable de ellos, el poeta y revolucionario José Martí pasó dos años en México en 1875 durante un largo período de destierro de su país.Víctor Raúl Haya de la Torre:El pensador y político peruano llegó a México en 1923 invitado por el escritor y ministro de Educación, José Vasconcelos. Llegaba como refugiado después de haber sido encarcelado durante el régimen de Augusto Leguía. Fue en México donde, inspirado en la Revolución, Haya de la Torre fundó la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), con la que inicialmente buscaba consolidar un proyecto para toda la llamada Indoamérica. Trotsky y frida Kahlo: Trotsky llegó a México tras una serie de gestiones realizadas por el pintor Diego Rivera y su esposa Frida Kahlo.León Trotsky: En 1937, el gobierno de Lázaro Cárdenas accedió a concederle asilo político al ideólogo y revolucionario ruso León Trotsky, exiliado de la Unión Soviética por José Stalin. Trotsky llegó a México tras una serie de gestiones realizadas por el pintor Diego Rivera, quien lo recibió junto con su esposa Frida Kahlo en su casa en la cuidad de México. El asilo mexicano no terminó bien para el revolucionario. Después de sufrir dos atentados en la casa de Rivera, Trotsky fue asesinado en 1940 por el agente estalinista español Ramón Mercader mientras trabajaba en su despacho.Luis Buñuel y Luis Felipe.Durante la Guerra Civil española en los 1930 varios republicanos que huyeron de su país también fueron recibidos por las autoridades mexicanas.Entre 1939 y 1942, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, México asiló a más de 25,000 españoles. Entre ellos estaba el poeta Luis Felipe y el director de cine Luis Buñuel, quien posteriormente se convirtió en ciudadano mexicano. Fidel Castro Ruz: En 1955, después de haber sido encarcelado por oponerse al régimen de Fulgencio Batista, un joven Fidel Castro de 28 años partió de Cuba hacia México.El refugio en ese país le sirvió a Castro para preparar su campaña revolucionaria. Tras 18 meses en México regresó a su país junto con varios aliados, entre ellos Che Guevara, y eventualmente logró su objetivo de encabezar el régimen comunista en Cuba.Héctor José Cámpora: Dos décadas después, en 1976, durante el golpe de Estado en Argentina, el presidente de ese país, Héctor José Cámpora, se asiló en la embajada de México en Buenos Aires. El peronista permaneció tres años en la representación diplomática mexicana hasta que en 1979 las autoridades militares le permitieron partir hacia México. Allí murió un año después a causa de un cáncer de laringe. Sha de Irán:También en 1979 llegó otro personaje prominente al México: Mohamed Reza Pahlevi, el Sha de Irán, quien había sido derrocado durante la Revolución Islámica en su país. El gobierno mexicano le otorgó una visa de turista y el sha pasó varios meses viviendo en la ciudad de Cuernavaca. Pero la hospitalidad mexicana al parecer tuvo un límite con el exmandatario iraní. Cuando éste viajó a Estados Unidos para someterse a un tratamiento médico, el gobierno de México decidió bloquear su regreso.La familia Allende:Durante la década de 1970 el gobierno mexicano recibió refugiados de Argentina, Chile y Uruguay que huían de los regímenes militares de sus países.Entre los exiliados estaba la familia del presidente chileno Salvador Allende, destituido por un golpe, y de varios integrantes de su gabinete. Entre los que llegaron a México estaba la viuda de Allende, Hortenisa Bussi, y sus hijas, Isabel y Beatriz. Rigoberta Menchú: En los 1980 miles de indígenas de Guatemala que escapaban de la Guerra Civil en su país recibieron asilo en México. Entre ellos estaba la activista de derechos humanos Rigoberta Menchú, quien pidió asilo en el país después de que su familia fuera torturada y asesinada en su país.Menchú ganó el Nobel de la Paz en 1992.El último, Manuel Zelaya:La tradición de otorgar asilo en México quedó suspendida durante los siguientes 24 años. Tanto los gobiernos de Ernesto Zedillo como el de Vicente Fox y Enrique Peña Nieto se vieron envueltos en controversias con los gobiernos de izquierda de la región.Fue hasta 2009 cuando México reanudó su práctica y otorgó asilo a Manuel Zelaya, el presidente de Honduras depuesto en un golpe de Estado.El entonces presidente mexicano Felipe Calderón lo recibió con honores, pero sólo dos días después Zelaya salió del país.

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