Para dejar la pobreza
y hambre a la putería
CHILPANCINGO, GRO. 24 de julio 2011.-Se ve muy joven, quizá de unos 16 años de edad, es aún colegiala y ya se dedica a la prostitución, esa tarde de sábado Lorena Esmeralda, como gusta que le llamen, se ha alistado para acudir a una casa de citas, de las tantas que hay en la capital de estado, nos obsequia dos fotos pero pide que si se publican se diga que no se dedica “a la putería”.
“Me escribe saludos o lo que sea, o me felicita”, pidió al reportero con presura, pues argumentó que su madre desconoce su actividad, y que no se atreverá a decírselo nunca pues podría enfermarse, algo que no quiere, pues carecen de recursos suficientes, y sobre todo, porque su padre las dejó solas. A su suerte en esta crisis que carcome.