La ruta de Peña Nieto
Apolinar Castrejón Marino
El candidato a la Presidencia de México estuvo de paso por la Ciudad de Chilpancingo, Capital del estado de Guerrero, con lo cual se pusieron de manifiesto algunos detalles vitales que creíamos superados por el tiempo o la evolución.
Los habitantes del estado de Guerrero son tan pobres que son capaces de vender su dignidad. Seducidos por algún «regalo» se concentraron en la explanada central, frente al Ayuntamiento, para vitorear al político mexiquense.
Le dieron trato de personaje divino, ansiando tocarlo a traves de las vallas metálicas y escucharon atentos su mensaje de cambio, de esperanza y de bienestar. Escoltado impúdicamente por los caciques de la entidad, habló de progreso, de superar la pobreza y de buscar el mayor bienestar posible.
Guerrero es tierra de caciques, pero mientras en otro tiempo y otros lugares los caciques sirvieron de intermediarios entre las clases gobernantes y las comunidades, en esta región del sur del país, los caciques tomaron desde el principio el papel de la autoridad, por la fuerza.